Freno a las reformas

Publicado el jueves 22 de mayo del 2008

DANIEL MORCATE:
Freno a las reformas

Apenas semanas después de crear la ilusión de cambios importantes en
Cuba, Raúl Castro le está echando el freno al proceso de reformas que
anunciara con bombos y platillos. El régimen que dirige junto a su
hermano moribundo anunció ya que mantendrá la prohibición del uso
particular de la internet, elevó exageradamente los precios de productos
cuya venta había autorizado por primera vez, mantuvo las prohibiciones
de viajar al exterior y advirtió que seguirá reprimiendo las
manifestaciones pacíficas de opositores políticos, como la que
protagonizaron las heroicas Damas de Blanco en La Habana el mes pasado.
Y es que el heredero del poder en Cuba enfrenta un inveterado dilema: o
gobierna por consenso o gobierna con puño de hierro, porque en esta
materia no existen los términos medios. El menor de los Castro intuye
que tiene que mantener el puño herméticamente cerrado, blindado y
amenazante porque, de lo contrario, se le va el poder de las manos.

La rápida regresión demuestra el carácter esencialmente estratégico que
tienen los esporádicos anuncios de reformas que hace Raúl Castro.
Sectores cada vez más amplios del pueblo cubano, hartos de vivir en la
indigencia y la desesperanza, están reclamando cambios que por lo menos
les devuelvan la expectativa de una vida mejor. El régimen adopta
reformas tibias, minuciosamente calculadas para generar la impresión de
que responde al reclamo popular. La estrategia es muy rentable para la
dictadura porque la ayuda a ablandar la opinión pública internacional.
La Unión Europea anunció ya que aprovechará la coyuntura de las
''reformas'' para buscar un nuevo acomodo con Cuba. México, que nunca
podrá cobrarle las deudas a La Habana, le abrió un nuevo crédito
millonario con la intención de aplacar por un tiempo a la vociferante
extrema izquierda mexicana. Y el Vaticano, como de costumbre, se ofreció
a reconocer la legitimidad del heredero a cambio de concesiones a la
Iglesia católica en la isla.

Con los cambios estratégicos, el régimen finge que muere un viejo
sistema y que nace otro en su lugar. Algunos cubanos avispados recogen
el reto implícito en la farsa y actúan como si de veras estuviera
surgiendo o pudiera surgir un sistema novedoso. El ejemplo más destacado
es el de la bloguera Yoani Sánchez, quien a golpe de comentarios lúcidos
y mordaces ha conquistado una precaria parcela de libertad personal en
la enorme cárcel que es Cuba. Pero se dan otros ejemplos. Algunos
intelectuales dentro de la isla censuran la falta de acceso a las
computadoras y la internet. Otros publican en el extranjero críticas
enérgicas al régimen. Y entre esos críticos hay antiguos oportunistas
que, a cambio de reconocimiento y prebendas oficiales, ayudaron a
destruir las libertades de los cubanos o justificaron la destrucción. El
régimen debe de estar especialmente preocupado por estos casos. Los
oportunistas cambian de bando cuando olfatean la derrota del bando que
abandonan.

Nadie sabe a ciencia cierta si asistimos al inicio del colapso del
castrismo. Pero sí sabemos que dictaduras como ésa suelen caer conforme
al mismo patrón: alguien pone en marcha cambios para aflojar las cadenas
que oprimen a la población, los cambios cobran un impulso irrefrenable,
la dinámica de los cambios barre con aquellos que los iniciaron y el
mundo tenebroso y represivo que todos padecían se desmorona. La mentira
cesa de ser el lenguaje universal. Los cubanos debemos permanecer
atentos a las posibles señales de esta dinámica. Algunos incluso pueden
contribuir a hacerla realidad.

http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/212058.html