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Monday, July 03, 2006

Que pasara en Cuba tras la desaparicion de Fidel Castro?

¿Qué pasará en Cuba tras la desaparición de Fidel Castro?
escrito por Redacción
lunes, 03 de julio de 2006

Castro cumplirá 80 años el próximo 13 de agosto, y hablar del futuro sin
su presencia se hace frecuente en sus discursos.

El pasado noviembre él abiertamente expresó su preocupación por el
futuro de su régimen. Y no por coincidencia, el discurso tuvo lugar en
el recinto de la Universidad de La Habana. "¿Acaso la revolución está
condenada a colapsar?, se preguntaba frente a una audiencia de
estudiantes. Cuando aquellos que fueron los fundadores comiencen a
desaparecer y se cree espacio para las nuevas generaciones de líderes,
¿qué pasará?"

Esas declaraciones tocaron uno de los temas fundamentales que enfrenta
Cuba. Desde la tercera semana del arribo al poder de Fidel Castro en
1959, su hermano Raúl ha sido "el sucesor designado". Pero,
prácticamente tan viejo como su hermano (cumplió 75 años de edad el
pasado mes) y careciendo de su carisma, el mandato de Raúl podría ser
efímero. El liderazgo, algunos creen, pasará a manos de una generación
más joven de revolucionarios comprometidos como es el caso del Vice
Presidente Carlos Lage y el Canciller Felipe Pérez Roque. Pero la
pregunta de Castro -si el régimen pudiera desaparecer- va mucho más allá
de esto y enmascara un profundo miedo de que el régimen sea derribado
por jóvenes manifestantes en las calles.

"No resulta fácil lidear con los más jóvenes, tenemos que batallar muy
duro para hacerles entender que el futuro de la revolución depende de
ellos", dice Ramón Reyes de la Asociación de Veteranos de la Revolución
Cubana. "Quizás, añade su amigo Roberto Brunel, tengamos que dar plan de
machete a esos jóvenes para que entiendan". Roberto y Ramón pertenecen
ambos a la generación de Castro, y se unieron al movimiento de
guerrillas en la Sierra Maestra en 1958.

En el despacho contiguo al de Pérez Roque, está en la oficina del
Instituto de Relaciones Internationales "Raúl Roa", el Dr Jorge Casals
Llano, que cree que las revoluciones de terciopelo de Europa Oriental,
guiadas por la juventud, no son una opción para Cuba porque "se tratan
únicamente de una invención yankee". Él hace énfasis en la idea de que
la generación de Lage y Pérez Roque es "suficientemente capaz de ejercer
el liderazgo". De manera que el más grande temor es que el sistema sea
socavado desde dentro. Castro hizo esto claro en su discurso de
noviembre pasado, al identificar de esa manera lo que calificó de la más
grande amenaza que el régimen encarará tras su incapacitación o su muerte.

"Nuestro objetivo no será llevar a cabo una perestroika, porque no
buscamos ahora renovar nada ni hacer aperturas, sino sólamente corregir
nuestros errores, en una búsqueda de hacer justicia". "Si no peleamos
por lo que creemos, entonces la globalización liberal vendrá y nos
devorará2, dice Alejandra Rodríguez una dirigente de la juventud comunista

Puede que Alejandra sea una "estudiante vanguardia", pero entre los
jóvenes, los principales "guardianes de las revolución" son cerca de
30,000 jóvenes, la mayoría de los cuáles no obtuvieron su entrada en la
universidad. Ellos son los "Trabajadores Sociales" - o, como les llamara
un ex diplomático y conferencista, Gabriel Calaforra: el equivalente
cubano de "los Guardias Rojos de 'Mao Zedong". Castro prefiere llamarles
"los médicos de almas", cuyo papel es curar los vicios de los cubanos
tales como el robo y la fuga de recursos materiales.

