Félix Reyes Gutiérrez – Cubanacán Press
21 de julio de 2007
Ranchuelo, Cuba – bitacoracubana - En el alegato "La Historia Me
Absolverá" en el año 1953, Fidel Castro dio a conocer al mundo que
cuando derrocara a Batista y tomara el poder, una de las grandes
transformaciones sociales que llevaría a efecto, sería la gratuitidad de
la salud y la educación para todo el pueblo cubano.
Tras el triunfo de los barbudos, el 1ro de enero de 1959, tal y como el
comandante en jefe prometió, clausuró todas las clínicas privadas y la
generalidad de los servicios de salud y enseñanza pasaron a manos del
"pueblo".
¿Realmente estos servicios han sido regalados a la ciudadanía cubana
durante estos 48 años de gobierno castrista?
En reciente conversación telefónica que sostuvo mi vecino Javier
Guirola, quien se desempeña como tabaquero, con su primo Raúl Guirola
Marrero, residente en los Estados Unidos, oriundo de Placetas y graduado
de Licenciado en Economía, en la Universidad Central "Marta Abreu" de
Las Villas, aquel manifestó su disgusto porque el salario que devenga no
le alcanza para comprar las medicinas de su hijo enfermo y los
materiales escolares.
Pero Javier recibió la inesperada respuesta por parte del familiar, que
su verdadera remuneración estaba muy por encima de la que el gobierno le
pagaba. Raúl le argumentó que desde la instauración del socialismo en la
isla, nunca el gobierno ha dejado de cobrar los citados servicios y que
el descuento a los pobladores siempre los ha realizado de forma incubierta.
Señaló que el cobro de la salud a la ciudadanía no se puede ver
solamente en los gastos que se incurren cuando un enfermo está
hospitalizado y tiene una cuantía determinada de gastos: transportación,
alimentación, vestuario, productos de higiene personal u otros para que
el ingresado tenga lo indispensable en el centro hospitalario.
O los costos que incurren los padres con sus hijos desde el propio nivel
primario en la compra de libros, libretas, gomas, lápices, uniformes,
calzado, mochilas, meriendas y hasta en almuerzos. Asimismo el
desembolso que incurren estos cuando se tiene a un descendiente
internado durante un mes en las denominadas Escuelas en el Campo.
Desde que un joven concluye los estudios universitarios y es ubicado en
un centro de trabajo, el estado a través del llamado Servicio Social, no
le permite devengar en ninguna plaza que ocupe un salario superior a
198.00 pesos nacionales durante un período de dos años, de está forma le
cobra por haberse graduado de licenciado u ingeniero durante los cinco o
seis años de instrucción universitaria.
Raúl agregó, que a todos los trabajadores en la isla, unido a las
deducciones por conceptos de Reforma Urbana, Pensión Alimenticia,
Formación de Fondos, o Créditos Personales, la administración en el
poder le descuenta de su salario bruto un 25 %, que denomina Impuestos
sobre Nominas, por haberlos contratado, y un 14 % destinado para la
Seguridad Social.
Lo que como en el archipiélago cubano el pago a los obreros se realiza
fundamentalmente a través de nominas a partir del salario neto y no en
cheques como se ejecuta en un gran número de países en el mundo, muchos
trabajadores desconocen estas reducciones, que las entidades aportan
mensual o trimestralmente al presupuesto estatal.
De ello se puede deducir que todos los obreros abonan los impuestos al
gobierno en el período señalado con anterioridad, pero sucede que no
todos lo meses los trabajadores o sus familiares se enferman. Además no
siempre arriban con vida a los 55 años la mujer o 60 los hombres,
período de jubilación establecido en el país.
Por lo que podemos arribar a la conclusión de que lo repetido muchas
veces por la cúpula en el gobierno de que la salud y la educación son
servicios gratuitos en el verde caimán; no son más que dos grandes
falsedades escondidas, a través de los años en el más grande de los
refugios, materializados en la desinformación al mundo y al pueblo cubano.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=5231
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