2009-09-23.
Mario José Delagdo González, Fundación LGBT
(www.miscelaneasdecuba.net).- Pensaban que el hambre, la sed y el frió
iban a doblegarme. Que con las ratas de las celdas y condiciones
infrahumanas del presidio iban a poder captarme.
¡El tiro les salió por la culata!
No voy a negar que tuviera miedo mientras se me golpeaba a mí y a Belkis
antes de ser llevado a la prisión de Villa Marista., como tampoco negaré
el sentimiento de odio e impotencia al estar excluido de la sociedad
aquellos días, porque ese sentimiento es inherente al ser humano.
Y aunque contraje una fuerte gripe que no es ni la influenza del virus
H1N1, ni tuberculosis, aunque pudo haber pasado, tras lo impredecible
que se convierte ser un convicto en cárceles cubanas, no dude nunca de
salir con la pandemia que en estos momentos azota el mundo.
A obscuras, saciado de humedad, polvo, churre y graffiti, nos
encontrábamos Belkis y yo solos en una misma celda, dándonos ánimo uno
al otro, tras las insultantes burlas de los oficiales y carceleros al
servicio de los homofobos Castros y de la supuesta defensora de los
derechos sexuales de la comunidad LGBT cubana, Mariela Castro Espin.
El comedor daba ganas de llorar y la comida ganas de gritar. No
queríamos probar alimento pero tuvimos que hacerlo a pesar de ser un
suicidio. La comida daba asco.
No entiendo como Belkis permaneció en un presidio de hombres siendo ella
mujer, sin tener conflictos, cuando éramos llevados esposados por dos
oficiales al comedor,. Solo se que algunos de los guapos de verdad, de
los verdaderos delincuentes y problemáticos de la sociedad nos
preguntaron el porque de nuestra estancia, cuando los oficiales que nos
custodiaban se alejaban de nosotros, a lo que respondimos-Somos
activistas pro-derechos humanos de la comunidad LGBT.
Pensé que seria nefasta la reacción, pero fue todo lo contrario. Vimos
el apoyo de los bisexuales, los gays y los heteros por el valor de
oponernos a las mentiras gubernamentales.
Después de ese tercer día, a Belkis y a mi nos llevaron a diferentes
celdas, sin saber cada uno que pasaba con el otro, y si estábamos en el
mismo presidio.
Fue ese momento decisivo el que decidiría nuestro destino, ya que ambos
habíamos acordado, que si por cualquier motivo nos separaban, nos
plantaríamos en huelga de hambre, estuviésemos donde estuviésemos.
No nos vimos más hasta el quinto o sexto día en que un policía pretendió
que cayéramos en la trampa de la desconfianza mutua, haciéndonos creer
chismes del uno hacia al otro para que entráramos en el careo y la
ruptura de nuestra amistad. Suerte que Belkis fue inteligente y no cayó
en cebo como pez, así como tampoco yo caí.
Cada día con 4 exhaustivos interrogatorios de una hora cada uno, nos
exigían que abortáramos el primer Mr. Gay Habana que se realizaría en breve.
Los interrogatorios nos lo hicieron por separado. Sin embargo, un
oficial de la Seguridad del Estado cual nombre nunca me reveló, se
atrevió a decir que con nuestra actitud perjudicábamos la labor de
Mariela Castro y del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX a
favor de la erradicación de la homofobia en Cuba, y que el Mr. Gay
Habana no podía realizarse porque ponía en peligro intereses de Estado y
de Gobierno.
Me entro un ataque de risas y lo único que atine a decir es que lo que
Belkis y yo estamos viviendo y las noticias que de seguro están en el
ciberespacio es lo que afecta la reputación de Mariela, porque el Mr.
Gay Habana es una actividad apolítica y con un fin cultural.
Entre el encierro, el hambre, los interrogatorios sin sentido y lo lento
de los días parecían meses de estancia. Estaba perdido en el tiempo.
Pase días sin ver la luz del sol y la luna y cada reloj de salón que
observaba cuando era conducido a interrogatorio marcaba una hora
diferente. Estaba perdido en el tiempo.
Creo que lo único que motivo a que nos pusiesen en libertad y nos
condujeran en una patrulla policial hasta la estación policial de la
zona 8 de Alamar y donde definitivamente se nos puso en libertad, es el
temor que tienen a que se arme un revuelo internacional donde intervenga
Amnistía y otras organizaciones de derechos humanos que cuestionen el
verdadero trabajo de Mariela, y nuestro pronto deterioro físico a causa
de nuestra abstinencia a ingerir alimentos.
Eso es lo que amedrenta a una política falsa y homófoba, que las
mentiras, los abusos y las violaciones de derechos humanos se vuelven
contra ellos mismos.
Hoy Belkis y yo pasamos una mala racha. Entre los sobresaltos, el temor
a volver a prisión, la fobia a la policía y a la Seguridad del Estado
cubano, la falta de apetito y el insomnio, son secuelas que atormentaran
nuestras vidas por un buen tiempo.
Y aunque me hago el fuerte para apoyar a Belkis, no demostrándole
cobardía, si le hago hincapié en que son gajes del oficio y que el echar
para atrás aunque es una elección, repercute en nuestro porvenir.
Nota: Belkis Belin no quiso colocar su foto en el blog por temor a
represalias por parte de la Seguridad del Estado.
LA ODISEA PRE Mr GAY HABANA - Misceláneas de Cuba (23 September 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=23054
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