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Saturday, January 12, 2008

Tiene Cuba un Gobierno Militar? (Segunda Parte)

¿Tiene Cuba un Gobierno Militar? (Segunda Parte)
categorias: Columna - Política - Internacional

Batista gobernó siete años, Fidel cumplió 48 años como Comandante en
Jefe y Presidente del Gobierno Revolucionario. ¿Cuál es la diferencia
entre una dictadura militar del corte de la de Batista y una dictadura
militar del corte de la de Fidel?

Escrito por Corresponsales El Rancahuaso

Fulgencio Batista y Zaldívar. Llega al gobierno, democráticamente, con
el apoyo político de varios partidos, incluyendo el partido comunista de
Cuba.
El nuevo presidente de la república, fue jefe del movimiento militar del
4 de septiembre. Por años había ejercido una influencia predominante en
todos los gobiernos que había tenido Cuba desde agosto de 1933 hasta el
10 de octubre de 1940, fecha esta última en la cual asumió la
responsabilidad de dirigir constitucionalmente la nación elegido con el
voto popular.

Su gobierno se distinguió por darle un grado importante de estabilidad a
la política cubana, que se gestaba de asonada en asonada. Elegido
democráticamente Batista representaba un gobierno de estilo militar,
fuertemente centrado en la figura presidencial y cuyo logro más
relevante fue terminar su período de gobierno, vadeando los compromisos
de la segunda guerra mundial y concentrándose en mejorar, la alicaída
economía de la isla.

Entre algunas de sus obras se cuentan la creación de las escuelas
cívico-rurales; la del Instituto Tecnológico de Ceiba del Agua; la del
Consejo Corporativo de Educación, Sanidad y Beneficencia con la función
de inspeccionar, administrar y gobernar el Servicio Técnico de
Salubridad; el Consejo Nacional de Tuberculosis; el Instituto Cívico
Militar; la Corporación Nacional de Asistencia Pública, y las escuelas
rurales cívico militares. También influyó, Batista, en la aprobación de
la muy importante Ley de Coordinación Azucarera.

Una parte importante de la economía cubana ha estado centrada en la
producción de azúcar. La Ley de Coordinación Azucarera aseguró la
protección al pequeño colono al reconocer a los de menos de 30.000
arrobas que molieran su caña en totalidad. También los benefició al
establecer una moratoria o sea un plazo a favor de los colonos para el
pago de sus deudas: al fijar la renta de las fincas rústicas dedicadas
al cultivo de la caña, sin que pudiesen ser aumentadas: al disponer la
prórroga de los contratos de colonato vigentes al promulgarse la ley,
garantizándole a los colonos el llamado derecho de permanencia, o sea
que no pudiesen ser privados de sus colonias mientras produjesen la
cuota de caña correspondiente a las mismas y pagasen puntualmente la
renta. La ley de Coordinación Azucarera otorgó también beneficios a los
obreros fijando la parte del valor del azúcar que correspondía a los
trabajadores encargados del corte, alza y tiro de la caña, y también los
jornales mínimos de los trabajadores agrícolas e industriales de la caña
de acuerdo con el precio del azúcar.

Cuando Batista asume la presidencia, entra en vigor el artículo
constitucional que define a Cuba como un gobierno semi-parlamentario,
aspecto muy importante si se considera la preferencia, en latino
América, por los regimenes presidenciales, con el cargo de Primer
Ministro, designó al Dr. Carlos Saladrigas.

Su gestión de gobierno estableció un programa muy amplio referente a
todos las ramas de la Administración. Destacando la unificación de los
servicios públicos, la ejecución de obras públicas y de fomento rural y
urbano, inclusive la reparación de la carretera central y la
construcción de carreteras auxiliares y caminos, acueductos y
alcantarillados en ciertas ciudades, y proyectos de obras de regadío y
de construcción de frigoríficos en ciertas zonas agrícolas, para
conservar los productos de fácil descomposición.

A cuatro meses de asumir la presidencia Batista debió probar algo de su
propia medicina, no tardó en tener que hacer frente a una grave crisis
constituida por la conspiración e insubordinación en su contra de
numerosos jefes de las Fuerzas Armadas, en los primeros días de febrero
de 1941. Una acción rápida y resuelta de su parte hizo abortar el
cuartelazo. Su autoridad como jefe constitucional de las Fuerzas Armadas
se consolidó, y con ésta la del poder civil.

Donde más tuvo que emplear su reconocida astucia y oportunismo, fue
durante el desarrollo de la II Guerra Mundial, especialmente en los
aspectos económicos. Los militares ya los hemos detallado en la primera
parte de este trabajo periodístico de investigación.

Como participante de la guerra los Estados Unidos tuvieron necesidad de
grandes cantidades de azúcar y de miel para abastecer a la población
civil y las fuerzas armadas de ese país y del resto de los ejércitos
aliados. También necesitaban esos productos para fabricar alcohol
destinado a la producción de explosivos, caucho sintético, y otros
artículos indispensables para la guerra.

