La Organización de Estados Americanos resolvió abrir las puertas para
que Cuba retorne al organismo internacional. El gobierno castrista ha
rechazado esa posibilidad, pero muchos estiman que no podrá sostener por
mucho tiempo tal posición, más aún cuando se ha producido un cambio
favorable en los planteos de Estados Unidos.
viernes, 12 de junio de 2009
Después de 47 años, los cancilleres americanos dejaron sin efecto la
exclusión de Cuba de la Organización de Estados Americanos. Esta
decisión deja en un severo compromiso al régimen castrista que, como
primera reacción, decidió rechazar la medida y no retornar al organismo,
pero que lo va dejando sin argumentos en su política internacional.
Más aún cuando los países del continente aprobaron la iniciativa por
aclamación y presidentes como Hugo Chávez, de estrecho diálogo con el
gobierno cubano, calificaron a la medida de "una gran victoria
bolivariana", asegurando que la presencia de los países que integran la
"Alternativa Bolivariana de las Américas", fue fundamental para que el
tema cubano estuviera sobre la mesa de discusiones.
La resolución que castigó a Cuba con la expulsión de la OEA fue aprobada
en Uruguay, en 1962, cuando se impuso que la adhesión de cualquier
miembro del organismo al marxismo-leninismo era incompatible con el
sistema interamericano y "el alineamiento de tal gobierno (por el
cubano) con el bloque comunista quebranta la unidad y la solidaridad con
el Hemisferio". Esa acta fue aprobada por 13 votos a favor, uno en
contra (el cubano) y seis abstenciones, entre las que figuraba la Argentina.
En esos 46 años, las relaciones de Cuba con el resto de los países
americanos fue muy distante y enfrentada directamente con Estados
Unidos, que aplicó una política de bloqueo económico a la isla. Hubo
inclusive momentos difíciles, especialmente durante la época de la
Guerra Fría.
Sin embargo, en los últimos meses se han producido cambios importantes
en la política internacional. En Cuba asumió Raúl Castro en lugar de
Fidel y una vez que ocupó efectivamente la presidencia, en su primer
discurso al país dijo que en Cuba había un exceso de prohibiciones y
regulaciones y que comenzaría a eliminar las más sencillas. Levantó
entonces diferentes trabas legales que limitaban al pueblo, como el
acceso a hoteles y la renta de automóviles o permitir la libre venta de
teléfonos celulares.
Paralelamente revisó la política exterior con Rusia y México, una
apertura hacia Asia Menor y anunció que estaba dispuesto a iniciar
conversaciones con Estados Unidos, para terminar con las limitaciones
diplomáticas entre ambas naciones.
También hubo cambios importantes en la política exterior de Estados
Unidos. Barack Obama, en lo que ha denominado como la nueva era de la
diplomacia, ha dado pruebas suficientes de acercamiento a la isla, con
el anuncio de levantar la base de Guantánamo, suavizar el bloqueo
económico y ahora, en una decisión trascendente, impulsar la apertura
para la incorporación de Cuba a la OEA. La propia Hillary Clinton señaló
que resultaba fundamental que el consenso alcanzado por la iniciativa se
haya centrado "en el futuro y no en el pasado".
La resolución de levantamiento de la prohibición del ingreso de Cuba a
la OEA, destaca que el reingreso será el resultado de un proceso de
diálogo iniciado a solicitud del gobierno cubano y de conformidad con
las prácticas, los propósitos y los principios del organismo internacional.
Entre las exigencias de la Casa Blanca para apoyar la iniciativa,
aparece el planteo de la democratización de Cuba y el respeto a los
derechos humanos; es por ello que Raúl Castro se apresuró a señalar que
su país no regresará a la OEA, "porque se trata de una organización con
un papel y una trayectoria que Cuba repudia".
El tema pasa por conocer hasta cuándo el gobierno cubano podrá sostener
una posición irreductible. Ocurre que no puede dejar mal parados a los
países americanos que defendieron su posición durante años, entre ellos
el liderado por Hugo Chávez, porque el comunismo prácticamente ha
desaparecido en el mundo después de la caída del Muro de Berlín y
especialmente porque se queda sin argumentos en su rechazo al gobierno
norteamericano en razón de que el "enemigo del Norte" ya no es el mismo,
luego de la asunción de Obama.
Los analistas internacionales señalan que Cuba no podrá mantener por
mucho tiempo esta posición, en una postura coincidente con el pedido de
las democracias americanas, que reclaman que los cubanos puedan elegir
libremente sus autoridades y ejercer sus derechos ciudadanos,
actualmente conculcados. Sería para bien de los cubanos en particular y
de las relaciones entre las naciones americanas en general.
Diario Los Andes - El retorno de Cuba a la OEA (12 June 2009)
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/6/12/editorial-429310.asp
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