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Wednesday, November 15, 2006

Cuba, que bloqueo? Los enemigos del ferrocarril

Cuba, ¿qué bloqueo? Los enemigos del ferrocarril
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TRIBUNA
Miércoles, 15 de Noviembre de 2006
Firma FERNANDO GONZÁLEZ MELÉNDEZ FRANCISCO ARIAS

EL PASADO fin de semana los 24 gobiernos asistentes a la Cumbre
Iberoamericana aprobaron nueve declaraciones especiales en las que,
entre otros temas, dieron especial apoyo a la «lucha contra el
terrorismo», censuraron el muro que construye Estados Unidos en la
frontera con México y pidieron poner fin al bloqueo contra Cuba. Quizás
uno de los detalles más llamativos fue el récord de ausencias de
mandatarios. Por ejemplo, el presiente de Perú Alan García alegó su
ausencia ya que no deseaba sentarse en la misma mesa que Hugo Chávez.

Pero para mi, la cuestión que me ha causado más asombro a sido la
aprobación de un texto sobre el embargo a Cuba en donde se solicita «en
particular al gobierno de Estados Unidos que, con carácter inmediato,
detenga la aplicación de las medidas adoptadas (¿) con el objetivo de
fortalecer y profundizar el impacto de su política de bloqueo económico,
comercial y financiero a Cuba».

Asimismo, otro de esos comunicados, apoyado por Cuba, expresa una «total
condena al terrorismo» y reafirma «la necesidad de evitar la impunidad
para aquellos que cometen actos de terrorismo». Acá me pregunto si los
comunistas cubanos que han fomentado la aparición de grupos guerrilleros
en América Latina, con la trágica consecuencia de guerras civiles como
en El Salvador, Nicaragua, Colombia, entran dentro de ese contesto de
«impunidad».

En cuanto a la condena del llamado «bloqueo» a Cuba, resulta curioso que
nadie ve que en ese país hoy entran millones y millones de dólares por
el negocio del turismo, mientras que los cubanos se les sigue lavando el
cerebro con la excusa del bloqueo norteamericano. Insisto: ¿cuál
bloqueo? Para los turista hay de todo. No hay hambre en los hoteles de
lujo en donde se alojan los europeos y en donde a los propios cubanos el
Gobierno castrista les niega la entrada. Y todo fomentado por el régimen.

El Gobierno cubano asiste a la Cumbre Iberoamericana pidiendo que se
condene el llamado «bloqueo», mientras que este mismo fin de semana en
la Habana el ministro cubano de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez,
anuncia alegremente que se ha firmado contratos y cartas de intención
por más de 400 millones de dólares, en el marco de la vigésima cuarta
edición de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV-2006). Para dar
otro dato curioso, en dicha feria han participado más de mil empresas de
43 países de América, Europa y Asia, entre ellos los principales socios
comerciales de la isla: Venezuela, China, España y Canadá. Y me sigo
preguntando: ¿cuál es el dichoso «bloqueo»?

Para dar una idea de la dura realidad del «bloqueo», unos 350.000
turistas canadienses han visitado en el primer trimestre de este año
Cuba, con un gasto promedio de mil dólares por turista, y por otro lado
se espera que 200.000 españoles visten Cuba este año.

Y me sigo preguntando: ¿cuál bloqueo?... El Gobierno cubano anunció que
esperan superar los dos millones de turistas este año, cifra ya superada
el año anterior. Y me pregunto: Esos turistas a que la leyes cubanas les
obliga a llevar dólares, ¿no gastan?, ¿no generan alguna riqueza?... Me
pregunto: a dónde van a parar los millones y millones de dólares que
genera el turismo y los negocios en Cuba... ¿Acaso ese dinero se lo ha
llevado el dichoso «bloqueo»?

