Emigrantes varados en la frontera colombiana solo aceptan un destino: 
Estados Unidos
DDC | Bogotá | 27 Mayo 2016 - 7:19 pm.
Más de 100 emigrantes de la Isla continúan a la espera de una solución 
para seguir hacia Estados Unidos, en una bodega acondicionada en Turbo, 
localidad colombiana de Urabá. Están hacinados, casi uno encima de otro, 
y decididos a tomar la selva antes que permitir la deportación, según 
revela un reportaje del diario local El Colombiano.
Kellys Álvarez Torres, con un vestido de flores que le llega hasta los 
tobillos, carga en sus brazos al pequeño Samuel, de siete meses, que de 
repente se desvanece y pareciera como si no respirara.
Sacude un poco a su niño, le dice "hijo, hijo, despierta", pero el bebé 
no reacciona y ella, angustiada, se levanta de la colchoneta en la que 
estaba sentada y se va afuera a buscar el aire, que en la bodega parece 
no circular generando un sofoco total.
"Me da susto, mira cómo está de pálido", le dice a otra mujer que la 
acompaña y que comparte su angustia.
Tras varios gritos desesperados, el bebé mira fijamente a su madre y 
sonríe. A Kellys le vuelve el alma. Y lo estrecha más contra su pecho. 
Cada cosa que les pasa a sus hijos es un dolor más que se suma a la 
experiencia desde que partió hacia Ecuador, hace dos años, buscando un 
mejor futuro.
"El viaje con ellos es duro, hay peligros en el camino, uno no sabe lo 
que se puede encontrar, Kevin estuvo enfermo y en el hospital de acá 
(Turbo) me lo atendieron", cuenta Kellys, de 32 años, abogada y madre 
soltera.
De la Isla salió cuando Kevin tenía cinco años y en Ecuador engendró a 
Samuel, también con un cubano, pero ninguno de los dos padres se hizo 
responsable y a ella le toca sola.
Está en Turbo porque su partida desde Ecuador, hace dos semanas, 
coincidió con el cierre de la frontera panameña, que permitía el paso de 
emigrantes hacia Centroamérica, México y Estados Unidos.
"Estaba decepcionada de mi país, como estudiante uno cree que todo va a 
cambiar, que va a mejorar, pero llevamos más de cincuenta años y nada, 
entonces hace dos años Ecuador hizo un convenio para recibir cubanos sin 
visa, no lo pensé dos veces, vendí mis pertenencias, todo, y salí con 
todos mis sueños para sacar adelante a mi hijo", relata Kellys, mirando 
a sus dos pequeños. Samuel ya no está pálido y sonríe con amplitud.
Un problema del Gobierno
Ignacio Leal Arias, marinero desde hace 25 años, duerme en una 
colchoneta en el piso de una bodega que las autoridades de Turbo 
acondicionaron a los emigrantes para que estuvieran allí mientras se 
resuelve la situación.
Lo más probable sea que el Gobierno colombiano los deporte o gestione 
que los reciban en México, aunque la opción del puente aéreo ya fue 
descartada.
El espacio es amplio, pero ante el montón de personas arrimadas, se 
siente estrecho. Las autoridades calculan menos de cien, pero los 
propios albergados dicen que son 200 y que en hoteles y las calles hay 
otros 35.
De acuerdo con el medio local, el conteo no es fácil. Migración Colombia 
dice que son 70 en el albergue improvisado y 30 más que deambulan por 
calles, hoteles y en casas de vecinos colombianos.
Leal Arias expone las razones de verse allí en tan penosa situación: 
"Salí de Cuba por la mala situación económica, las economías de un 
pueblo disminuyen cuando las políticas no cumplen. Llevamos 56 años con 
una política de altas y bajas, con aciertos en educación y salud, pero 
eso no es todo y lo ha demostrado la cantidad de cubanos que han salido 
en el tiempo", explica.
"El día que se hable de la historia de la migración cubana, habrá que 
hacerle un monumento a este pueblo de Turbo, que nos ha sacado lágrimas, 
porque nos dio albergue, comida y no porque les sobre sino porque la 
quieren compartir con nosotros", afirma.
