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Monday, July 14, 2008

La medicina en Cuba

14/7/2008
Régimen Castrista
La medicina en Cuba

Hay tres sistemas sanitarios. A saber: el que disfruta la "nomenklatura"
del partido; el que atiende a los turistas con dólares; y el que sufre
el pueblo llano.

Cuando el dictador Batista huyó de Cuba, el país tenía una población de
6,5 millones y tenía más del doble de profesionales de la medicina que
el resto del Caribe.
Por Luis David Bernaldo de Quirós Arias

Conocemos mucho de Cuba por razones familiares. Los tenemos de los dos
"bandos": unos que viven en la isla, y que cada vez que nos escriben nos
piden de todo, y otros que viven en Miami y en Pensilvania, que envían a
los primeros dinero y medicinas. También tenemos familiares, médicos de
profesión, que han ido a Cuba y han venido desencantados y nos han
contado cosas espeluznantes. Asimismo tenemos amigos cubanos (uno de
ellos nacido precisamente en el año 1.959), que viven en este momento en
España y que nos suministran información de primera mano sobre el
sistema. Todo esto ya lo contaremos el año que viene, D. m., para
"conmemorar" los 50 años de dictadura.

Según la machacona propaganda castrista que aparece en todos los
documentos oficiales, discursos, conferencias, etc como una auténtica
letanía, el sistema sanitario es "público, gratuito y autodirigido".
Hasta tal punto está engañado el pueblo, que si se le dice a un cubano
que en España también el sistema sanitario es público y gratuito, se
echa a reir porque dice que es mentira, ya que sólo Cuba tiene tal
sistema en el mundo

En realidad hay tres sistemas sanitarios. A saber: el que disfruta la
"nomenklatura" del partido (algunos vienen a Europa a someterse a
simples operaciones quirúrgicas), el que atiende a los turistas con
dólares ("la moneda enemiga") y el que sufre el pueblo llano.

El sistema no es público, porque el pueblo sólo tiene acceso a una parte
del citado sistema. Tampoco es gratuito porque desde 1.962, el
trabajador cubano es gravado con un impuesto que se destinaba a la
salubridad y a las medicinas, que hoy prácticamente no existen y que
siempre se han cobrado.

Tampoco es autodirigido porque, como en todo país comunista, todas las
actividades (cultura, ciencia, técnica, deporte, etc) se encuentran
mangoneados por el partido. Se encubren, se manipulan o desaparecen los
resultados de los trabajos sanitarios. Ejemplo: los datos estadísticos
que indican las causas de muerte, omiten que cada año se suicidan más
personas que los que cayeron durante los 11 años de las guerras
castristas en Africa.

Otro ejemplo: por cada niño que nace, se produce un aborto, al que se
considera "estadísticamente" una "regulación menstrual". Más ejemplos:
se silencian las epidemias como la del dengue en 1.997. Si algún médico
es tan valiente, osado y temerario como para informar por su cuenta a la
población, o comentarlo con la prensa extranjera, automáticamente se le
envía a la cárcel (a la zahúrda, diría yo), como ocurrió con el doctor
D. Mendoza.

A los pacientes que se les considera conflictivos, se les discrimina en
la administración de medicamentos: se les cambia el AZT por "interferón
recombinante de fabricación nacional", con innumerables efectos
secundarios. Personal paramédico, en el sanatorio "Nazareno Viejo", ha
aplicado electroshock sin ninguna prescripción facultativa.

En fin, se podría seguir y seguir. A pesar de todo esto, la tiranía
comunista sigue engañando a millones de incautos haciendo creer que
antes de 1.959 solamente los ricos podían disfrutar del sistema
sanitario. Hagamos un poco de historia.

Cuando el dictador Batista huyó de Cuba, el país tenía una población de
6,5 millones y tenía más del doble de profesionales de la medicina que
el resto del Caribe. En 1.948 había 3.000 médicos y en 1.957 llegaban a
6.400. En aquel entonces había 36 clínicas y las plazas hospitalarias
llegaban a 36.000. La tasa de mortalidad infantil era de 32/1.000, la
más baja de Iberoamérica.

Antes de Fidel Castro, el Ministerio de Salubridad, a través de
hospitales y casas de socorro, atendía gratuitamente o por una
pequeñísima cuota, a la población. En 1.958 existían en la isla
Sociedades Mutualistas que por una cuota mensual de 2,7 dólares cubrían
todas las necesidades desde el nacimiento hasta la muerte. Entre estas
sociedades se encontraban "La Quinta Covadonga", el "Sanatorio Hijas de
Galicia", la "Quinta Canaria", "La Benéfica", etc. que, como es sabido,
fueron expropiadas por el régimen.

"El Máximo Líder" prometió, no hace mucho tiempo, que el gobierno iba a
producir fármacos suficientes para atender al pueblo cubano. Sin embargo
en las 40 farmacias que existen en la provincia de Santiago de Cuba,
sólo se pueden adquirir hierbas. La salud de los cubanos está en manos
de los dólares que envían los familiares en el exilio, de la iglesia, de
las propinas de los turistas, de la caridad internacional, de las
ciudades que se "hermanan", etc. En la isla de los "brothers Castro" no
hay antibióticos, ni analgésicos, ni reactivos, ni vitaminas . . . Sin
embargo, en 1.980, en el perímetro de la Unidad Militar La Paloma,
provincia de Matanzas, comenzó a funcionar "Quimonor", que dedicó gran
parte de sus recursos a fabricar compuestos tóxicos con fines bélicos,
como el "tricothecen micótico", utilizado por las tropas cubanas en la
"liberación" de Angola.

También se experimentó con la propagación de la conjuntivitis y el
dengue hemorrágico en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
Asimismo se hicieron experimentos en la Escuela de Medicina Girón con
hepatitis viral y ántrax.

La doctora Gloria Echevarría, profesora de Inmunología en la facultad de
medicina de la Universidad de Venezuela y miembro de la Junta de
Gobierno de la Sociedad Internacional del SIDA, ha declarado que Cuba es
"una bomba de relojería" al detectarse casi todos los subtipos del virus
VIH. Científicos que han participado en Bangkok en la XV Conferencia
Internacional del SIDA, han explicado que "las cepas de VIH procedentes
de Africa guardan relación con el despliegue de tropas cubanas en
Angola". Recordemos que la dictadura castrista ha convertido a Cuba en
el paraíso del turismo sexual.

Otros destacados científicos, como Enrique Soto, jefe de Virología
Molecular del Instituto Nacional de ciencias Médicas de México, así como
Ivette Lorenzana de Rivera, microbióloga de la Universidad Nacional de
Honduras, también manifiestan su preocupación destacando, además, que
dudan "de la calidad de los medicamentos antirretrovirales que se
producen en Cuba". A pesar de todo esto, Fidel Castro sigue calificando
a Cuba como "potencia médica".

Dentro de un mes aproximadamente, "Manguito" cumplirá 82 años. Los
aduladores del "modelo referencial" le seguirán felicitando por los
"logros" conseguidos por la Revolución.

http://diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=4329

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