Pages

Friday, January 09, 2015

La odisea de un viaje Habana-Santiago en tren

La odisea de un viaje Habana-Santiago en tren
[08-01-2015 13:45:24]
Mario Hechavarría Driggs

(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana y Santiago de Cuba definen la
ruta principal del transporte a lo largo de la isla mayor del Caribe. En
la capital, al tomar el tren a las seis de la tarde, te informan que
deberá llegar a la importante ciudad oriental 16 horas después.
De llegar puntual a su destino, la caravana de coches habrá recorrido
unos 900 kilómetros al paso de una auténtica tortuga sobre rieles-60
kilómetros por hora-, no obstante, ganando confianza con las compañeras
de la oficina de información en la terminal, el pasajero será advertido
de que usualmente "En Camagüey no se sabe bien qué pasa porque allí
siempre hay mucha demora."

De no existir otros frecuentes contratiempos, el viaje se considerará
normal si al menos alcanza al otro extremo de su derrotero en 20 horas.
La noche ocupa el mayor tiempo de esta odisea diaria, buena elección
porque el sueño mitiga parte de las incomodidades que acompañan al viajero.

Las maletas van en sus compartimientos habituales, separadas de los
pasajeros, sin embargo, la gente carga con numerosas jabas, ahora las de
nylon son muy populares, donde estarán las vituallas de cualquier
persona previsora: Agua congelada en pomos de plástico de litro y medio,
llamados en Cuba "pepinos". También envases plásticos con alimentos para
el viaje.

Si faltó la previsión o el largo viaje terminó con los abastecimientos,
entonces queda como única opción comprarle a los vendedores ambulantes,
apostados en cualquiera de las numerosas paradas que hace la caravana
ferroviaria, generalmente las capitales de provincia.

Los llamados en Cuba "merolicos", ofertan bocaditos de todo tipo, dulces
y especialmente el más preciado tesoro de cualquier viajero: las
"balas". No se trata de armamento bélico alguno, son los conocidos
"pepinos", llenos de agua fría, vendidos a diez pesos por unidad.

Usualmente el tren Habana-Santiago cuenta con diez coches, cada tiene
entre 76 y 82 asientos promedio, sin aire acondicionado, ventanillas
pequeñas, baños donde el agua corriente desaparece durante las primeras
horas del viaje, mientras sube el calor y se acumulan los desperdicios
de unas 800 personas, cuya angustia crece ante cada inesperada demora
durante el trayecto.

Son frecuentes, casi permanentes, las paradas esperando un cruce con
otro vehículo ferroviario, esperando vía libre para continuar el viaje.
Cuba no ha dedicado el dinero indispensable tratándose de ampliar y
modernizar su infraestructura de líneas férreas. Es inexplicable
tratándose de una isla larga, llana y estrecha, con el orgullo de haber
sido el primer país latinoamericano que tuvo ferrocarril.

Años atrás, aprovechando coches de segunda mano comprados a Francia, se
inauguró a bombo y platillos un "servicio especial", bastante
confortable, denominado expreso, programado para 12 horas. El entonces
Vicepresidente Carlos Lage declaró que: Se devolvería íntegro el importe
del pasaje a cada pasajero si el incumplimiento del itinerario era
superior a una hora.

La orientación gubernamental fue cumplida durante varios meses,
finalmente la empresa Ferrocarriles de Cuba debió desestimarla porque
sus cuentas bancarias estaban en déficit permanente. Actualmente ni
siquiera hay servicio especial, la información en la terminal de La
Habana aclara que se trata de un "Servicio regular".

El pasaje cuesta 30 pesos moneda nacional entre los destinos extremos,
el pasajero pagará, de una forma u otra, varias veces más este precio
supuestamente módico, sólo por vivir la Odisea de un viaje el tren entre
La Habana y Santiago de Cuba.

Source: La odisea de un viaje Habana-Santiago en tren - Misceláneas de
Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/54ae7be43a682e1534c53315#.VK687yvF9HE

No comments: