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Saturday, October 04, 2008

Los comunistas chilenos buscaron armas de Cuba, afirma Aylwin

Publicado el viernes 03 de octubre del 2008

Los comunistas chilenos buscaron armas de Cuba, afirma Aylwin
MANUEL FUENTES / EFE
SANTIAGO DE CHILE

El ex presidente chileno Patricio Aylwin, quien encabezó la transición
tras 17 años de dictadura, afirmó que el atentado frustrado contra el
general Augusto Pinochet fue una equivocación de los opositores más
radicales que ayudó a los moderados a derrotarle en las urnas.

''Nos ayudó un error grave que cometió el Partido Comunista, que fue
intentar asesinar a Pinochet e internar armas desde Cuba para una
revolución armada'', declaró Aylwin en una entrevista con Efe.

Al analizar las circunstancias del plebiscito para decidir si Pinochet
seguía en el poder hasta 1997, del que se cumplen 20 años este 5 de
octubre, Aylwin señala como un hito decisivo el ataque perpetrado el 7
de septiembre de 1986 por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, el
brazo armado del Partido Comunista.

''Eso generó el rechazo no sólo del régimen, sino también de los
opositores a la dictadura, que veíamos que ésa no era la vía por la que
podíamos derrotar a Pinochet'', declaró Aylwin, quien ayer recibió el
Premio ''Héroe por la Paz'' por su ``contribución a la construcción de
un país más fraterno''.

Patricio Aylwin (Santiago, 1919) fue cofundador del Partido Demócrata
Cristiano y opositor al gobierno de Salvador Allende (1970-1973) y en
diciembre de 1989, como candidato de la Concertación de Partidos por la
Democracia, ganó las elecciones presidenciales que marcaron el retorno
del país a la democracia.

Un año antes la dictadura chilena había convocado por primera vez en la
historia un referéndum para decidir sobre su continuidad y la oposición
albergaba el temor de que los militares no cumplieran con lo pactado.

''El plebiscito fue un desafío para la dictadura, pero también para los
demócratas, porque teníamos todas las de perder'', dijo.

''El gobierno planeó una franja televisiva igual para la campaña de
ambos bandos y eso nos dio la oportunidad de llegar a todos los rincones
de Chile; en eso jugaron limpio'', admitió Aylwin.

El ex presidente recuerda que el general Fernando Matthei, comandante en
jefe de la Fuerza Aérea y uno de los autores del golpe de Estado de
1973, llegó la noche del plebiscito a La Moneda y, molesto por el
silencio de Pinochet, reconoció ante los periodistas el triunfo del ``no''.

''Eso indudablemente debe haber frustrado los intentos que dicen que
hubo por parte de Pinochet y su sector más cercano de desconocer el
triunfo'', asegura.

A pesar de la victoria, los opositores optaron por no forzar la ruptura
total con el régimen militar y pactaron una transición consensuada.

''Pinochet había perdido el plebiscito, pero el problema es que se
mantenía en el poder'', puntualiza Patricio Aylwin, quien el próximo
domingo será el único orador, aparte de la presidenta Michelle Bachelet,
en el acto con el que la Concertación (coalición de centro izquierda en
el poder desde 1990) celebrará el vigésimo aniversario.

El nacimiento de la Concertación ''resultó más fácil de lo que cabía
pensar'', opina Aylwin, entre otras razones porque los izquierdistas
chilenos que se exiliaron en países comunistas durante la dictadura
``sufrieron una gran decepción y empezaron a valorar la democracia''.

A pesar de que durante su presidencia vivió momentos dramáticos en los
que temió el retorno de los militares al poder, Aylwin no pierde el
humor al relatar la primera conversación con Pinochet tras ganar las
elecciones.

``Yo le dije: mire general, creo que sería mejor para Chile, para mi
gobierno, para el Ejército y para usted que cuando yo asuma, usted se
retire''.

''No, señor, se equivoca, ¿no ve que nadie lo va a defender mejor que
yo?'', fue la contestación de Pinochet, quien a su juicio tenía razón,
porque había generales más jóvenes, con ambiciones, con los que la
naciente democracia habría corrido más riesgo.

Otro difícil momento que el paso del tiempo ha convertido en una
anécdota que le provoca sonoras carcajadas fue cuando tuvo que llamar a
Pinochet para recriminarle por unas declaraciones que había hecho su
esposa, Lucía Hiriart.

'No me diga `na', presidente, cuarenta años, cuarenta años...'' se
lamentó Pinochet, según recuerda Aylwin, quien comenta entre risas:
``tuve que consolarlo''.

El primer presidente democrático tras el golpe militar se muestra
convencido de que ``la democracia volvió a Chile para quedarse''.

''Habiendo desaparecido el comunismo, no hay motivos para que la derecha
trate de empujar a los militares'', dice.

Aylwin no cree en las encuestas que dicen que la mayoría de los chilenos
prefiere un gobierno de ''mano dura'', aunque admite que ``a la gente le
gustan los presidentes que golpean la mesa, que de algún modo demuestran
que mandan''.

''Pero no creo que esto lleve a poner en peligro el sistema
democrático'', enfatiza.

http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/story/295811.html

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