Patricia Grogg
2011-04-18•Al Frente
Con la recomendación de limitar a una sola reelección los cargos de
gobierno, y garantizando la canasta de alimentación subsidiada hasta
estabilizar la producción, el presidente Raúl Castro puso en marcha el
sábado el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
El gobernante PCC se propone modificar su estilo y métodos de trabajo
para afrontar los desafíos de la modernización del modelo económico sin
renunciar al socialismo, tema que concentra la atención del encuentro
partidario inaugurado el sábado.
La cita, que sesionará a puertas cerradas hasta este martes, definirá
las reformas y cambios económicos encaminados a actualizar el modelo
económico del país. Los asuntos internos del PCC quedarán para una
Conferencia Nacional que se realizará a finales de enero de 2012.
Los cambios que se avecinan en esa agrupación política, definida
constitucionalmente como "fuerza dirigente superior de la sociedad y el
Estado", son necesarios para responder a esa tarea como vanguardia
organizada de la nación cubana, según el informe central del congreso
leído por el presidente de Cuba, Raúl Castro, al dejar instalado el
encuentro.
Hemos arribado a "la conclusión de que resulta recomendable limitar, a
un máximo de dos periodos consecutivos de cinco años, el desempeño de
los cargos políticos y estatales fundamentales", dijo Castro al
referirse a la necesidad de garantizar "el rejuvenecimiento sistemático
en toda la cadena de cargos administrativos y partidistas".
Aclaró al respecto que esa "cadena" va "desde la base hasta los
compañeros que ocupan las principales responsabilidades, sin excluir al
actual presidente de los consejos de Estado y de ministros ni al primer
secretario del Comité Central que resulte electo en este VI Congreso".
"Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien
distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no
consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones",
agregó el mandatario.
Castro, segundo secretario del Comité Central del PCC, confía en que el
reforzamiento sistemático de la institucionalidad en el país "será a la
vez condición y garantía imprescindible para que esta política de
renovación de los cuadros jamás ponga en riesgo la continuidad del
socialismo en Cuba".
El relevo generacional es una preocupación expresada en más de una
ocasión por el gobernante de 79 años que asumió la jefatura de Estado en
febrero de 2008, luego que su hermano mayor, Fidel Castro, enfermó
gravemente en julio de 2006 y renunció a sus cargos al frente del PCC,
del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Además de decidir el diseño del modelo económico que se espera
contribuya a resolver los problemas inmediatos del país y de su
desarrollo económico y social, los mil delegados que asisten el cónclave
deben elegir un nuevo Comité Central, que a su vez designará de su seno
al Buró Político, al primer y segundo secretario y al resto del
secretariado.
La recomendación del presidente Castro al Congreso del PCC de adoptar el
principio de límites de mandatos, por dos periodos de cinco años,
representa un paso histórico hacia la creación de formas institucionales
y colectivas de liderazgo", comentó en entrevista Arturo López-Levy,
investigador y académico cubano residente en Estados Unidos.
Otro aspecto por resolver mencionado por Castro apunta a recuperar la
división de funciones y responsabilidades entre el PCC, partido único y
en el poder desde el triunfo de la Revolución en 1959, y las
instituciones del Estado y gobierno. La confusión de tareas debilita el
trabajo de la agrupación política y deteriora la autoridad, entre otras
consecuencias, comentó el gobernante.
"Estamos convencidos de que lo único que puede hacer fracasar a la
Revolución y el socialismo en Cuba, poniendo en riesgo el futuro de la
nación, es nuestra incapacidad para superar los errores que hemos
cometido durante más de 50 años y los nuevos en que pudiéramos
incurrir", indicó.
El congreso centrará sus discusiones en el documento conocido como
"Lineamientos de la política económica y social", que previamente fue
sometido a debates populares, en los que participaron casi nueve
millones de personas, según datos oficiales. Las sugerencias y
observaciones llevaron a la reformulación de 68 por ciento de los
lineamientos.
Uno de los asuntos más debatidos fue la eventual eliminación del sistema
normado (racionado) a precios subsidiados de abastecimiento alimenticio.
Sobre el tema, Castro garantizó que ese régimen de distribución no se
suprimirá sin previamente crear las condiciones con niveles estables de
producción y ofertas de productos y servicios a precios accesibles a
todos los ciudadanos.
Para satisfacer la demanda de su mercado interno, Cuba gasta en
alimentos alrededor de mil 500 millones de dólares, especialmente por la
compra de granos, como arroz y frijol, carne de pollo y aceites, entre
otros. Autoridades del sector se quejaron que el aumento de precios
elevará la factura en 25 por ciento más de lo previsto.
Según los estatutos del PCC, "el congreso examina y señala las vías para
la solución de los problemas más importantes de la construcción del
socialismo y aprueba los lineamientos y programas estratégicos para el
desarrollo económico, social y cultural de la nación".
Previstos para realizarse cada cinco años, su sexta edición debió
realizarse en 2002, pero fue postergado, según fuentes oficiales, por
las urgencias económicas de ese momento y luego por la enfermedad, en
2006, del ex presidente Fidel Castro.
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