Para mí lo más lamentable es que en Cuba el ciudadano común, que pasa
necesidades, aún cree que pasa miseria por culpa del dichoso «bloqueo».
Y más lastima me da que hay gente que viaja a ese país a gastar dólares
en los hoteles de lujo, y creen también que la miseria, que el Gobierno
no permite ver a los turistas, y que está detrás de los muros de los
hoteles, es causa del dichoso «bloqueo».

Por cierto, ya que tanto se habla de libertad, igualdad, derechos
humanos.... me pregunto cuándo la Cumbre Iberoamericana apoyará una
resolución pidiendo al Gobierno cubano que respete los derechos humanos.

LOS SISTEMAS de transportes actuales tienen un denominador común; su
eficacia y especialización. Es evidente que la especialización conlleva
una mejora de métodos y una mejora de costes. Así, se puede comprobar la
distinta eficacia de los medios terrestres, aéreos o marítimos frente a
la demanda del mercado y, de ahí, la evolución de las distintas y
múltiples empresas de transportes.

Frente a ese mundo dinámico, el ferrocarril es un medio único con una
oferta única y, en la mayoría de los casos escasamente competitiva que
debe como el ave Fénix, resurgir de sus cenizas si quiere mantener un
espacio. .

Difícilmente se podrá justificar ningún kilómetro de explotación si ésta
no alcanza el umbral mínimo que quiere asumir la sociedad para su
funcionamiento. Una de las dificultades mayores que está soportando el
ferrocarril es la falta de competitividad con respecto a los transportes
alternativos, y ello se debería obviar si se pretende que el ferrocarril
sea un medio de transporte y no una reliquia de museo.

El principal enemigo del ferrocarril es el conformismo. Pasar de una
posición de monopolio en el mercado y de fuerza en lo social a una
posición de competencia en el mercado y de conformismo en lo social hace
difícil que el conjunto empresarial sea competitivo.

Es evidente que cada medio de transporte tiene sus aliados y sus
contrincantes que, en ocasiones puntuales puede llegar a ser sus
detractores. Y así como en la época dorada del ferrocarril las empresas
mineras eran las aliadas naturales, en la actualidad todo el sector
petrolero apoya el transporte por carretera. La carretera con todos sus
aliados naturales, que permiten establecer que un 20 por ciento del
sector productivo esté ligado al transporte por carretera, es en la
actualidad el más poderoso de los medios de transporte.

Otro enemigo no menos cualificado de ferrocarril es el planteamiento
urbanístico. La reclasificación de los terrenos con la actual
legislación permite unas actuaciones, que si bien en materia urbanística
puede ser beneficiosa, la eliminación de determinadas instalaciones
puede resultar enormemente perjudicial para el ferrocarril.

Desde luego el ferrocarril tiene futuro, lo difícil va a ser determinar
las líneas de la red que tienen futuro, ya que para ello será necesario
saber los criterios políticos que van a seguirse.

El ferrocarril ha dejado de ser un elemento de transporte en régimen de
monopolio para pasar a un sistema alternativo de transporte, lo que
representa un cambio sustancia, pero de la misma forma que en el
transporte por carretera hay medios ya sean económicos como políticos
como de mercado para poder establecer la jerarquización del uso y, a
través de él la potenciación o regresión, es necesario que en nuestro
país el ferrocarril dé un paso más, creando los mecanismos necesarios
para permitir que cada línea o conjunto de líneas alcance a establecer
por sí misma el ránking de utilización y, a través del mismo, poder
fijar el grado de utilización.

Demostrado que el centralismo dirigido no permite el libre crecimiento,
habrá que buscar otros criterios de control centralizado que sí permitan
el funcionamiento del ferrocarril en régimen de libre mercado. Y es que
como dijo el poeta: «Por el camino que voy/ mirando mi sombra vi:/ que
ayer maravilla fui/ y hoy sombra mía no soy».

http://www.diariodeleon.es/se_opinion/noticia.jsp?CAT=108&TEXTO=5279565

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