Moisés Leonardo Rodríguez
LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - Tapar con nylon el botiquín
del baño y el estante de la cocina es lo primero que debe hacer Ileana
cada vez que llueve en Cabañas, debido a que su domicilio está
parcialmente destechado desde el azote de los ciclones Gustav y Ike, el
pasado año.
Al finalizar la lluvia comienza el achique de las habitaciones, en las
que el nivel del agua alcanza hasta dos pulgadas. Las maderas de ambos
techos están a punto de convertirse en inservibles por su exposición al
sol y el agua durante meses.
El papel de techo que impermeabilizaba los techos del baño y la cocina
volaron hecho pedazos bajo el empuje de los vientos de los meteoros que
salieron al mar por zonas pinareñas cercanas a su domicilio, en el
municipio Mariel.
Dos días después del paso del último ciclón, recibió Ileana de los
Ángeles Iglesias, directora de la biblioteca independiente Simón
Bolívar, la visita de la delegada del poder popular de su
circunscripción acompañada de tres representantes de la burocracia local
para tomar nota de los daños.
Al sugerirle Ileana que le vendieran tejas pues podrían sustituir al
papel de forma más duradera, pues con cada ciclón o vientos fuertes que
soplen, se vuela el papel de nuevo. La delegada respondió
categóricamente que ellos solo reponían el mismo material que se había
dañado.
Esto último confirma, una vez más, el rol de poleas trasmisoras que
juegan estas personas con cargos intermedios, y su incapacidad de
decisión a favor de los que supuestamente les elijen.
A casi un año de la visita de inspección, de las insistentes noticias de
recuperación en los medios de propaganda oficial y de informes que van y
vienen convoyados con mentiras de todo tipo, la casa de Ileana, como las
de muchos otros residentes de la zona, sigue sin restaurar, ya que no se
ha vendido material alguno para las reparaciones.
Pero no es sólo en Mariel; una vecina del antiguo central Pablo de la
Torriente Brau, del municipio Bahía Honda, en Pinar del Río, dijo a este
reportero que en esa zona ocurre algo similar. Ella tiene por vecinos a
personas cuyas casas sólo perdieron una teja, y han sido beneficiados
con materiales procedentes de donaciones para reparar los techos
completos, mientras que algunos de los realmente afectados aún esperan
en refugios u ocupando sólo parte de sus viviendas por falta de techo.
"Las comisiones de vecinos que forman para asignar en venta los
materiales dan prioridad y favorecen a algunos de los suyos pero no
responden a las necesidades de la gente de a pie" –recalcó.
Una prueba de la corrupción generalizada es que a Ileana le propusieron
rollos de papel de techo a un precio tres veces y media mayor que el
oficial, que es de 40 pesos cada rollo.
La negativa del gobierno a recibir ayuda humanitaria brindada por
terceros, en particular por Estados Unidos, no obedece a que se cuente
con los recursos necesarios y la capacidad para solucionar los males
causados por los ciclones, sino que forma parte de la soberbia
característica de los gobiernan el país.
corrientemartiana2004@yahoo.com
Sin techo ni esperanzas (11 June 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/junio09/11_C_3.html
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