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Thursday, June 04, 2009

LAS REGLAS DE JUEGO DE LOS HERMANOS CASTRO

LAS REGLAS DE JUEGO DE LOS HERMANOS CASTRO
2009-06-04.
Dr. Darsi Ferrer
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana, 3 de junio de 2009.- Los
gobiernos de regímenes totalitarios se aferran al poder valiéndose del
aislamiento que le imponen a sus sociedades.

El esquema que utilizan es muy simple: buscan la confrontación a nivel
internacional, en el caso de Cuba con los EE.UU., para fabricar un
enemigo externo, llevar a la sociedad al aislamiento y apelar a la
justificación ante sus pueblos de la supuesta necesidad de estar unidos
para defenderse de ese enemigo foráneo.

El resultado siempre es el mismo; conculcan las libertades y derechos de
los ciudadanos, con el argumento del sacrificio por ideales superiores,
como es la defensa de la "patria", que es igual a defender la
"revolución"- el "gobierno"- el "partido comunista", o sea, el "máximo
líder". Esto se traduce en que la élite gobernante secuestra a la
población y la mantiene de rehén para satisfacer sus necesidades y
ambiciones de poder.

La nación cubana, igual a las demás, está ubicada en un contexto
internacional con el que interactúa. La realidad que vive el país es
resultado de los acontecimientos nacionales y de las influencias del
exterior.

El gobierno ha logrado persistir durante medio siglo por la
determinación de la casta en el poder, que impone sus designios a cuenta
de los mecanismos represivos y del control absoluto que ejerce sobre la
sociedad, y la ayuda que les representa la política hacia a Cuba de
diversos sujetos internacionales, entre los que sobresalen por su
significación la desaparecida URSS, el gobierno de EE.UU., la Unión
Europea y los gobiernos de América Latina.

Si los únicos actores presentes en la problemática cubana fueran la
clase en el poder y el pueblo excluido, la situación podría solucionarse
por el esfuerzo y la lucha solitaria de los cubanos que desean el
restablecimiento de la libertad y la democracia.

Esto no es así. Durante muchos años la desaparecida URSS fue la
encargada de subsidiar con enormes recursos a la "revolución". Con la
caída del muro de Berlín se desató internamente una grave crisis
económica que conllevó a una etapa de inestabilidad social con serias
amenazas al sistema político.

Luego la responsabilidad del subsidio la asumió el gobernante populista
Hugo Chávez que, como tabla salvadora, es quien financia desde hace una
década la continuidad del régimen castrista con sus petrodólares.

También hay que sumar el embargo americano a Cuba, que constituye la
excusa perfecta que utilizan los hermanos Castro para justificar el
fracaso del modelo totalitario, además de ser su principal argumento
para mantener subyugada a la población de la Isla, porque ante la
"amenaza del imperio" refuerzan el cuadro de miedo paranoico y el pueblo
es obligado a prepararse constantemente para defender a la patria de ese
poderoso "enemigo", ello implica que el reconocimiento y la protección
de las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanos sea
secundario, y que cualquier malestar u oposición interna al régimen sea
catalogada como labor de mercenarios que están a favor de la potencia
extranjera que supuestamente agrede a la nación.

Además, el embargo unilateral de los EE.UU. poco daño provoca al
gobierno mientras contribuye al aislamiento de la población. Hay que
tomar como ejemplo que EE.UU. actualmente es el principal mercado del
gobierno cubano para la importación de alimentos y otros productos
agropecuarios, así como un importante mercado para la importación de
medicamentos, aunque es considerado el "enemigo" histórico.

Además, las remesas familiares que provienen del Norte se calculan en
unos mil millones de dólares anuales y constituyen el tercer renglón de
entrada de divisas de la economía nacional. Se conoce que por detrás de
la retórica belicista propia en las tortuosas relaciones entre Cuba y
EE.UU., ambos gobiernos de manera solapada e ininterrumpida han
sostenido durante años conversaciones de alto nivel sobre temas
militares, de narcotráfico, emigración, estabilidad regional, entre otros.

