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Monday, March 14, 2011

Biscet y su mes de abril

Publicado el lunes, 03.14.11

Biscet y su mes de abril
By GINA MONTANER

Ha pasado la mayor parte de su vida adulta entrando y saliendo de las
prisiones de Cuba. Oscar Elías Biscet, el preso de conciencia más
emblemático del Grupo de los 75, fue liberado el viernes pasado. En 2003
el gobierno cubano lo acusó de subversión, un delito que en los sistemas
totalitarios es sinónimo de la lucha a favor de la democracia.

Biscet pudo haber escogido la senda plegada y cobarde del policía
cibernético, que en un vídeo que ha dado la vuelta al mundo les enseña a
sus compañeros de la Seguridad del Estado cómo desarticular a la
oposición pacífica y a los blogueros que intentan conectarse con el
exterior por medio de las redes sociales. A fin de cuentas el célebre
opositor se formó con la revolución y, tras haberse graduado de la
facultad de medicina, pudo haber tenido una carrera fulgurante a la
sombra del Partido Comunista. Sin embargo, Biscet descubrió muy pronto
que su vocación pacifista y al servicio del prójimo estaba reñida con un
sistema despiadado que despoja al individuo de sus libertades más
básicas. Así fue cómo comenzaron sus procesiones por centros de
detención; sus huelgas de hambre; sus protestas en la calle soportando
el asedio de las turbas de repudio.

Qué vidas tan dispares la del gendarme de Internet y la de Oscar Elías
Biscet. Uno al servicio de la represión y el otro permanentemente
perseguido por hablar libremente. El primero, un cancerbero de la
tiranía, en las imágenes difundidas ofrece sin rubor una disertación
acerca de los métodos necesarios para aplastar a la disidencia. El
segundo aparece en un vídeo de principios del año 2000 clamando a viva
voz en la calle ``Vivan los derechos humanos'', a la par que la policía
secreta lo mete en un auto a empellones. En tan sólo un minuto y en una
breve instantánea, Biscet destila la esencia del héroe solitario capaz
de trascender el miedo palpable que inspiran los verdugos.

arafraseando una bella canción de Joaquín Sabina, a Oscar Elías Biscet
le han quitado el mes de abril y tienen nombre propio quienes le han
arrebatado los mejores años de su vida: Fidel y Raúl Castro, los
hermanos malasombra al frente de una esclerotizada dictadura que ya
apesta a difuntos y flores. Hoy, ocho años después de su último
encarcelamiento, este activista de corte gandhiano vuelve a la vida con
las secuelas de las golpizas y el maltrato diario que ha recibido en
prisión. Biscet, al igual que otro puñado de presos políticos de la
causa de la Primavera Negra de 2003, ha aceptado su excarcelación con la
condición de no ser obligado al destierro. Por el momento su intención
es permanecer en la isla. No sería extraño que vuelva a proclamar
``Vivan los derechos humanos'' a plena luz del día.

Cuando concluya la pesadilla de medio siglo de castrismo, en Cuba
ocurrirá como en tantos otros países donde la reconstrucción ha pasado
por reivindicar y desagraviar a quienes lucharon por la libertad. Será
el momento de cambiar los nombres de calles y plazas que hoy arrastran
el lastre de los arquitectos de la tiranía. Una de las grandes avenidas
que desembocan en la luminosidad del mar se merece llevar el nombre de
Oscar Elías Biscet. Al esbirro cibernético, en cambio, no lo recordarán
ni en un miserable callejón. Son las inevitables consecuencias de dos
vidas paralelas pero con finales bien distintos.

Twitter: @ginamontaner

www.firmaspress.com

http://www.elnuevoherald.com/2011/03/14/902820/gina-montaner-biscet-y-su-mes.html

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