Juan González Febles
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - El diario Granma publicó
algunos trabajos críticos sobre las reevaluaciones realizadas desde el
exterior al gobierno del general Fulgencio Batista. Los trabajos
aparecieron firmados por Reynaldo Taladrid y por otros periodistas.
En ellos se acusó de batistianos a los cubanos que desde el exterior
analizaron desde ópticas más objetivas, los actos de una de las figuras
históricas más satanizadas por la propaganda castrista desde 1959.
Luego de estas escaramuzas mediáticas, Granma, en su edición del 14 de
mayo de 2008, se refirió a la excarcelación de Fidel Castro y el resto
de sus cómplices a partir de la amnistía dictada a ese efecto por el
gobierno de Batista. La excarcelación se produjo el 15 de mayo de 1955.
Después de asaltar un cuartel del ejército constitucional, en
condiciones de nocturnidad y alevosía el 26 de julio de 1953, Fidel
Castro y sus camaradas fueron amnistiados sin haber transcurrido dos
años de haber sido sancionados. Pocos años después, luego de pasar de
asaltante a Comandante, Castro nunca ha permitido que su régimen dicte
una amnistía.
Resalta la falta de compasión tanto del Comandante como la de su hermano
Raúl. Durante la era fidelista no hubo indultos. Tres jóvenes negros
fueron fusilados en 2003 sin respetar garantía procesal alguna. El
régimen mantuvo un presidio político cruel e interminable, sembró la
Isla de prisiones y en la actualidad mantiene encarcelados a más de
doscientos prisioneros políticos. Raúl Castro no ha dado pasos que
permitan pensar que su gobierno se disponga a mantener una conducta
diferente a la de su hermano.
Lo más significativo es como de forma continua llaman mercenarios a sus
adversarios políticos. Con total desfachatez emplean una y otra vez el
término. Pero lo cierto es que hasta este momento no tengo conocimiento
de alguien que defienda al gobierno cubano y que no le paguen por ello.
Ni en Rebelión.org ni en Cubadebate, sin olvidar a Granma y Juventud
Rebelde. Algunos, como es el caso de las damas y caballeros de la Mesa
Redonda, reciben automóviles, gasolina extra, conexiones de Internet
autorizadas, cuotas especiales de productos de aseo personal, viviendas
cómodas y 100 pesos cuc mensuales.
Los intelectuales al servicio del régimen reciben la consabida jabitas
de aseo, algunos la conexión a Internet, automóviles, y hay quien ha
recibido un apartamento bien situado. A esto, súmense viajes y los 100
pesos cuc, como mínimo. Cabría preguntarse: ¿Quiénes son los mercenarios?
Otro punto en la propaganda del gobierno es la satanización de los
Estados Unidos de América que, a pesar de esto, sigue siendo la tierra
de promisión para muchos cubanos de a pie. No hay pueblo en América
Latina y el Caribe más pro norteamericano que el cubano. Fracasaron en
este punto y bueno es señalar que cada quien escoge sus aliados y sus
amigos a voluntad. Hasta donde sé y conozco bien el tema, jamás ningún
disidente, opositor o activista ha recibido dinero de ningún diplomático
de la Sección de Intereses de Norteamérica (SINA) en La Habana.
De SINA algunos activistas pro democracia sí han recibido radios
portátiles, libros, revistas, cámaras fotográficas y una que otra
laptop. Mucho menos que lo que las legaciones diplomáticas cubanas a lo
largo del mundo reparten para ganar adeptos. Sucede que el régimen
cubano es tan vulnerable en el terreno político, que unas cuantas
grabadoras y unas pocas cámaras fotográficas pueden desestabilizarlo.
Otro aspecto que debe ser destacado es que ningún opositor se ha
referido a los Estados Unidos en los términos lacayunos en que solían
hacerlo los personeros de la dictadura cuando, luego de santiguarse,
mencionaban a la extinta Unión Soviética.
He conocido opositores dentro y fuera de Cuba que demandan el
restablecimiento de la Constitución de 1940, pero no conozco ninguno que
proponga incorporar a cualquier constitución una enmienda de fidelidad
eterna a ningún poder extranjero. No he conocido a ningún opositor que
proclame que desea ver como presidente de Cuba a ningún mandatario
extranjero.
Ni la dictadura militar argentina empleó la fuerza contra las Madres de
la Plaza de Mayo. Son los castristas en pleno raulato los que se
aprestan a emplear la fuerza contra las Damas de Blanco. ¿Por qué a
nivel internacional se le permite al gobierno cubano denigrar a sus
adversarios políticos llamándoles mercenarios?
En la víspera de una nueva reevaluación de su política hacia Cuba, sería
bueno que los países europeos tuvieran en cuenta estos detalles. No
debía permitirse emplear un lenguaje insultante y descalificador para
referirse a adversarios políticos que parten siempre del respeto a la
diferencia. Aunque en el caso que nos ocupa, estas sean antagónicas e
insalvables.
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