Añade, no obstante, que solo serán felices cuando lleguen a su destino. 
"No hay reversa cuando los sueños son más gigantes que las barreras de 
los gobiernos", resalta.
En carne propia
Para Emélides Muñoz, secretario de Gobierno de Turbo, hay una razón para 
entender el apoyo que su pueblo les ha dado a los emigrantes. De 163.000 
habitantes que tiene Turbo, 92.000 han sido víctimas del conflicto 
armado en ese país. "El turbeño conoce el sufrimiento del desplazado 
porque lo vivió en carne propia y por eso su solidaridad", sostiene.
Añade que hace más de diez años se viene dando el fenómeno migratorio, 
que fue pasando de 100 el primer año, 200 el segundo, 300 el tercero 
hasta llegar a 9.500, la cifra de los que pasaron por Urabá el año 
anterior. Este año, según sus cuentas, van 4.300.
Explica a El Colombiano que hay dos perfiles de emigrantes: los cubanos 
y los demás, africanos, asiáticos y haitianos.
"Le pedimos al Gobierno que adelante conversaciones con Panamá, México y 
Estados Unidos para solucionar la situación de estas personas. Y que así 
como Panamá, Nicaragua y Costa Rica cerraron sus fronteras, ponga 
controles".
El alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, en un esfuerzo por buscarle 
solución a la situación, que ha calificado de crisis humanitaria, llegó 
hasta la Gobernación de Antioquia a pedir medidas. Sin embargo, las que 
llegaron no complacen a los de la Isla, pues el tema es responsabilidad 
exclusiva de Migración Colombia, que les dio a todos salvoconductos para 
que sigan su rumbo.
"Nosotros no tenemos potestad para establecer convenios ni dar 
salvoconductos, solo los atendemos en nuestro territorio garantizándoles 
los derechos esenciales más por algo humanitario que de legitimación", 
subraya Abuchar.
Juan Manuel Caicedo, portavoz de Migración Colombia, recalca que frente 
al tema de los emigrantes solo hay tres opciones: regresarlos al país de 
origen, deportarlos al último país del que salieron o que un tercer país 
(que sería México) haga la solicitud a Colombia para recibirlos, pero 
esta solicitud no se ha hecho.
"Nosotros les garantizamos el debido proceso y les damos los 
salvoconductos para que sigan su rumbo como migrantes", subraya Caicedo.
Sin embargo, para Gabriel Rojas, coordinador de refugio y migraciones 
forzadas de la Consultoría para los Derechos Humanos y el 
Desplazamiento, "Colombia no ha sabido resolver la situación de estos 
ciudadanos porque carece de una política de migraciones y actúa más bien 
con un criterio xenófobo".
"Es paradójico, porque tenemos más de cuatro millones de colombianos en 
el exterior, pero no les garantizamos los derechos a los migrantes", 
advierte.
En una semana vencerá el plazo de irse a los cubanos y los pocos 
haitianos y africanos que aún andan por Turbo. Y no habrá más opción que 
regresar o tirarse a la selva.
"Nuestro objetivo es Estados Unidos y jamás regresaremos. No hay retorno 
cuando los sueños son firmes. Y aunque sabemos lo que nos espera en la 
selva, los sueños son más grandes que el miedo", repite Alejandro 
Labarte, un ingeniero de sistemas con especializaciones, pero que a 
pesar de sus estudios se siente frustrado como profesional en la Isla.
Él es el vocero de los 100 o más que apilados en la bodega aún esperan 
un trato digno de parte del Gobierno colombiano. El salvoconducto es un 
papel. La vida está a 4.222 kilómetros, los mismos que separan a 
Colombia de Estados Unidos, donde es, para ellos, la última parada.
Source: Emigrantes varados en la frontera colombiana solo aceptan un 
destino: Estados Unidos | Diario de Cuba - 
http://www.diariodecuba.com/cuba/1464369580_22686.html
 
 
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