2008-07-25.
Hugo Araña, Bibliotecario y Periodista Independiente, Corresponsal en la
isla de Misceláneas de Cuba
La periodista Rosalía Arnáez lo confesó: "la televisión es el medio
masivo más susceptible a las críticas. No estamos en un excelente
momento, pero tampoco en el peor", aparecido en el diario Granma,
viernes, julio 11.
Conclusiones pueden ser muchas y variadas, para que una comunicadora del
Régimen se haya expresado en esa forma y a la luz pública. Resultado:
que la situación por la que atraviesa este medio informativo va en picada.
Según esta Periodista, achaca las deficiencias que se observan a muchos
motivos, que la misma población sin ser una profunda conocedora de lo
que sucede en ese mundo y lo que produce, lo resume todo en que, la
televisión cubana es candidata a la mediocridad y el aburrimiento por la
baja calidad, en la mayoría de su programación nacional.
Y esto nos sorprende, cuando el Régimen que tiene en sus riendas un
medio como este, no le ha prestado la cooperación necesaria para elevar
su calidad.
¿Qué dirá entonces, el Departamento Ideológico del Comité Central del
Partido Comunista que propone, regula, observa, restringe y controla
todo lo que se transmite para la pantalla chica? ¿Será que llegó a la
conclusión que todas sus intenciones, donde lo político ocupa hasta
espacios estelares que nadie o pocos ven, no han dado los resultados
apetecidos?
El síntoma más elocuente como muestra de lo que comentamos, lo
detectamos ahora en estos días, días veraniegos, donde el televidente lo
que desea es distraerse, aparte de las series deportivas, con productos
para pasar las noches lo más distraídas posibles, pues en el canal
Educativo, le encasquetan el programa Universidad para todos, como si no
le bastaran las teleclases que durante todo el año presentan.
Y que conste, no criticamos la necesidad de ellos. Pero no para que
aparezcan durante julio y agosto como ha sucedido en años anteriores y
sucede en la actualidad, máxime, en el horario menos adecuado.
Además, en cuanto a las producciones, hay tela por donde cortar. Y
bastante. La calidad no se logra. La dirección actoral en las
telenovelas no llega a ser aceptable. Las escenografías rayan la pobreza
o lo kicht. Y en referencia a los guiones todavía muchos se preguntan,
quién rayos los escribió. O si lo que aparece por bocas de los actores
es lo permitido. Como tampoco, ni siquiera los musicales podrían
catalogarse de buenos. Cuando más, regulares.
De todos modos, le agradecemos a Rosalía Arnáez semejante confesión.
Puso el dedo sobre la llaga. Vamos a ver ahora si se logra cicatrizarla
y que no quede huella.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=16390
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