Como bloque la Unión Europea, con la excepción de unos pocos países,
mantiene una política hipócrita respecto a Cuba. En sus declaraciones
expresan un supuesto compromiso con la suerte del pueblo cubano mientras
toman en cuenta sólo al gobierno en sus relaciones con Cuba e ignoran a
la sociedad civil. Con esa actitud refuerzan la legitimación del
gobierno y contribuyen en el aislamiento que este le impone a la
sociedad civil.

Específicamente la Unión Europea mantiene programas de cooperación y
ayudas para el desarrollo con el gobierno de la Isla; estimula y
fortalece los lazos económicos, la inversión de sus empresarios en Cuba;
mantiene una política de acercamiento y de diálogo constructivo al más
alto nivel con las autoridades de La Habana bajo los términos trazados
por los hermanos Castro, o sea, las delegaciones de la Unión Europea que
viajan a Cuba se entrevistan con las autoridades pero no se reúnen con
representantes de la disidencia u otros actores de la sociedad civil,
los ignoran por completo.

Tampoco el bloque de los 27 extiende sus programas de cooperación y
ayudas a los sectores de la sociedad independiente del gobierno, como sí
hacen en las demás naciones subdesarrolladas.

Los gobiernos de América Latina se comportan de un modo cínico,
defienden a capa y espada al gobierno cubano en la arena internacional,
a nombre de una inexistente "unidad latinoamericana", que no se trata
para nada de que estén sensibilizados con el sufrimiento del pueblo, ni
se relaciona esa posición con el deseo de bienestar, progreso y justicia
para los cubanos, sino que es el modo que tienen de manifestar el
sentimiento antiestadounidense que albergan.

Esto se explica fácilmente al analizar que aunque todos los gobernantes
de América Latina han unido sus voces para exigir que termine el embargo
de EE.UU. a Cuba, y que se eliminen las medidas de presión adoptadas por
los americanos contra el régimen, como su suspensión de la Organización
de Estados Americanos, ninguno de esos mandatarios le ha pedido a las
autoridades cubanas que respeten las libertades de los ciudadanos ni que
implementen las bases democráticas que ellos garantizan a sus naciones.

Tampoco los gobiernos de Latinoamérica le extienden su mano a la
sociedad civil, la que mantienen completamente ignorada, y sólo
sostienen relaciones de cooperación con las autoridades del régimen.

Bajo estas reglas de juego establecidas por Fidel Castro desde que tomó
el poder, favorecido por la época de pleno apogeo de la guerra fría, es
muy difícil para el pueblo, que subsiste en extrema miseria, aislado de
las sociedades abiertas, dependiente del Estado hasta para suplir las
necesidades más perentorias, por sí sólo estar en capacidad de resolver
el problema nacional y forzar la apertura hacia una democracia y el
restablecimiento de la libertad en el país.

Todos los actores externos con influencia en el tema Cuba, aliados y
adversarios del castrismo, terminaron por seguir las pautas sentadas por
los hermanos Castro para la consolidación de su modelo político;
coadyuvan en la estratégica ruptura de los vínculos con la sociedad cubana.

Después de 50 años de posicionamiento tras el mismo esquema, las
naciones involucradas en la problemática nacional podrían empezar por
aplicar políticas coherentes hacia Cuba sobre la base de las realidades
y dejar de reforzar la permanencia del régimen totalitario, probadamente
fracasado y repudiado por la mayoría del pueblo.

Contrario a las apariencias, el principal capital de los hermanos Castro
no son los millones de dólares que tienen depositados en los paraísos
fiscales sino el encierro de la sociedad cubana, a la que tratan como
rehén o mercancía de intercambio para sus presiones y chantajes a la
comunidad internacional.

