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Saturday, January 17, 2015

El nuevo rumbo para Cuba

El nuevo rumbo para Cuba
MARTHA BEATRIZ ROQUE CABELLO | La Habana | 17 Ene 2015 - 10:05 am.

Trabas constitucionales, Cumbre de las Américas y sociedad civil cubana:
tres asuntos a tener en cuenta en el nuevo rumbo de las relaciones entre
Washington y La Habana.

El pasado 17 de diciembre la Casa Blanca emitió un comunicado con una
serie de medidas para retomar las relaciones con el gobierno de Cuba y
confraternizar y empoderar al pueblo cubano.

Primero que todo, el documento señala las afectaciones que ha tenido
Estados Unidos por su propia política: un aislamiento regional e
internacional, con una restringida capacidad de influencia en el
hemisferio occidental, y la imposibilidad de usar toda una gama de
medidas que se habrían podido promover un cambio positivo en Cuba.

El Presidente Obama ya ha hecho enmiendas en las normas de los
Departamentos del Tesoro y del Comercio que presumiblemente permitirán
llevar a cabo la nueva política. Ahora, habría que implementar en las
leyes cubanas la posibilidad de que estos cambios se proyecten en el país.

Las trabas constitucionales

La Constitución de la República, en su artículo 3, señala que "el
socialismo y el sistema político y social revolucionario establecido en
esta Constitución, probado por años de heroica resistencia frente a las
agresiones de todo tipo y la guerra económica de los gobiernos de la
potencia imperialista más poderosa que ha existido y habiendo demostrado
su capacidad de transformar el país y crear una sociedad enteramente
nueva y justa, es irrevocable, y Cuba no volverá jamás al capitalismo".

Aunque ya existen en Cuba algunas nuevas formas de cooperativas,
diferentes a las agropecuarias, constitucionalmente no están admitidas.
Solo se permite la propiedad a los campesinos de bienes muebles e
inmuebles que les resulten necesarios para la producción a la que se
dedican. Así —dado que en la República rige el sistema de economía
basado en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios
fundamentales de producción y en la supresión de la explotación del
hombre por el hombre—, la propiedad privada y sobre los medios de
producción está vetada constitucionalmente, garantizándose apenas la
propiedad personal sobre los ingresos y ahorros procedentes del trabajo
propio, sobre la vivienda que se posea con justo título de dominio y los
demás bienes y objetos que sirven para la satisfacción de las
necesidades materiales y culturales de la persona.

Asimismo se garantiza la propiedad sobre los medios e instrumentos de
trabajo personal o familiar, que no pueden ser utilizados para la
obtención de ingresos provenientes de la explotación del trabajo ajeno.

Esto significa que la expansión de ventas y exportaciones comerciales de
ciertos bienes y servicios desde Estados Unidos, que según se plantea
tienen como objetivo empoderar al naciente sector privado cubano,
tropieza con el hecho de que el sector privado es nonato
constitucionalmente y que si se respeta lo legislado en la Carta Magna,
nunca existirá.

Si bien el gobierno norteamericano puede autorizar artículos para la
exportación que reduzcan los costos de los cuentapropistas y pequeños
agricultores, habría que analizar los aranceles que deberán pagar por
dicha exportación según las regulaciones aduanales cubanas y si además
les será permitidos entrarlos al país, incluyendo los relacionados con
los sistemas de comunicación. No basta la voluntad de una de las partes
si la otra no lo autoriza.

En el caso específico de los medios para las comunicación habría que
considerar además lo establecido en la Constitución en su artículo 12,
inciso f, que dice rechazar "la violación del derecho irrenunciable y
soberano de todo Estado a regular el uso y los beneficios de las
telecomunicaciones en su territorio, conforme a la práctica universal y
a los convenios internacionales que ha suscrito".

La Cumbre de las Américas

Con respecto a la Cumbre de las Américas 2015, a celebrarse en abril en
Panamá, el hecho de que en el documento norteamericano se diga que se
debe permitir que la sociedad civil cubana participe junto con las
sociedades civiles de otros países, no implica que el régimen dé crédito
a ello, pues siempre ha considerado que son ONG organizaciones como la
Federación de Mujeres Cubanas y los Comités de Defensa de la Revolución.

La Casa Blanca hace referencia a los compromisos de la región con la
Carta Democrática Interamericana, pero no se tiene en cuenta que Cuba no
es miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA) y por
consiguiente no fue parte de los países que en el año 2001 contrajeron
esta obligación.

Sin embargo, en 1996, Fidel Castro formó parte de los 21 países miembros
de la Sexta Cumbre Iberoamericana, desarrollada en Viña del Mar, y firmó
los acuerdos sobre gobernabilidad en democracia, que no ha respetado.

La sociedad civil

Cuando se plantea que los esfuerzos se enfocan a promocionar la
independencia de los cubanos del Estado, no se tiene en cuenta que ni
siquiera el Estado es el que controla la sociedad, según explica la
propia Constitución en su Artículo 5: "El Partido Comunista de Cuba,
martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación
cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado…"

Más allá —y casi de forma contradictoria a lo expresado en el documento
de la Casa Blanca— la subsecretaria de Estado para el Hemisferio
Occidental, Roberta Jacobson, se mostró escéptica sobre las mejoras en
la libertad de expresión, de asociación y otros derechos civiles y
políticos para los cubanos en el corto plazo: "no tenemos ninguna
ilusión acerca de este Gobierno y su voluntad de permitir estas libertades".

El comienzo de la negociación ha sido bastante oscuro. No se divulgó el
nombre del preso que supuestamente se cambió por los tres espías
cubanos, solo se supo de él casi un mes después y por boca de su
familia; de igual forma no se dio a conocer la lista de los 53
prisioneros políticos que el Gobierno estadounidense anunció que Cuba
liberaría. Finalmente, algunos de los presos salieron bajo licencia
extrapenal, otros bajo libertad condicional, y tres presos que se
encontraban en Mar Verde, Santiago de Cuba, fueron puestos en la puerta
de la prisión y un guardia les entregó un peso cubano para el ómnibus,
sin más.

La lista, además, se completó con 15 nombres de presos que ya habían
sido liberados anteriormente, muchos de ellos por cumplimiento y de
forma muy especial Juliet Michelena Díaz, que tras siete meses en un
penal de mujeres de la capital, fue llevada a juicio el 7 de noviembre
de 2014, juzgada por Atentado y encontrada inocente, por lo que el juez
declaró su libertad inmediata.

Es inevitable subrayar que el Artículo 12 de la Constitución de la
República rechaza la nueva política de relaciones entre ambos países,
cuando señala que "La República de Cuba hace suyos los principios
antiimperialistas e internacionalistas, y… d) condena al imperialismo,
promotor y sostén de todas las manifestaciones fascistas, colonialistas,
neocolonialistas y racistas, como la principal fuerza de agresión y de
guerra y el peor enemigo de los pueblos".

Antes de iniciar cualquier tipo de conversación, el Gobierno
estadounidense debería tener en cuenta los escollos del camino y sobre
todo, terminar con cualquier tipo de sigilo que vaya en contra de la
participación de los integrantes de la sociedad civil cubana —a la que
quieren empoderar según sus propias declaraciones—, o lo que es lo
mismo, que dejen de ser considerados pasivos observadores.

Source: El nuevo rumbo para Cuba | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1421485529_12353.html

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