Posted on Thu, Mar. 09, 2006
Cuestionan política migratoria hacia Cuba
RUI FERREIRA
El Nuevo Herald
La esperada reunión en Washington sobre la política de ''pies secos-pies
mojados'' no tuvo grandes resultados, pero al menos los congresistas
cubanoamericanos le dijeron frontalmente al ejecutivo lo que piensan de
ella: hay que cambiarla.
Sin embargo, lograron un compromiso importante: el nombramiento del jefe
de los servicios de inmigración, Emilio González, como oficial de enlace
con las oficinas de los congresistas y la comunidad exiliada
cubanoamericana.
A todo lo demás que le fue planteado, la Casa Blanca contestó que lo va
a estudiar. ''La reunión se diseñó para permitir un diálogo serio, pero
no significa un indicio del cambio en la política en relación con los
inmigrantes cubanos o de otro país'', dijo la portavoz de la mansión
presidencial, Maria Tamburri.
De todos modos, para el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart, fue
un encuentro ''fructífero y franco'', aunque no ''una panacea''.
''Siempre vamos a seguir abogando por medidas adicionales'', dijo.
La reunión de poco más de dos horas, sirvió para que Díaz-Balart, junto
a sus colegas Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, y los llamados
''líderes espirituales'' del exilio, como Monseñor Agustín Román y el
reverendo Martín Añorga, insistieran en que los balseros cubanos
interceptados en alta mar tengan alguna representación legal durante las
entrevistas con los servicios de inmigración, y que un porcentaje de las
20,000 visas se destinen a los cubanos recogidos en el mar o que se
encuentran en otros países.
También insistieron en que se debe revisar la forma en que las
autoridades de inmigración determinan la credibilidad del peligro de
persecución que los cubanos dicen tener si son devueltos a la isla.
''Nos dijeron claramente que están analizando muy seriamente todos estos
factores. Pero muy seriamente'', añadió Díaz-Balart.
Al encuentro asistieron el secretario Asistente de Seguridad Interna,
Michael Jackson, el subsecretario para el Hemisferio Occidental Tom
Shanon y el director para Latinoamérica del Consejo Nacional de
Seguridad, Dan Fisk, además de González.
''El nombramiento de Emilio González como oficial de enlace es
importante para evitar casos como los que han sucedido en el último año,
en que disidentes y menores no acompañados por sus padres, sean
devueltos. Debemos tener una comunicación fluida para evitar esos
problemas'', dijo el congresista republicano.
Lo mismo piensa su colega Ros-Lehtinen, que manifestó el deseo de
``seguir trabajando con la administración para implementar una política
humana, con la cual los casos que nos parten el corazón, en que cubanos
que buscan genuinamente la libertad, no sean tratado de la forma en que
lo fueron los del caso del puente de las Siete Millas''.
''Vamos a ver qué sale de este encuentro franco y fructífero. Los
cubanos deben saber que sus angustias se discuten a altos niveles'', añadió.
El encuentro fue promovido por los tres legisladores, después de que a
principios de enero fueron devueltos a la isla 15 cubanos hallados en un
pilar del viejo puente de las Siete Millas, en la carretera hacia Cayo
Hueso. El gesto provocó una huelga de hambre del líder del Movimiento
Democracia, Ramón Saúl Sánchez, quien ayer estuvo en Washington, pero no
participó en el encuentro.
Sánchez se reunió con los senadores demócratas Bob Menéndez y Bill
Nelson. El primero tampoco fue invitado al encuentro con la Casa Blanca,
pero el segundo no pudo asistir por conflictos con su agenda
legislativa, el mismo argumento esgrimido por su colega republicano, Mel
Martínez.
''El senador está seguro de que la Administración está consciente de sus
preocupaciones con esta política, ya que él las ha discutido desde hace
mucho tiempo y en muchas ocasiones. No hay duda de que hay que
considerar opciones serias para hacer que esta política insostenible se
vuelva humana y transparente'', comentó Ken Lundberg, portavoz de Martínez.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/nation/14051622.htm
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