2008-05-22.
Guillermo Fariñas Hernández, Periodista Independiente, Cubanacán Press
Uno de los cambios más espectaculares dentro de la nación cubana, es sin
lugar a dudas la notable pérdida del Control Social por parte de quienes
gobiernan con respecto a los gobernados; por la ya constante protesta
verbal, sin que el poder pueda hacer algo efectivo, para detener esta
avalancha de críticas orales.
En la década de los años 60 del pasado siglo XX, la llamada Revolución
Cubana mantuvo un Control Político casi mayoritario sobre la población
isleña; si entendemos a éste como que las actitudes políticas de apoyo
al Castrismo eran asumidas por conciencia y con ausencia de presión, sin
que mediaran otros intereses por medio.
En cuanto al apoyo a las siempre radicales medidas tomadas por el
Gobierno fidelista, era proverbial el nivel de comprometimiento de la
gran masa de cubanos. No existía otro beneficio en cumplir una tarea
revolucionaria, con el sano orgullo del reconocimiento moral ante el
colectivo laboral, estudiantil o vecinal.
Estas utópicas posiciones se comenzaron resquebrajar en la sociedad
nacional, a partir de la entrada de la Comunidad Cubana en el Exterior
en los años 1978-79. Fundamentalmente en la parte de esta comunidad que
residía en los Estados Unidos de América, el cubano de a pie se percató
de algo; sus gobernantes les decían mentiras.
Cuando todos comprendieron que los exiliados no pasaban hambre, que no
se fotografiaban al lado de automóviles de otros; que los autos en que
aparecían en las fotos, sí eran de su propiedad y los conducían ellos
mismos, con dolor cayeron en cuenta que el nivel de prosperidad de sus
coterráneos era auténtico del primer mundo.
El impacto de la verdad conocida con la mayor de las crudezas por los
habitantes de la más grande isla del mar Caribe, trajo una alta
frustración a nivel social, que se manifestó con la ola migratoria por
la bahía del Mariel, ocurrida en el inolvidable 1980, en la cual
salieron desde Cuba 125 000 cubanos.
La sacudida ético-social que significó en la conciencia colectiva de los
seguidores del socialismo cubano que 1 millón y medio de ciudadanos se
presentaran ante las autoridades, para huir apresuradamente del país, y
la paralización parcial que trajo para los mecanismos estatales, fueron
amargas alertas para los gobernantes.
A partir de ese instante, con lentitud se impuso otra modalidad de
manipulación: El Control Social. Descrito como el modo de lograr, que
los sujetos sociales realicen lo indicado por la clase dirigente, pero
con el otorgamiento o la supresión de estímulos materiales, para
comprometerse a apoyar el régimen estatal.
La Causa Judicial Especial # 1 de 1989 contra el Héroe de la República
de Cuba y General de División Arnaldo Ochoa Sánchez, resultó un evento
traumático, donde se pudo observar el nivel de corrupción y prebendas de
la criticada oficialmente Sociedad Capitalista de Consumo que
disfrutaban los miembros de la nomenclatura criolla.
Con la caída del campo socialista de Europa del Este, durante los meses
finales del 1989 y la posterior desintegración de la Unión Soviética en
1991, arribó a la sociedad de la isla una perdida generalizada de
valores, donde las prostitutas eran más cotizadas socialmente que las
doctoras en medicina.
El día 31 de julio del 2006, se informaba al mundo y a los cubanos de la
enfermedad de Fidel Castro. Nada volvió a ser igual dentro de Cuba, el
líder del proceso comenzaba a morir. El hermano menor del gobernante
asumiría paulatinamente sus cargos. El 24 de febrero del 2008 fue
proclamado como nuevo presidente.
Un cuento popular ejemplifica la perdida del Control Social, con los
carretones de caballos en Santa Clara: "Hace 10 años tú ibas encima de
un carretón criticando al gobierno y te llevaban para la policía, pero
hace 5 años hacías lo mismo y te refutaban sobre el carretón, mas hoy
los revolucionarios oyen la crítica y miran hacia la calle."
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=15454
No comments:
Post a Comment