Jueves, Diciembre 15, 2011 | Por Gustavo E. Pardo
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -El pasado 2 de diciembre se 
cumplieron 55 años del arribo a Cuba de Fidel Castro, al frente de un 
grupo expedicionario, con el propósito de iniciar la lucha armada para 
derrocar al gobierno del general Fulgencio Batista. La creación del 
Ejercito Rebelde se conmemora en esa fecha.
A pesar del ataque de la aviación militar, los 82 expedicionarios 
llegados desde México a la ensenada de "Las Coloradas", en el oriente 
cubano, lograron salir de la ciénaga e internarse en la zona. Días más 
tarde eran nuevamente localizados por fuerzas de tierra y aire del 
Ejercito Constitucional en el lugar conocido por "Alegría del Pio". 
Durante el combate mueren tres expedicionarios. Antes de que el grupo 
logre internarse en la Sierra Maestra, son abatidos otros 18 
expedicionarios en nuevas escaramuzas.
Al concluir la lucha armada, en enero de 1959, el Ejercito Rebelde 
contaba con veinticinco columnas y diez destacamentos guerrilleros 
distribuidos en ocho frentes de combate.
Entonces las Fuerzas Armadas Constitucionales y el Ejército Rebelde 
coexistieron durante unas semanas. Pero al descubrirse una conspiración 
concebida por la organización "La Rosa Blanca", se inició un proceso de 
depuración que alcanzó a un número considerable de oficiales, clases y 
soldados de la institución armada constitucional. El Ejército Rebelde 
quedó convertido en la única Fuerza Armada de la nación.
Pero eso no bastaba a los fines de Castro. Así que procedió a la 
creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias, integradas por 
personas que no habían tenido una participación reconocida en la lucha 
insurreccional contra el régimen de Batista y, por ende, constituían un 
material más maleable que los endurecidos "barbudos". Castro comenzó a 
exhibirse con la boina que identificaba a las  Milicias.
La política seguida por el gobierno del Primer Ministro Castro no tardó 
en despertar los recelos de algunos de sus compañeros de lucha, 
originando el surgimiento de disidencias dentro de las filas rebeldes. 
Las más conocidas fueron las que implicaron a los comandantes Hubert 
Matos, William Morgan y Eloy Gutiérrez Menoyo, pero en realidad fueron 
muchos los miembros del Ejército Rebelde que  murieron ante los 
pelotones de fusilamiento o sufrieron distintas sanciones en las 
cárceles castristas.
Antes de cumplirse una década del triunfo "revolucionario", el Ejercito 
Rebelde se había transformado en el recuerdo de lo que fue y ya no era.
Ahora, al celebrar su aniversario 55, los medios gubernamentales de 
comunicación hicieron una discreta referencia al acontecimiento, 
limitándose a trasmitir el acto celebrado en el teatro del Ministerio de 
las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), en el cual el grupo 
infantil "La Colmenita" y otros participantes, pretendieron establecer 
una analogía entre las luchas de los mambises por independizar a Cuba de 
España, y la protagonizada por Castro en contra del régimen de Batista.
Durante los días 3 y 4, se efectuaron maniobras militares en todo el 
territorio nacional, anunciadas para "elevar la capacidad defensiva" de 
las FAR, aunque muchos presumen que el motivo real era amedrentar a la 
población, mostrándole lo que podría ocurrir ante posibles 
manifestaciones de "indisciplinas anti sociales".
Es lo que resta hoy de aquel Ejército Rebelde. La celebración de un 
aniversario trivial, utilizada además como pretexto para amenazar al pueblo.
 
 
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