Lunes, Diciembre 19, 2011 | Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -El secretismo es la
filosofía en que se basa su retorcida manera de informar, eco de los
intereses de la burocracia administrativa, la cual orienta que se diga
lo menos posible, o que no se mencionen siquiera ciertos temas.
Si los burócratas del poder se enriquecen ilícitamente, en medio del
descontrol, la ineficiencia, el incumplimiento de los planes y el
desvío de recursos, ello ocurre, en gran medida, porque no tienen que
responder a los cuestionamientos de la ciudadanía, ya que la prensa los
apaña.
En un artículo publicado por el periódico Granma el 25 de noviembre,
titulado "Reparar puentes es un secreto", el periodista Freddy Pérez
Cabrera hace referencia a la carta enviada el pasado 3 de octubre por el
director del Centro Nacional de Viabilidad a su homólogo de la provincia
de Villa Clara, en la que le orienta que "para emitir alguna información
a la prensa nacional se debe solicitar permiso y cumplir con la
metodología establecida por el Ministerio del Trasporte".
Y para rematar, sentencia: "…les oriento que para dar entrevistas o
cualquier otro tipo de información escrita a la prensa se debe consultar
con la Dirección General del Centro Nacional de Vialidad".
Es un ejemplo ilustrativo, pero no un hecho aislado. Al contrario.
Caracteriza el proceder de los dirigentes ministeriales y
administrativos, amparados por las disposiciones antidemocráticas y
totalitarias que dicta el Departamento Ideológico del Partido Comunista,
censor de todo lo que informan los periodistas cubanos.
La burocracia sólo se limita a utilizar en su provecho esa ingeniería
arbitraria. En tanto, al pueblo le llega únicamente aquello que los
medios tienen orientado informar, siempre ajustándose a estrictas normas
y a códigos inviolables.
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