Su hijo permanece aquí por... ¡Fidel!
By MANFRED ROSENOW
Especial para El Nuevo Herald
Yo soy cubano, llevo años en este país, y me naturalicé ciudadano de
EEUU hace muchos años. Tengo un hijo que por un accidente quedó
retrasado mental desde los 18 años. (Ahora tiene 32.) El no se pudo
nacionalizar estadounidense porque cayó preso varias veces por delitos
menores, pero tuvo dos causas por felonía, la primera por posesión y
venta de drogas, y la segunda por robo.
Por la primera, después de evaluaciones mandadas por el juez, la
sentencia fue de 14 días cumplidos y pagar el derecho de corte. La
segunda, fue de 364 días, que cumplió en 10 meses. (Todo el tiempo en
sala de siquiatría.)
Cuando salió, lo agarró Inmigración que lo puso en deportación, firmando
todos los años. Por medio de un abogado crimninalista y varias vistas en
corte, se le limpió el expediente criminal.
Mi pregunta: ¿se puede pedir una visita ante un juez de inmigración para
que le devuelvan su residencia que se la quitaron? Le doy las gracias
anticipadas por su respuesta.
Jorge Germán
Miami
A veces, cuando me siento desanimado, las amables cartas de mis lectores
''me levantan la moral'', como se suele decir, especialmente en los
casos cuando siento que puedo servir, ayudar y colaborar a que las
circunstancias de un consultante se resuelvan o, al menos, se hagan más
fáciles.
En otras --como la que me toca contestarle a usted--el efecto sicológico
sobre mí es contrario: me empieza a doler el corazón ante la
incomprensible miseria humana, la cuota de dolor que la mayoría de
nosotros pagamos por los altibajos de la vida, esa única existencia que
sólo nos dura pocos años comparados a la insondable longitud de la
Creación...
Ay, ¡para qué me pierdo más en esta clase de disquisiciones sin rumbo ni
propósito! Usted, mejor que nadie, sabe de lo que le estoy hablando...
Los problemas de su hijo, estimado amigo, no tienen solución. El golpe,
la enfermedad, o el traumatismo que sufrió, alteró para siempre la
normalidad de una existencia, aparte de la de él, inevitablemente de la
suya.
Usted me tiende un violín golpeado, descordado y despedazado, me pide
que le toque un concierto de Mozart o una sinfonía de Beethoven...Yo
deseo en mi corazón que su hijo, al menos, tenga sentimientos buenos de
afecto y de servicio hacia usted, su padre, y ojalá otras personas
cercanas a su vivir, pero en cuanto a comportamiento social, es decir,
en relación al resto de la sociedad, ésta no puede verlo más que como un
ser altamente indeseable.
Lo único que ha salvado a su hijo hasta aquí de una perentoria
deportación a su país es que tuvo la bendición de nacer... cubano. Los
nacidos en Cuba tienen en EEUU (desde 1959) privilegios extraordinarios
que no los comparte ninguna otra nacionalidad. El mayor de ellos es que
son indeportables.
Como una ironía del destino, ese privilegio se lo deben a ... Fidel (!)
(No a Inmigración o al gobierno de EEUU, que si no fuera por la negativa
de Castro a recibirlos, ya habría deportado a Cuba a varias decenas de
millares de cubanos.)
Su pueblo, apreciado amigo, es como todos los demás: hay gente buena (la
mayoría, gracias a Dios), y hay gente mala. Y, de corona, gente (¡poca!)
re-contra-super-archi mala... Su hijo es más bien un enfermo, que no un
perverso. Pero las instituciones norteamericanas no tienen cabida para
él. Lo que usted pregunta es claramente imposible. (Ojo: no se deje
engañar por quienes le prometan lo contrario...) Bendiciones para usted.
Y misericordia del de Arriba, para nuestro país...
MANFRED ROSENOW es un abogado y periodista de Miami especializado en
temas de inmigración. Escríbale a El Nuevo Herald, 1 Herald Plaza,
Miami, FL 33132.
Su hijo permanece aquí por... ¡Fidel! - Línea de inmigración - El Nuevo
Herald (11 June 2009)
http://www.elnuevoherald.com/inmigracion/linea_de_inmigracion/story/472200.html
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