Washington
Para las empresas extranjeras se ha vuelto muy complicado mover fondos
en dólares hacia y desde Cuba, y el gobierno tiene problemas para
financiar su misión en Ginebra.
Agencias
lunes 23 de julio de 2007 14:35:00
Un mayor escrutinio de las transacciones bancarias por parte de Estados
Unidos desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 ha llevado a
bancos europeos y canadienses a cerrar o restringir sus negocios con
Cuba, dijeron banqueros y ejecutivos, informó Reuters.
Washington incluye al gobierno cubano en su lista de patrocinadores del
terrorismo, junto con Corea del Norte, Irán, Siria y Sudán, y la Ley
Patriota estadounidense autoriza a confiscar activos y penalizar a
instituciones que no informen sobre operaciones de lavado de dinero y
financiamiento del terrorismo.
Uno de los resultados es que se ha vuelto muy complicado para los
empresarios extranjeros en La Habana mover fondos en dólares hacia y
desde Cuba, porque los bancos rechazan sus transacciones.
HSBC, Barclays, Credit Suisse, Royal Bank of Canada y Bank of Nova
Scotia, cerraron cuentas de empresas cubanas o redujeron las operaciones
vinculadas con la Isla desde el año pasado, para cumplir con las
regulaciones estadounidenses.
Las decisiones fueron confirmadas por los propios bancos, por fuentes
cubanas o por ejecutivos que negocian con Cuba.
"Los bancos canadienses dijeron a sus clientes que cerraran sus cuentas
y tarjetas de crédito porque tenían una dirección comercial en Cuba",
comentó el canadiense Mario Simonato, que vende vehículos y maquinaria
pesada a la Isla.
El propietario de la empresa King City Equipment Inc., con sede en La
Habana, está dirigiendo sus operaciones hacia China, debido a los
crecientes obstáculos impuestos por las autoridades canadienses que, en
su opinión, están cediendo ante las presiones de Estados Unidos.
Las restricciones bancarias están obstruyendo las operaciones
financieras de Cuba incluso más que el embargo comercial impuesto por
Estados Unidos desde 1962.
"No hace la vida imposible, pero sí ha vuelto más difícil encontrar un
banco dispuesto a abrir una cuenta", dijo un empresario europeo en Cuba,
que pidió no ser identificado.
Nueve de cada 10 bancos internacionales se niegan a abrir cuentas a
nombre de ciudadanos cubanos o empresas que operan en la Isla, añadió,
de acuerdo con Reuters.
"La llamada Ley Patriota le dio a las autoridades estadounidenses una
herramienta para lo que no podían hacer antes: perseguir a los bancos
extranjeros y obligarlos a cumplir con las sanciones", dijo.
ING Groep NV, el primer banco occidental importante en abrir en 1994 una
oficina en Cuba después del colapso de la Unión Soviética, anunció hace
dos semanas que cierra su representación en La Habana.
Aunque el banco holandés explicó que se trata de una decisión
exclusivamente de negocios, llega un año después de que Estados Unidos
pusiera en su lista negra al Netherlands Caribbean Bank, su asociación
con dos entidades financieras cubanas.
"Los bancos no quieren arriesgarse a ser multados por la Reserva
Federal. Bancos como el ING o HSBC tienen negocios más importantes que
Cuba," dijo Simonato.
Scotiabank cerró el año pasado la cuenta en dólares de la embajada de
Cuba en Jamaica y fue criticado por doblegarse a las reglas estadounidenses.
"Es una medida de eliminación de riesgo, un asunto simple relacionado
con nuestra capacidad de realizar transacciones en cuentas en dólares",
dijo Frank Switzer, portavoz del banco.
"Se aplica a cualquiera en la lista de sanciones de Estados Unidos", indicó.
La mayor multa en la historia del sistema bancario la impuso en 2004 la
Reserva Federal de Estados Unidos a UBS AG, el más importante banco de
Suiza.
UBS tuvo que pagar 100 millones de dólares por ayudar a Cuba, Irán,
Libia y la ex Yugoslavia a cambiar viejos billetes de dólar por otros
nuevos.
El banco suizo dijo que a fines del 2006 había "completado
sustancialmente" su retirada de las operaciones en Corea del Norte,
Cuba, Irán, Myanmar, Siria y Sudán.
"UBS tomó esta decisión en 2005 luego de su propia y cuidadosa
evaluación de los costos y beneficios de hacer negocios con contrapartes
en esos países", dijo Doug Morris, un portavoz del banco en Nueva York.
En su informe anual presentado en marzo ante la Comisión de Valores de
Estados Unidos, Credit Suisse dijo que finalizaría todas sus operaciones
con clientes corporativos y la mayoría de los bancos privados en los
cinco países sancionados por Washington.
Como los bancos suizos le volvieron la espalda, La Habana está teniendo
problemas incluso para financiar su misión ante Naciones Unidas, en
Ginebra, dijo un diplomático europeo en La Habana, según Reuters.
El mes pasado, el gobierno cubano denunció que UBS y el banco panameño
Banistmo, controlado por HSBC, rechazaron procesar el pago de su cuota
anual al Parlamento Latinoamericano.
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