2007-07-19.
Aini Martin Valero, Periodista Independiente, Cuba-Verdad
Heidi Sánchez Miranda es una joven de 24 años de edad, es siclémica
desde pequeña. Ha sufrido cárcel, maltrato y vejaciones de todo tipo.
Rechazada por su madre y marginada por la sociedad.
A los 17 años cumple prisión por reunirse con muchachos que, según el
Gobierno, eran delincuentes, por el solo hecho de no trabajar. Heidi es
madre de tres niñas, lleva más de 2 años tratando de lograr una vivienda
propia. Con la niña pequeña durmió en parques, funerarias, portales,
entre ellos el del Poder Popular de Regla, su pueblo natal.
A principios del 2006, una trabajadora social acompaño a Heidi al
albergue de Obras Marítimas (Municipio de Regla), donde rompieron la
puerta de un cuarto inhabitado, y Heidi pudo instalarse con su bebita de
solo 4 días de nacida.
Días más tardes, dos funcionarios de vivienda, sacan a esta madre
desesperada nuevamente para la calle. Sánchez Miranda en aquellos
tiempos era atendida por una sicóloga que quiso ayudarla, esta se
presentó ante el Primer Secretario del Partido Comunista de este
Municipio y exigió resolverle una vivienda, un cuarto, algo donde
pudiera su paciente vivir con sus hijas.
Hace 1 año y 2 meses le dieron una casita en la calle Fresneda, # 216
Altos, e/. Millar y Recreo, Regla, según ellos como tránsito. Ahora a
Heidi intentan desalojarla nuevamente. Ella es mi vecina, en la cuadra
todos la quieren y estiman. Es ayudada por muchos, no se presta para
actos de repudio y piensa que el Gobierno es corrupto y asqueroso.
Tocó a la puerta de mi casa para denunciar todo lo que le está
sucediendo, me mostró cartas que dan respuesta a su reclamo; de la
Dirección Municipal de Vivienda de Regla, la Oficina de Registro de
Consumidores Provincial, el Instituto Nacional de Vivienda, la Dirección
Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas. Todas ellas reflejan la
negación de otorgarle la propiedad de esta vivienda que aunque modesta y
en mal estado es el amparo de ella y sus 3 hijas.
Heidi Sánchez Miranda para la sociedad cubana no existe, no tiene carné
de identidad, no tiene libreta de abastecimiento, no cuenta con una
cocina, ni posee refrigerador. Sin documentos no puede trabajar. Como
Heidi existen muchos casos en el país donde la mujer es víctima de
atropellos y abusos por una sociedad que, como decimos en Cuba, vive del
"peloteo", del cuento, donde se percibe las miserias humanas cada día en
aumento.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=10885
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