La 'variante amarga' de la represión castrista
Guillermo Fariñas Hernández
Santa Clara 16-12-2011 - 10:42 am.
La represión extrema contra los opositores incluiría su encierro en
comunidades rurales incomunicadas.
Represión contra las Damas de Blanco, 9 de diciembre de 2011. (AP)
Crecen cada vez más los cubanos críticos con el gobierno raulista, y los
mecanismos represivos para el control social se ven impotentes ante el
aumento de estas fuerzas. Raúl Castro ha pedido consejo de cómo
enfrentar este hecho a los represores de oficio y, amén de la "variante
dulce" a la que me referí en un artículo anterior, el Equipo
Multidisciplinario (EMD) del Departamento Ideológico del Comité Central
del Partido Comunista de Cuba (CC-PCC) adelantó una variante mucho más
extrema.
El Departamento Ideológico del CC-PCC, cuyas funciones antes eran de
mera vigilancia ideológica (como Departamento de Opinión del Pueblo), ha
asumido a partir del raulismo funciones represivas activas. Estos
guardianes de la pureza de los pensamientos de la Revolución consideran
que es un suicidio político permitir cualquier tipo de disidencia
conocida dentro de la Isla. Creen que la intolerancia más drástica con
los adversarios es la mejor arma de negociación con el mundo capitalista
occidental para salir de la crisis económica.
Para tener una sustentación filosófica plausible se aferran a las
concepciones trasnochadas del rector de la Escuela Superior del PCC, el
confeso estalinista Raúl Valdés Vivó. Tales concepciones suponen el
encarcelamiento y la desaparición pública (y hasta física) de los
opositores cubanos. O, cuando menos, su aislamiento total.
Tienen como modelo la perdurabilidad en el tiempo del régimen
totalitario de Corea del Norte. Sin embargo, no toman en cuenta el
contexto geográfico: la lejanía de Corea del Norte respecto a los EE UU,
y su cercanía espacial e idiosincrática a la República Popular China,
una potencia nuclear con la que es preferible no entrar en guerra.
Ellos conocen que, en caso de insistir en la represión violenta, se
dejaría de contar con buena parte de la solidaridad internacional
cuidadosamente cultivada durante décadas. Y se crearían pretextos a las
naciones más industrializadas del planeta para realizar una intervención
humanitaria en el país. A pesar de ello, un grupo de científicos
sociales recalcitrantes de este EMD, entre los que se cuentan
psicólogos, sociólogos, politólogos, filósofos y hasta demógrafos,
arguyen que la disidencia es un cáncer en crecimiento, por lo que es
necesario extirparlo a tiempo o toda la sociedad cubana hará metástasis.
En varias reuniones a puertas cerradas, efectuadas entre profesores de
las Escuelas Superiores del PCC e integrantes de Departamentos
Ideológicos Provinciales del PCC, fueron abordados estos tópicos. Se
plantearon los pros y los contras que acarrearía retener a los elementos
contestatarios en comunidades rurales incomunicadas.
En una actividad celebrada en el repleto teatro de la Escuela Superior
del Partido Antonio "Ñico" López de Jaimanitas, La Habana, los
asistentes le escucharon al Coronel Rolando Alfonso Borges, jefe del
Departamento Ideológico del CC-PCC, quien presidía aquella reunión,
serias propuestas encaminadas a aislar a los disidentes en sitios
campestres.
Tales propuestas suponen 21 pueblos cerrados, con poblaciones
fluctuantes entre 500 y 1.500 habitantes. Cada una de las regiones
militares del país (correspondientes a los los Ejércitos Occidental,
Central y Oriental) contaría con siete de estos pueblos. Todos ellos
localizados en zonas montañosas o de difícil acceso, para aislar del
mundo exterior a la oposición no violenta y pública.
Fueron expuestos como posibles "pueblos cautivos" los occidentales
poblados de Gramales y El Brujito en la provincia de Pinar del Río, así
como las comunidades campestres de Badón, Juan Zapote, Lotería y Mendoza
en la provincia Habana. Mientras que por Isla de la Juventud se ofrecía
el pueblo de La Cañada.
Por la región central el conferenciante citó a los asentamientos
campesinos de Murga en Matanzas, y los de Aguijón, Pando y El Quirro en
Villa Clara. Así como La Bandolera en Cienfuegos, el poblado de Sopimpa
en Sancti Spíritus, y Corcho por Ciego de Ávila.
En el territorio oriental estos asentamientos serían Ave María de
Camagüey, El Silencio en Las Tunas, Purnio por Holguín, Cautillo en
Granma, Felicidad en Guantánamo, y Perseverancia, junto a El Iris, en
Santiago de Cuba.
Fue aquel cruel fundador de la CHEKA y los GULAG nombrado Féliks
Edmúndovich Dzerzhinski, quien declaró sobre estos temas: "Para mantener
la pureza del comunismo no debemos ser blandos, a veces es mejor para
todos en la construcción de la nueva sociedad usar El Método de
Aislamiento en Laboratorio".
Varios de los más lúcidos reunidos en el teatro de la Escuela Superior
del Partido Antonio "Ñico" López hablaron con impotencia, aunque con
sumo cuidado, del momento histórico contemporáneo, donde no existe otra
superpotencia mundial que contrapese a los EE UU. Ni China y mucho menos
Rusia quieren jugar al duro con los yanquis, pues éstos fueron comprados
ya por la economía de mercado.
De entre los congregados allí salió un consenso: para tomar tan extremas
medidas la correlación de fuerzas internacionales tendría que cambiar,
pues en las actuales condiciones no es posible ejecutarlas. Sería
necesario entonces romper la imagen de pacifismo de los contestatarios
nacionales, asociándolos a acciones terroristas del exterior. Trastocar
la imagen de los pacíficos anticastristas de víctimas a victimarios
constituiría el único modo de hacerlos vulnerables respecto a la oponión
pública nacional e internacional.
Quienes sostienen esta forma de anular a la oposición cívica no olvidan
que existe fuera de Cuba un mundo que los observa y evalúa. Pero, así y
todo, la desesperación aumenta entre la nomenklatura raulista, y algunos
piden que se ponga en práctica la "variable amarga" de la represión.
http://www.ddcuba.com/derechos-humanos/8605-la-variante-amarga-de-la-represion-castrista
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