La nueva ofensiva contra la prensa
He aquí la amenaza más inmediata contra la democracia en las Américas: 
un movimiento sincronizado de varios presidentes autoritarios para 
silenciar a los medios de comunicación independientes en toda la región.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, un discípulo del presidente 
venezolano Hugo Chávez, dijo en días recientes que cuando asuma en julio 
la presidencia de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) propondrá 
la creación de un mecanismo regional para defender a los gobiernos 
contra las críticas de los medios de comunicación.
No estoy bromeando. En lo que se consideraría un disparate en cualquier 
democracia moderna del mundo, Correa dijo el 28 de mayo que propondrá 
''la creación de instancias que defiendan a los ciudadanos y a los 
gobiernos legítimamente electos de los abusos de la prensa''. La 
propuesta fue inmediatamente respaldada por Venezuela y Bolivia, cuyos 
presidentes constantemente se refieren a cualquier crítica que les hace 
la prensa como ``terrorismo mediático''.
Lo que es peor, todo esto ocurre en el momento en el que Correa está 
usando artimañas administrativas para cerrar la estación televisiva 
Teleamazonas, y justo cuando Chávez ha ordenado públicamente a los 
ministros de su gabinete que cierren Globovisión, la emisora de 
televisión más independiente de Venezuela. Chávez ya cerró, en el 
2007,RCTV, la emisora más antigua del país.
Durante su discurso radial semanal del 30 de mayo, Correa dijo que 
emprenderá acciones legales para ''acabar con la prensa corrupta'', o 
sea, la que no es de su agrado. Horas más tarde, el Consejo Nacional de 
Telecomunicaciones de Ecuador, CONARTEL, impuso una sanción de $20 a 
Teleamazonas por emitir imágenes de una corrida de toros en el horario 
de las 6 de la mañana a las 21 horas de la noche, en el que se prohíbe 
emitir corridas de toros.
Una segunda violación --por inocente que sea-- podría provocar la 
suspensión del canal durante 90 días, y una tercera, su cierre 
definitivo, según las leyes ecuatorianas.
En Venezuela, el 28 de mayo, Chávez le pidió a la fiscal general del 
país y al ministro de obras públicas que ''inicien acciones'' contra 
Globovisión, o renuncien a sus cargos. El gobierno de Chávez ha iniciado 
una investigación contra Globovisión por supuestamente ''incitar al 
pánico'', por haber informado antes que los medios oficiales el 4 de 
mayo sobre un terremoto que estaba sacudiendo a Caracas. Globovisión fue 
el primer medio en informar --correctamente-- que el terremoto era de 
una magnitud de 5.4.
Carlos Lauria, director para Latinoamérica del Comité Para la Protección 
de los Periodistas, de cuyo directorio soy miembro, me comentó que: ``Es 
insólito que en la reunión anual de la OEA el 2 de junio, se hayan 
pasado todo el tiempo hablando de la readmisión de Cuba, y nadie 
mencionó los ataques gubernamentales contra los medios que se están 
produciendo hoy en día en Venezuela, Ecuador y otros países''.
En una declaración conjunta de fines de mayo, los relatores especiales 
para la libertad de expresión de la OEA y las Naciones Unidas --que 
operan con cierta autonomía-- emitieron un comunicado expresando su 
''preocupación'' por las declaraciones del gobierno venezolano que, 
según decían, ``generan una atmósfera de intimidación en la cual el 
derecho a la libertad de expresión se ve seriamente limitado''.
Cuando le pregunté su opinión sobre la reciente propuesta de Correa de 
crear un mecanismo regional para defender a los gobiernos de los medios 
independientes, la Relatora Especial de la OEA Catalina Botero me dijo: 
``No conozco los detalles de la propuesta. Pero creo que lo más 
necesario sería fortalecer las instituciones que defienden la libertad 
de expresión contra los ataques de los gobiernos, y no al revés''.
Mi opinión: No podría estar más de acuerdo. Lo más desalentador de los 
recientes ataques contra la prensa no es que los presidentes 
narcisistas-leninistas de Ecuador y Venezuela intenten silenciar a los 
medios independientes --después de todo, necesitan acallar a sus 
críticos para poder perpetuarse en el poder-- sino que las principales 
democracias de la región no se hayan pronunciado al respecto.
Según la Carta Democrática de la OEA, los 34 países miembros de la 
organización tienen la ''obligación de promover y defender'' la 
democracia, incluyendo la libertad de prensa.
Sin embargo, ¿donde están las protestas oficiales por los recientes 
ataques a los medios a la región? No se escucha ni una palabra al 
respecto de los presidentes de los principales países democráticos, 
mientras avanzan estas propuestas de crear mecanismos legales para 
silenciar a los medios independientes, ni ante las amenazas contra 
Teleamazonas y Globovisión, para que no sigan la misma suerte de la 
venezolana RCTV hace dos años.
Si las democracias de la región siguen haciéndose las distraídas, 
estarán contribuyendo a la creencia de que los tratados interamericanos 
sobre la democracia y las libertades fundamentales son un chiste, y 
estarán cavando su propia fosa.
La nueva ofensiva contra la prensa - América Latina - El Nuevo Herald 
(11 June 2009)
 
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/v-fullstory/story/472199.html
 
 
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