Cuba sigue siendo de Castro
Raúl sustituye a Fidel como primer secretario del Partido Comunista y
advierte de que su «última tarea» será defender el socialismo y «no
permitir el regreso del capitalismo» a la isla
agencias / la habana
Tras ser elegido como primer secretario del Partido Comunista de Cuba
(PCC, único), el presidente Raúl Castro afirmó ayer que asume «su última
tarea» con el compromiso de defender el socialismo y «no permitir jamás
el regreso del régimen capitalista» a su nación.
«Asumo mi última tarea con la firme convicción y compromiso de honor de
que el primer secretario del comité central del Partido Comunista de
Cuba tiene como misión principal y sentido de su vida defender,
preservar y proseguir perfeccionando el socialismo y no permitir jamás
el regreso del régimen capitalista», aseguró el presidente de la isla en
el discurso con el que quedó clausurado el VI Congreso de la formación.
Los comunistas cubanos concluyeron ayer el congreso que oficializó el
relevo de Fidel Castro al frente del único grupo político del país
caribeño para ser sustituido por su hermano Raúl, hasta ahora segundo
secretario, un puesto para el que fue designado el hasta ahora primer
vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, un médico de 80 años.
En su discurso, el nuevo dirigente del PPC se refirió a su hermano -que
asistió al acto, aunque no habló- para indicar que «Fidel es Fidel, y no
precisa de cargo alguno para ocupar siempre un lugar cimero en la
historia, en el presente y en el futuro de la nación cubana».
«Mientras tenga fuerzas para hacerlo, y afortunadamente se encuentra en
la plenitud de su pensamiento político, desde su modesta condición de
militante del partido y soldado de las ideas, continuará portando la
lucha revolucionaria y los propósitos más nobles de la humanidad», agregó.
Además de ese relevo, el VI Congreso comunista eligió a los miembros de
sus órganos de dirección: su comité central, su buró político y su
secretariado.
El nuevo comité central del PCC tiene 115 miembros y en él se ha
aumentado la cuota femenina al 41,7 por ciento del total frente al 13,3
anterior, así como la diversidad racial, al incrementar al 31,3 por
ciento la presencia de dirigentes negros o mestizos.
Según Castro, se da así un primer paso para iniciar el proceso gradual
de renovación, rejuvenecimiento y atención al género y a la cuestión
racial que ya adelantó en su discurso de apertura del congreso.
En cuanto al buró político -que se reduce de 24 a 15 miembros, tres de
ellos nuevos-, se ha conformado con una «adecuada proporción» de agentes
de las fuerzas armadas revolucionarias, explicó el presidente cubano.
Además de estas decisiones orgánicas, el VI Congreso comunista cubano
aprobó el plan de reformas económicas planteado por Raúl Castro para
superar la crisis económica.
El gobernante expresó su convencimiento de que Cuba se encuentra entre
«un reducido número de países» que cuentan con condiciones para
transformar su modelo y salir de la crisis sin traumas sociales.
También advirtió de que la actualización económica «no es milagro que
pueda lograrse de la noche a la mañana» y que el despliegue del plan de
reformas será gradual a lo largo de próximo quinquenio.
«El principal enemigo que enfrentamos y enfrentaremos serán nuestras
propias deficiencias», aseguró el presidente de la isla, quien reiteró
que se harán los cambios y rectificaciones que hagan falta sin poner el
riesgo la unidad de Cuba en torno a su revolución.
críticas de la oposición. Por su parte, la disidencia cubana respondió
con críticas a la clausura del VI Congreso del PCC, al que tachó de
«continuista», y tras el que lamentó la «oportunidad perdida» por el
régimen de Raúl Castro, al que ha pedido reformas de mayor calado.
El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional, Elizardo Sánchez, señaló que «no ha habido sorpresas» en este
cónclave, calificado de «semicongreso».
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