Muchos de ellos pueden ser vistos en las estaciones de gasolina. Odalys
es uno de ellos. Se sienta próxima a las bombas de gasolina, en las
afueras de la ciudad de Matanzas, y despliega con orgullo su camiseta de
"Trabajadores Sociales". Ella no debiera estar trabajando, su turno
terminó, 'pero me gusta quedarme por aquí a ver si la revolución
trabaja'. El despliegue de jóvenes como Odalys en reemplazo de los
empleados regulares ha aparentemente sido un éxito: y ha revelado que
más de la mitad de la gasolina previamente vendida en el país
simplemente desaparecía.

Pero quizás el diagnóstico de Fidel Castro está equivocado. La tarea de
los 'doctores de almas' es la de 'identificar las manzanas podridas'.
Pero ahora Cuba tiene mucha gente que desempeña esa función. Hay
policías por todas partes y su masiva presencia pone los nervios de
punta a algunas 'manzanas jóvenes'. En una estrecha calle de viejas
edificaciones en Centro Habana, jóvenes descamisados juegan pelota con
un bate de pedazo de tabla sacado de una vieja puerta y una tapa de
botella plástica como pelota. Se trata de una escena inocua, pero una
oficial de la policía vigila en la esquina próxima, lo que provoca que
uno de los jóvenes diga bromeando: "Ahora tenemos 11 millones de
habitantes y seis millones de policías".

Uno de los que piensa que los problemas corren más profundamente que la
referencia de Castro acerca de unas pocas manzanas podridas es Carlos,
un historiador. "La Revolución era necesaria, no sólo en Cuba sino en
toda Latinoamérica", dice, "pero nuestra revolución necesita
desesperadamente una evolución".

Un ex investigador sobre temas de la juventud cubana, afirma que para él
no es una sorpresa que las generaciones más jóvenes, que sufrieron
dramáticamente durante el 'período especial' y tienen amigos que
abandonaron el país, estén encantados con el "fruto prohibido' del
consumerismo y sean los más desencantados con el régimen. Ciertamente,
hay muy poco que consumir en Cuba. Las raciones alimenticias son magras,
por ejemplo un cuarto de litro de aceite de cocinar, media docena de
huevos, y 8 libras de arroz y frijoles. "Pero no me quejo mucho ya que
este es el único país sin problema", dice Juan, 68, que pesca en el
Malecón, en la Habana, en busca de algo que añadir al arroz que tiene
para hoy. "Algunas veces quisiera tener más para comer pero por lo demás
estoy muy agradecido a nuestro Comandante en Jefe". Estos comentarios
hacen que Miguel, 31, sentado contiguo a él, responda. "Definitivamente
necesitamos más para comer, pero no sólo eso". Utiliza sus manos para
indicar unas barbas y añade: "El Barbudo nos tiene amarrada la soga bien
cortica".

Le pregunté que pensaba sobre qué pasará tras la muerte del Comandante.
"¿Quién lo sabe? Nadie lo sabe", responde. Y señalando a las figuras de
Martí y el Che dice: "Ni siquiera ellos los saben".

La revolución
no da buena vida
La revolución provee cosas que los cubanos necesitan; una educación que
asegure que ningún cubano sea analfabeto y un sistema gratuito de salud.
Pero añoran nuevas necesidades. Algunos, como Abel, 30, un médico,
considera que las viejas conquistas se han revertido: "Tenemos un
Sistema de Salud, sin medicinas. Los medicamentos son bien escasos, en
gran medida por el embargo de Estados Unidos, y las disponibles son muy
costosas. Y pronto tendremos un Sistema de Salud sin médicos, si se
continúa exportándonos." Él así hace referencia al flujo constante de
personal de los servicios de salud cubanos enviados a Venezuela, Bolivia
y Ecuador, entre otros países. Cuba ha enviado 23,376 médicos al
exterior en años recientes.

Por doquiera hay incertidumbre, aun en la Plaza de la Revolución,
dominada por las divinidades de la revolución- donde existe una estatua
del poeta y liberador del dominio español, Jose Martí, y una figura
metálica de la silueta del Che Guevara.

http://elnuevodia.com.ve/content/view/3158/2/

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