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Monday, March 13, 2017

Una polémica abierta

Una polémica abierta
Los medios oficiales de Cuba, nada habituados a las batallas de ideas,
le eluden el cuerpo a la discusión sincera
José Gabriel Barrenechea, Santa Clara | 13/03/2017 3:55 pm

Por estos días se viene desenvolviendo una polémica en los medios de la
Isla. Una polémica importantísima por su objeto en sí, pero también por
los medios envueltos en ella.
Todo comenzó cuando en su 2º número de 2016 la revista Espacio Laical,
sin dudas el más trascendente medio de circulación nacional
independiente dentro de la Isla en los últimos 50 años, le publicara un
trabajo al historiador Newton Briones Montoto. Alguien conocido por sus
posiciones heterodoxas frente al discurso oficial historiográfico, por
sobre todo en lo referente al periodo que media entre 1933-1952, muy
problemático para ese discurso. Fue su artículo La muerte de Jesús
Menéndez: una historia mal contada el que precisamente provocó que el
semanario de la CTC, Trabajadores, replicara en la segunda mitad de
febrero de este año con dos entregas de A propósito de una historia mal
contada, de Angelina Rojas Blaquier.
Debemos aclarar que ya antes los medios oficiales habían publicado
réplicas al mencionado artículo de Briones Montoto. Solo que a
diferencia de la de Trabajadores, en que la autora declara
explícitamente su intención, Bohemia, por ejemplo, había optado por usar
las consabidas referencias tangenciales. En La historia tal como fue,
publicado en el número 1 del 6 de enero de este año de la revista
Bohemia, Pedro Antonio García nunca menciona que su trabajo es una
respuesta al de Espacio Laical. Pero en primer lugar resulta
significativo el apresuramiento de la redacción de la revista por
publicar lo que habría cabido mejor en su edición del 20 de enero, ya
que se habla de un hecho ocurrido el 22 de febrero de 1948, y en segundo
el que el autor declare haber usado el artículo referido de Briones
Montoto como fuente, aunque sin mencionar el medio en que fuera
publicado, y mucho menos la naturaleza de su artículo como réplica a
aquel. La realidad es que la salida del trabajo de García parece haber
sido apresurada por la difusión que comenzaba a alcanzar por esos días
el de Briones Montoto, y que las referencias a este cumplían con la
consabida intención de advertirle a él, pero sobre todo a los redactores
de Espacio Laical, que ya estaban bajo escrutinio por la "gracia",
aunque dejando sin embargo la puerta abierta para que comprendieran que
si se corregían, y no lo hacían de nuevo, todo podía quedar en casa.
Mas la difusión del artículo, su aceptación por los lectores de Espacio
Laical, que no son pocos y pertenecen a lo más granado de la
intelligentsia no solo católica, y quizás la posición firme de Jorge
Domingo Cuadriello, su redactor, y del autor, obligaron a los mandantes
de la historiografía y el discurso ideológico oficial a pasar a mayores.
Así, se da el hasta ahora nunca visto caso de que los medios oficiales
tengan que salir a replicarle a un medio precariamente tolerado de la
Iglesia, aunque de amplia circulación isleña. Es esto una novedad, que
evidencia a las claras que por más que los "de arriba" no quieran
cambiar, la evolución lenta pero imparable de la realidad nacional en
definitiva los obliga a hacerlo, y a comenzar a transigir.
No obstante, debo advertir que como siempre los medios oficiales, nada
habituados a las batallas de ideas, le eluden el cuerpo a la discusión
sincera. Si se revisa el artículo de Briones Montoto se comprenderá de
inmediato que no es exactamente la muerte de Jesús Menéndez su asunto
principal, y que si en su título prioriza por sobre todo ese hecho es
por su evidente gancho periodístico, o quizás por la intención del autor
de meterse en camisa incómoda, pero no de once varas. En realidad la
muerte del líder sindical comunista solo aparece en el trabajo para
argumentar, junto con otros hechos, una tesis que ya el autor de estas
líneas había mantenido en El gansterismo comunista en la época
republicana (Diario de Cuba, 12 de abril de 2016), y que evidentemente
Newton Briones Montoto también comparte agregándole argumentos como el
de los sucesos en el Teatro de la Comedia en septiembre de 1940, o los
resultados de sus entrevistas y conversaciones con algunos de los
actores de la vida política cubana de mediados del siglo pasado: la de
que el partido comunista cubano no se caracterizaba precisamente por la
santidad de sus métodos, y que era el pistolerismo y el bulling laboral
uno de los más socorridos.
En este sentido, las réplicas oficialistas no se atreven a intentar
enfrentar a esta tesis de frente. En su lugar prefieren concentrarse en
un hecho aislado, la muerte de Jesús Menéndez, quizás la más pura
personalidad del movimiento obrero comunista, para desviar la atención
del meollo del artículo de Briones Montoto. Aunque debemos admitir que
el propio autor, con la selección del título para su artículo, ya les
había dejado demasiado abierto ese flanco a sus futuros impugnadores.
El asunto en definitiva todavía está abierto, y no todo se ha dicho al
respecto. Por un lado, como hemos advertido, los historiadores orgánicos
de la dictadura no han impugnado los argumentos a favor de volver a
revisar el fenómeno del pistolerismo de los treinta y cuarenta, ahora
con una más amplia percepción de sus actores, y por otro tampoco todo
está dicho al respecto de la muerte Menéndez. Mucho queda por decir de
la muerte del líder sindical, en primer lugar sobre la influencia que en
el resultado de su viaje a Manzanillo tuvo el estado de semi-rebelión
antigubernamental en que esa ciudad vivía desde octubre de 1947[i],
cuando en la república muchas fuerzas oscuras que amenazaban la
democracia se movían tras el telón, y la urbe del Golfo de Guacanayabo
tomó partido de forma decisiva por uno de los grupos gansteriles, UIR; o
sobre la evidente misión suicida a que envío el Partido a su mejor baza
de triunfo por entonces, sobre todo por su pureza, para tratar de
revertir su influencia sobre el sindicalismo nacional, algo que, por
cierto, en más de una ocasión le echara en cara a figuras del Partido la
viuda de Menéndez.
[i] Si alguien quisiera encontrar el momento exacto en que nuestra
historia tomo la línea temporal que conduciría a nuestro presente debe
concentrarse en el año 1947. Es allí que comienza la gestación
definitiva de los próximos 70 años, y quien sabe hasta cuándo se
extienda la influencia de este movido año.

Source: Una polémica abierta - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/una-polemica-abierta-328843

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