Hilda Molina se reencuentra con su familia en Buenos Aires
A los Castro 'no les tengo una gota de rencor', dijo la neurocirujana al
abandonar la Isla.
Agencias | 14/06/2009
Desde la izquierda: Juan Pablo (nieto menor de Molina), Hilda Molina,
Roberto Carlos (nieto mayor) y Verónica Scarpatti (nuera). Detrás, a la
izquierda, Roberto Quiñones, hijo de la neurocirujana. Aeropuerto
Internacional de Ezeiza, Buenos Aires, Argentina, 14 de junio de 2009. (AP)
Desde la izquierda: Juan Pablo (nieto menor de Molina), Hilda Molina,
Roberto Carlos (nieto mayor) y Verónica Scarpatti (nuera). Detrás, a la
izquierda, Roberto Quiñones, hijo de la neurocirujana. Aeropuerto
Internacional de Ezeiza, Buenos Aires, Argentina, 14 de junio de 2009. (AP)
La neurocirujana cubana Hilda Molina se reencontró en la mañana de este
domingo con su hijo, Roberto Quiñones, en el aeropuerto internacional de
Ezeiza, en Buenos Aires.
"Gracias a Dios y a todos, a todos los que ayudaron para esto; un beso
para todos, estoy muy emocionada", alcanzó a decir Molina a la prensa
antes de pasar a la zona VIP del aeropuerto, según informó la agencia
argentina Télam.
La médica de 66 años fue recibida con un ramo de flores que le
entregaron sus nietos, a los cuales no conocía.
Más tarde, a las puertas de la casa de su hijo, Roberto Quiñones, a las
afueras de Buenos Aires, y poco antes de dirigirse a un hospital de la
capital argentina, donde permanece ingresada su madre, Molina dio más
declaraciones a la prensa.
"A mi mamá no la voy a dejar, ojalá me la pudiera llevar a Cuba (...)
Voy a quedarme todo el tiempo que requiera su salud", dijo, informó EFE.
Añadió que Morejón sufrió una descompensación cardiaca, y que la llegada
de su hija "va a ser una medicina para ella" y "un gran alivio".
La neurocirujana afirmó que desde que supo del empeoramiento de la salud
de su madre, Hilda Morejón, de 90 años, comenzó a escribirle todos los
días una carta a Raúl Castro, para que la dejaran viajar a Argentina.
En las misivas, le escribió que su mamá estaba grave, que se podía morir
y que, si quería, estaba dispuesta a ir a un templo católico y jurar
ante Dios que volvería a Cuba cundo "le cerrara los ojos" a su madre.
"Esto no es un favor, esto un derecho que me lo han violado durante 15
años", afirmó Molina y dijo a los cubanos que no deben "limosnear" sus
derechos.
De sus nietos, Roberto Carlos, de 13 años, y Juan Pablo, de 8, dijo que,
en vez de cohibirse, la han tratado como si la hubieran conocido "de
toda la vida".
En cuanto a su hijo, Roberto Quiñones, afirmó: "Pensando que estaba
construyendo para él una sociedad mejor, perdí de su niñez y de su
adolescencia momentos que no se repiten. Mi madre me lo crió. Pero yo
pensé que estaba trabajando por su futuro y que luego podría disfrutar
de mis nietos".
"Por eso les digo a las mujeres que la profesión más importante es ser
madre, y que no hay ideología, ni política ni trabajo que supere al
trabajo de una madre", añadió.
Sin 'una gota de rencor'
En La Habana, antes de abordar el vuelo que la llevó a Argentina, Molina
afirmó que partía sin "una gota de rencor", reportó la AFP.
"No tengo ningún problema con ellos (Fidel y Raúl Castro); no estoy de
acuerdo con su gobierno pero eso no quiere decir que dé criterios malos
de ellos como personas porque no estoy educada de esa forma, ni les
tengo una gota de rencor", dijo la neurocirujana, a quien el régimen
impidió durante 15 años salir del país para reunirse con su familia.
