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Thursday, April 07, 2011

El informe Carter: algunas consideraciones

El informe Carter: algunas consideraciones
Thursday, April 7, 2011 | Por Vicente P. Escobal

MIAMI, Florida, abril, www.cubanet.org -Del 28 al 30 del pasado mes de
marzo, el ex presidente James Carter realizó una visita a Cuba invitado
por el gobernante Raúl Castro. Recientemente el Centro Carter publicó
un informe describiendo los resultados de la visita sobre cuyo
contenido considero oportuno formular algunas consideraciones.

Los medios oficiales estadounidenses informaron oportunamente que la
visita de Carter a Cuba respondía a "objetivos personales" con lo cual
la administración del Presidente Obama se desligaba oficialmente de la
misma.

En el informe, emitido con fecha 4 de abril, se afirma que "…Antes del
viaje hubo conversaciones con la Secretaria de Estado Clinton y el
asesor de Seguridad Nacional". Queda claro, entonces, que al ejecutivo
no le resultaban ajenas las intenciones de la visita y no es de
extrañar que se formularan algunas observaciones y sugerencias al ex
presidente.

Carter asegura en su informe que existen "contradicciones
fundamentales" entre las políticas de Cuba y los Estados Unidos "basada
en más de medio siglo de esfuerzos…para desestabilizar y provocar
cambios en el régimen comunista de Fidel y Raúl Castro"

No existe la más mínima contradicción en las relaciones entre los dos
países. Estados Unidos, como nación soberana, ha reiterado su posición
respecto al régimen cubano y ha delineado una estrategia política y
diplomática basada en inalterables principios. Las sucesivas
administraciones estadounidenses, incluso la del propio Carter, han
seguido esa estrategia e insistido en la necesidad de que en Cuba se
produzca un proceso de sustanciales transformaciones políticas,
económicas y sociales que favorezcan un clima donde predomine el respeto
a los derechos humanos y las libertades básicas de sus ciudadanos. Si
Estados Unidos hubiera deseado "desestabilizar y provocar cambios en el
régimen comunista de Fidel y Raúl Castro" hace ya bastante tiempo que
habría emprendido el camino de la confrontación bélica porque las balas
y los misiles son más rápidos que las negociaciones. A Estados Unidos,
como a cualquier otro país independiente, le asiste el derecho de
determinar con cuales países mantiene normales relaciones diplomáticas y
comerciales y con cuales no.

En otra parte del informe se asevera, en referencia a la Ley
Helms-Burton, que ésta "se limita a los programas de promoción de la
democracia….para debilitar y derrocar al régimen de Castro". Es decir,
el señor Carter considera que una estrategia destinada a la promoción de
la democracia "debilitaría y derrocaría al régimen de Castro".

Carter debe recordar su visita a Cuba en mayo de 2002. En aquella
oportunidad se entrevisto con "su amigo" Fidel Castro y se le permitió
dirigirse al público a través de la televisión y la radio nacionales. En
su alocución, Carter pidió a los Estados Unidos poner fin al embargo
económico y a Castro celebrar elecciones libres, mejorar los derechos
humanos y permitir más libertades civiles. Se reunió, también, con un
grupo de disidentes políticos y elogió las propuestas del llamado
"Proyecto Varela".

¿Cuál fue la respuesta de Castro a los pedidos de Carter?

Al año siguiente fueron arrestados y enviados a la cárcel 75 activistas
de la oposición democrática, entre ellos periodistas, bibliotecarios
independientes, sindicalistas, intelectuales y otros actores de la
sociedad civil, y se produjo el fusilamiento de tres jóvenes que
intentaron escapar de la Isla.

Carter lamenta las restricciones y limitaciones de los viajes de
ciudadanos estadounidenses a Cuba y subraya que su administración dio
pasos hacia la normalización de relaciones diplomáticas, para lo cual se
crearon secciones de Intereses en La Habana y Washington "a través de
las cuales podría producirse un mínimo de intercambios diplomáticos".

Evidentemente el señor Carter es muy despistado en lo relativo a las
relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos durante su mandato.
No puede o no quiere recordar los pasos dados por el régimen cubano a
partir del establecimiento de aquellas relaciones que incluyeron el
éxodo del Mariel, el envío de tropas cubanas a Angola y otras acciones
encaminadas a enrarecer la atmosfera de "distensión" entre los dos países.

Carter insiste en la necesidad de liberar al señor Allan P. Gross y
también a los cinco cubanos confesos y convictos de actividades de
espionaje en Estados Unidos. Al ex presidente no les resultan ajenas
las normas y los procedimientos judiciales tanto en Cuba como en Estados
Unidos, de manera que equiparar las acciones de los cincos espías con
las del señor Gross resulta una idea jurídica y éticamente
inadmisibles. A los cinco agentes castristas se les proporcionaron todos
los recursos para un juicio imparcial y se les brindó el asesoramiento
y representación de una apropiada defensa. Independientemente de las
irrefutables pruebas presentadas por la fiscalía, se aceptó el
testimonio de numerosos testigos. La tesis de que Miami no fue el mejor
escenario para la realización del proceso judicial constituye una
absoluta falsedad. En cambio, el juicio contra Allan Gross estuvo
colmado de irregularidades de todo tipo. Cabe destacar que el recinto
donde se celebró la audiencia contra los espías no fue rodeado por
efectivos de la policía ni agentes de inteligencia y las sesiones de la
corte recibieron una amplia cobertura de los medios nacionales e
internacionales.

Al término de su visita a Cuba, James Carter sostuvo una entrevista
con "su amigo" Fidel Castro. No sé si el vocablo "amigo" adquiere en
este caso una alusión de correspondencia ideológica o si se trata de
una expresión salpicada tal vez por algunos gramos de hipocresía,
porque resulta inadmisible la amistad entre un dictador y un
demócrata. No solo demócrata por afiliación política, sino por
definición filosófica.

Todos conocemos los calificativos asignados a algunas doctrinas,
propuestas y tesis formuladas por diferentes pensadores a través de la
historia. De esos calificativos nacieron el marxismo, el budismo, el
estalinismo, el taoísmo, etc.

No sería nada excepcional que dentro de algún tiempo surja una nueva
escuela filosófica denominada carterismo, inspirada en el pensamiento de
James Earl Carter, el trigésimo noveno presidente de Estados Unidos y
amigo de un dictador.

http://www.cubanet.org/opiniones/el-informe-carter-algunas-consideraciones/

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