Cuba: de los "camellos" a los autobuses articulados
Por ANDREA RODRIGUEZ
The Associated Press
LA HABANA -- La postal se ve diferente: en la Plaza de la Revolución, el
Malecón o La Habana Vieja desaparecieron los antiguos "camellos" y las
bicicletas, y los destartalados automóviles clásicos de los años 50 y
los vehículos rusos deben ahora lidiar con autobuses articulados chinos.
Una inversión de 170 millones de dólares en los dos últimos años está
renovando la red de transporte público y los viejos autobuses que
combinaban la cabina de un camión con dos remolques, conocidos como
"camellos", dieron paso a ómnibus articulados de fabricación china o
bielorrusa.
El servicio "ha cambiado bastante porque (los vehículos) son un poco más
cómodos, hay más ómnibus que antes y la gente se siente más aliviada",
comentó a la AP Eduardo Llibre, un músico, en una parada del populoso
Parque de la Fraternidad.
Pintados de verde, anaranjado, amarillo, azul y rojo los nuevos
autobuses articulados -porque tienen un muelle al medio- son más
espaciosos, cuentan con prácticas agarraderas y con música funcional a
bordo.
Aunque las calles siguen siendo las mismas, los buses, un reordenamiento
de las paradas y las señales informativas dan una imagen más "moderna"
de La Habana.
"En 2006 llegamos a una situación crítica", comentó el ingeniero Carlos
Alberto González, director de desarrollo de la Dirección Provincial de
Transporte de La Habana.
Quedaban por entonces tan solo 150 de los vetustos "camellos" -contando
los que siempre se rompían- para cubrir las necesidades de una ciudad
con 2 millones de habitantes.
La crisis de la red de transporte en toda la isla, pero principalmente
en la capital, se gestó a principios de la década de 1990, cuando
comenzaron a ser descartados por viejos los 2.500 ómnibus con que
contaba la capital -procedentes de la antigua Unión Soviética o de
Europa del Este- y muchos habaneros tuvieron que recurrir a bicicletas o
hacer dedo bajo el inclemente sol tropical.
En el 2006, el presidente interino Raúl Castro se hizo eco del clamor
callejero: reconoció que el transporte ofrecía un servicio muy pobre,
que conspiraba contra la eficiencia económica pues incluso muchos
trabajadores no podían llegar a sus puestos. Poco después comenzó la
renovación de la flota de autobuses y un programa integral.
"En este momento tenemos en La Habana 517 ómnibus articulados y 556
convencionales, o sea, 1.072 en total", indicó González, quien aseguró
que actualmente se transporta un millón de personas.
"El objetivo es lograr transportar -siempre hablando de la capital- 3,5
millones de pasajeros para el 2012 mediante 2.300 ómnibus", agregó
González. La cifra equivaldrá a una cobertura del 85% de las
necesidades, lo que, según el funcionario, constituye un parámetro
óptimo para una ciudad de un país del tercer mundo.
Según González, el programa alcanzará una inversión de unos 600 millones
de dólares.
Aunque en otros ciudades como Santiago (la segunda del país) y en el
resto de la nación se iniciaron planes como este, González prefirió no
especular sobre los montos proyectados.
El proyecto en la capital no solo incluyó la compra de autobuses, sino
la reparación de las calles por donde pasan, la adecuación de las
terminales y el reclutamiento de nuevos choferes.
Se hizo además una reorganización completa del servicio, según Yuri
González -sin parentesco con el otro funcionario-, el encargado del área
de pasajes de la Dirección Provincial de Transporte.
"Estamos tratando de llevar el sistema, el método, del subterráneo a la
superficie. Rutas principales con otras alimentadoras", comentó
González, quien reconoció que los planes isleños deben luchar también
contra la crisis económica mundial y su impacto en la isla.
Hay dos empresas: "Metrobus" opera 17 vías principales -de enorme
demanda- que se entrelazan como si se tratara de un metro, en tanto que
"Omnibus Urbanos" llega a las zonas más alejadas de la ciudad.
Para desarrollar este esquema los expertos de transporte se apoyaron en
experiencias como las de Curitiba (Brasil) o Bogotá, que movilizan
muchos pasajeros sin el enorme costo financiero y el impacto ambiental
de un metro subterráneo, indicó Yuri González.
Las redes son operadas completamente por el estado en este país
socialista, donde pocos sectores se abrieron a la iniciativa privada.
Yuri González y Alonso dijeron que "Metrobus" opera sin subsidios: el
costo por pasajero es de 0,37 centavos de pesos cubano y el boleto le
cuesta a los usuarios 0.40 centavos (menos de un centavo de dólar).
Paralelamente, se supone que la nueva red de transporte no afectará a
los taxis particulares, un servicio brindado por autos que por unos 10
pesos cubanos (0.47 centavos de dólar) llevan a varias personas por una
ruta fija.
Para los funcionarios consultados por AP se trata de mercados diferentes
y las autoridades prometieron dar nuevas "licencias" para estos taxis,
una de las pocas formas de trabajo privado en la isla.
"La convivencia (entre taxis y ómnibus) está bien, sin problemas. Son
segmentos de la población diferentes", indicó Yuri González.
Las autoridades libran además una campaña contra el vandalismo y contra
los choferes que conducen a excesiva velocidad o que se quedan con el
dinero de los pasajes.
Se colocaron sistemas de GPS para verificar las velocidades, según
indicó Yuri González, y la televisión mostró a varios jóvenes que fueron
condenados por provocar destrozos en los ómnibus recién entrenados. Los
tribunales los sancionaron a trabajar varios meses en las áreas de
engrase y mantenimiento de los autobuses.
A pesar de la mejoría en la red de transporte, muchos habaneros no
pierden la costumbre de hacer dedo.
"Creo que la situación (del transporte) sigue compleja, sobre todo en
los horarios picos. Yo prefiero combinar un poco de 'guaguas'
(autobuses) y de 'botella' (dedo) para ir más rápido y cómoda a un
lugar", dijo la trabajadora de un instituto, Bárbara Martínez, quien
desafiaba al sol en una esquina del barrio del Vedado mientras, dedo en
alto, esperaba que un automóvil la acercara hasta La Habana Vieja.
"Además los cubanos son solidarios y el país es seguro", señaló la
mujer, de unos 40 años.
Cuba: de los "camellos" a los autobuses articulados - Cuba - El Nuevo
Herald (12 June 2009)
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/v-fullstory/story/473560.html
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