Esto se ha manifestado de diversas maneras, aún se recuerda la
exhortación del Sr. Fidel Castro a la dirigencia rusa, para que
asestaran el primer golpe a los EE.UU. con los cohetes nucleares
emplazados en la Isla, sin importarle para nada el peligro de exterminio
al que expuso a toda la población del país; de lo que fue la principal
industria, la azucarera, hace pocos años cerró más de la mitad de los
ingenios dejando cientos de miles de familias desamparadas sin ni
siquiera escuchar el criterio de ninguna de esas personas; tampoco se
pidió la opinión de los cientos de miles de trabajadores de la marina
mercante cuando el gobierno vendió toda la flota; en la actualidad es
crónica la carencia de médicos y pésimas las condiciones y la falta de
recursos de las instituciones sanitarias, lo que no impide que la
exportación de galenos supere la cifra de 30 mil, y que se le donen a
naciones de gobiernos aliados hospitales equipados con recursos y
tecnología moderna.

El otro Castro, actual gobernante, copia al carbón los mismos métodos
estalinistas. Lejos de adoptar medidas liberalizadoras que atenúen el
creciente deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos ante
los efectos de la crisis mundial y de la quiebra del régimen, confirma
su incapacidad al frente del gobierno con la insistencia en la
militarización de todos los estratos de la sociedad, la represión de los
mecanismos informales de sobrevivencia y las purgas periódicas de los
cuadros políticos que no le ofrecen confianza.

La cúpula gobernante no se resigna al fracaso del modelo totalitario y
refuerza su atrincheramiento en la parálisis política, y el
estancamiento económico y social. En su afán de conservar el poder a
toda costa empujan a la sociedad al caos, la anarquía y a un posible
estallido social.

La población no acepta pasiva su desfavorable situación y, aunque no
llega a manifestar su malestar organizando protestas políticas, responde
a una fuerte vocación pro-occidental resistiéndose mediante la
insubordinación social, económica y accediendo ilegalmente a tecnologías
que les tienen prohibidas.

Este hecho se confirma en el alcance del mercado negro, que ha calado a
todas las estructuras y niveles del Estado, y en la diseminación por
todo el país de las personas que captan de manera ilegal las señales
satelitales de televisiones extranjeras y los que navegan por la
Internet, entre otros.

Esperar por gestos positivos del castrismo es negar su naturaleza
despiadada y de total desprecio por el pueblo. No debe seguir olvidada
la población y, menos, aislada en el cerco del gobierno. Es hora de que
la comunidad democrática internacional identifique de una vez y tome en
cuenta que el protagonista del presente y del futuro próximo en Cuba es
el pueblo y no el gobierno con su desfasados y agónico modelo totalitario.

Los actores externos con influencia en la vida nacional, principalmente
EEUU y la Unión Europea, deben implementar políticas razonables que
incorporen mecanismos de integración entre la sociedad civil cubana y el
mundo libre.

A su alcance está ofrecer, por ejemplo, asesoramiento profesional,
promover los intercambios de estudiantes e intelectuales, los cursos de
superación en sus países, otorgar planes de becas para los estudiantes
de los sectores más excluidos, facilitar el acceso a tecnologías
modernas, Internet, entregar donaciones de ordenadores y soportes
tecnológicos, telefonía satelital, apoyo financiero para proyectos
humanitarios y sociales, distribución de literatura, estimular en sus
países que se practique la diplomacia ciudadana cuando viajen a la Isla,
entre otras muchas formas de extenderle la mano a la sociedad civil, sin
necesidad de que toda relación con Cuba quedé atrapada en el seno de las
organizaciones oficialistas de propiedad del Partido Comunista.

Ya ni siquiera es suficiente el mensaje del Santo Padre, Juan Pablo II,
cuando proclamó durante su visita a la Habana: "que Cuba se abra al
mundo para que el mundo se abra a Cuba". Urge que el mundo se abra a
Cuba, desborde a la sociedad cubana.

LAS REGLAS DE JUEGO DE LOS HERMANOS CASTRO - Misceláneas de Cuba (4 June
2009)

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=21054

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