"Yo le agradezco como persona al gobierno cubano, como familia, pero lo
debían haber hecho hace 15 años (permitirle viajar). Lo que sería bueno
es que todos los cubanos pudieran salir del país", manifestó Molina a la
prensa.
La neurocirujana, quien fue militante del Partido Comunista en los años
ochenta, miembro de la Asamblea Nacional del Poder Popular y directora
del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), sostiene
que la negativa a concederle el permiso de salida de la Isla fue una
especie de "venganza" o "escarmiento" por sus divergencias con el gobierno.
Según Fidel Castro, Molina fue destituida de su cargo en el CIREN en
1994 bajo la acusación de querer apropiarse de la institución en una
eventual caída del socialismo.
Molina afirma que su ruptura con el régimen se debió a su oposición a
las investigaciones con células madre y a sus críticas por que el CIREN
estuviese convirtiéndose en una clínica para extranjeros.
La médica recibió durante su carrera algunas de las máximas
condecoraciones que otorga el régimen. En su sitio en internet, asegura
que las devolvió, informó Reuters.
"Pienso regresar (a Cuba), ojalá que mi mamá mejorara para volver las
dos juntas. Ni me voy a dedicar a la política, ni voy a hacer política,
ni grupos anticastristas. Yo sirvo para ver enfermos", dijo Molina en el
aeropuerto de La Habana.
"Quisiera que el señor Fidel Castro mejorara, que viva en paz, y que el
general Raúl Castro tuviera también ideas que mejoren las cosas que yo
creo que deben mejorar en Cuba", afirmó.
La madre de Molina, de 90 años, fue autorizada por el gobierno a salir
de la Isla en mayo de 2008 y se encuentra en Argentina enferma, según la
familia.
Cristina Fernández recibió a la familia de Molina
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, recibió este
sábado al hijo, la nuera y los nietos de Hilda Molina.
"Nosotros, como familia, le hemos dado las gracias a la presidenta por
el trabajo de años", dijo Roberto Quiñones a la prensa, luego de la reunión.
"La presidenta nos recibió con mucha sensibilidad, cariño y respeto;
estaba tan contenta como nosotros", añadió.
Tanto el ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria,
como Cristina Fernández "siguieron desde muy cerca el caso", que "fue un
logro de todos", dijo Quiñones, reportó Télam.
Verónica Scarpatti, nuera de Molina, alabó el trabajo que, dijo,
Fernández ha realizado a favor de su familia desde 2003 "con mucho tacto
y prudencia", y destacó que "mucho peso tuvo la sensibilidad de madre de
la presidenta" en las gestiones.
"Más que con la presidenta, estuvimos reunidos con una madre de
familia", añadió Scarpatti sobre el encuentro del sábado.
"Nuestro pedido fue siempre de índole familiar y lo seguirá siendo así",
dijo Quiñones. "Cuando las gestiones son discretas, cuidadosas y
respetuosas dan un mejor resultado", señaló. "No hay que hacer política
con este caso".
Asimismo, el hijo de Molina agradeció "sinceramente" y "sin rencores, ni
resentimientos" a Raúl Castro, por autorizar a su madre la salida del país.
"Cuba nos ha hecho sufrir, pero es un gesto valioso este que se logró,
que es mejor recibirlo tarde que nunca", dijo.
"Vamos a tratar de mirar para el futuro, no tener resentimientos, ni
broncas ni odio. Lo que nos interesa es la reunificación de la familia.
Lo demás no tiene sentido", añadió Quiñones, también médico de profesión.
En su opinión, "empieza a haber un cambio en Cuba".
"Deseo que estos permisos se revisen y haya una apertura para las
restricciones vinculadas a temas humanitarios o de familia", aunque "no
será de hoy para mañana, sino que llevará un proceso", afirmó.
Hilda Molina se reencuentra con su familia en Buenos Aires - Noticias -
Cuba - cubaencuentro.com (14 June 2009)
http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/noticias/hilda-molina-se-reencuentra-con-su-familia-en-buenos-aires-186342
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