Douglas Carcache
Para la población venezolana es una amenaza que el gobierno de Hugo 
Chávez recurra a Cuba para controlar las telecomunicaciones y la 
expansión de las redes de Internet.
A los habitantes de Cuba tampoco les llevará beneficios el hecho de que 
esos dos gobiernos instalen un cable submarino, para aumentar la 
comunicación de la isla, a menos que el régimen de Fidel Castro sea 
suplantado por uno que dé libertades a los ciudadanos.
En otros países, cuando llegan nuevas tecnologías o aumenta la capacidad 
de la red informática, hay un beneficio inmediato para la población que, 
además de comunicarse mejor, tiene acceso a información local e 
internacional casi ilimitada.
Lo vemos en Nicaragua, por ejemplo, donde las redes de telefonía celular 
facilitan la comunicación tanto en las áreas urbanas como rurales y los 
servicios de televisión por cable acercan el mundo a los ciudadanos 
hasta en lugares recónditos, donde hace diez o quince años estaban aislados.
Sin embargo, lo que se observa en Venezuela obedece más a planes de 
inteligencia militar y de control de la sociedad, para vigilar a los 
ciudadanos y restringirles la información.
Eso es lo que puede recomendar el Gobierno de Cuba porque eso hace con 
sus habitantes, que carecen de acceso libre al Internet y en los casos 
en que este servicio es permitido, en centros de trabajo o bibliotecas, 
hay sitios o páginas impenetrables porque han sido bloqueadas por el 
Gobierno que, además, vigila la navegación y los mensajes de los 
usuarios. La televisión por cable no existe.
Sólo los turistas pueden hacer uso de los centros de Internet, todos 
estatales, en La Habana y algunas ciudades cubanas, expuestos a la 
vigilancia de la Seguridad del Estado, sin duda.
Lo nuevo es que los "expertos cubanos" en comunicaciones son los que 
están tomando las riendas de estas operaciones en Venezuela, donde el 
gobierno de Chávez recién nacionalizó la empresa Cantv, que provee el 82 
por ciento de los servicios de Internet en esa nación.
Es por eso que algunos venezolanos ya tienen problemas para acceder a 
ciertas páginas en Internet, incluida una elaborada en Miami que ha 
criticado con frecuencia a la administración de Chávez, según leí hace 
poco en el periódico El Nuevo Herald.
Otra muestra del retroceso que le están imponiendo a Venezuela, en 
materia de libertades públicas, es que el nuevo canal de televisión 
Teves, creado por Chávez para suplantar a RCTV, la televisora que mandó 
a cerrar, lo dirige una mujer que trabajó en Radio Rebelde, en Cuba.
Es posible imaginar el estilo de periodismo y comunicación que se 
practicará en ese canal de televisión chavista, una suerte de lápida 
sobre la sepultura de RCTV, cuyo delito fue informar con libertad y 
sobre todo, criticar a Chávez.
Por lo visto, las funciones de los cubanos en Venezuela serán espiar a 
los venezolanos, borrar de las pantallas de televisión y computadoras 
todo lo que se escriba o diga contra Chávez y para garantizar la 
permanencia del dictador, establecer un periodismo de elogios en que 
sólo él pueda criticar y hasta ultrajar a sus oponentes.
http://www.laprensa.com.ni/archivo/2007/julio/02/noticias/opinion/200085.shtml
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