Estados Unidos pidió a Cuba que les vendiese el total de las zafras
(cosecha de la caña de azúcar), excepto la parte que Cuba pudiera
necesitar para su propio consumo. El Gobierno y los productores de Cuba
accedieron a la solicitud, y en consecuencia Cuba vendió a los Estados
Unidos como cooperación de guerra las cuatro zafras de 1942, 1943, 1944
Y 1945.

Las negociaciones para la venta no fueron fáciles y bajo una fuerte
presión de los norteamericanos. Se formó una comisión americana y una
cubana que discutían las condiciones de la venta de cada año.

Cuba vendió a los Estados Unidos en estos tres años, 43, 44 y 45,
7.997,589 toneladas de azúcar de 2,240 libras, cerca de 400 millones de
galones de mieles ricas e invertidas y cerca de 700 millones de galones
de mieles finales, llamadas mieles de purga. Las cuatro zafras de 1942,
43, 44 Y 45 sumaron en total 13.804,648 toneladas de azúcar, el valor de
las cuales unido al de las mieles, alcanzó un estimado de US$ 967.874.
Estos precios fueron bajos, pero Cuba los aceptó como cooperación cubana
en la guerra.

El Congreso de la República, autorizó al presidente Batista para
concretar un empréstito hasta la suma de 25 millones de pesos para la
reconstrucción de la Carretera Central y diversas obras de fomento
nacional muy necesarias a causa de la guerra. La citada ley dispuso la
creación de una Comisión de Fomento Nacional para proyectar, ejecutar y
administrar dichas obras.

El Gobierno de Batista, según señalan las publicaciones de la época,
realizó otras numerosas obras públicas, además de las que estuvieron a
cargo de la Comisión de Fomento, como cuarteles y construcciones para
uso militar, hospitales, escuelas, carreteras y obras de mejora y de
mejoramiento urbano en la Habana y en diversas ciudades y pueblos.

Hay que mencionar, entre otras medidas, la de reparto de tierras del
Estado a familias campesinas y el aumento de los salarios de las clases
trabajadoras.

Este aumento pudo efectuarse con los mayores ingresos obtenidos por Cuba
con la venta de las zafras y compensaron el aumento del costo de la vida
a causa de la guerra.

La Constitución de la República, puesta en vigor en abril de 1940,
prohibía la reelección del presidente hasta pasados dos términos del fin
de su período presidencial, de manera que el presidente Batista no podía
ser reelecto.

Próxima la fecha en que habrían de celebrarse las elecciones para
designar al nuevo mandatario, a los miembros del Congreso, los
gobernadores, alcaldes, etc., el Partido Revolucionario Cubano
(Auténtico) y el Partido Republicano formaron la "Alianza", agrupación
política que designó candidato a la presidencia de la República al
doctor Ramón Grau San Martín, y Vicepresidente al doctor Raúl de
Cárdenas y Echarte.

Las demás agrupaciones políticas, Partido Liberal, Demócrata, ABC y
Socialista Popular, formaron una Coalición política que designó
candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la república al Dr
Carlos Saladrigas y Zayas y al Dr. Ramón Zaydin y Márquez Sterling,
respectivamente. La propaganda electoral se llevó a cabo por las dos
coaliciones políticas con entera libertad y garantías que fueron
ofrecidas y hechas efectivas por el gobierno.

Las elecciones se celebraron con perfecto orden y absoluta tranquilidad
en toda la nación, sin protestas de ninguna de las dos partes. La
votación arrojó una considerable mayoría a favor de la candidatura
presidencial y vicepresidencia de la Alianza, aunque los candidatos de
la Coalición obtuvieron también una fuerte votación a su favor.

Finalizado el proceso electoral el Dr. Grau San Martín, presidente
electo, el Dr. Carlos Saladrigas y el presidente Batista, según señala
la prensa de la época "hicieron declaraciones públicas reconociendo el
triunfo de la candidatura de la Alianza y deseándole los mayores éxitos
al presidente y al vicepresidente electos, a los cuales se apresuraron a
visitar y a felicitar, ofreciendo una prueba del progreso de Cuba en el
respeto y el cumplimiento de las buenas prácticas democráticas y cívicas"

El 10 de octubre de 1944 el presidente Batista cesó en el cargo que pasó
a ser ocupado por el presidente electo Dr. Ramón Grau San Martín.

Acotan las publicaciones oficiales de la época. "En las elecciones
presidenciales del 19 de junio de 1944 votó un total de 1.644,396
electores de los 2.330,021 inscriptos como tales. El Dr. Ramón Grau San
Martín obtuvo un total de 924,126 votos, y el Dr Carlos Saladrigas
720,270. El Presidente designó el Primer Ministro, los doce Ministros
encargados de los diversos departamentos de la Administración y empezó
su labor dedicada durante varias semanas a remover y a nombrar
empleados, principalmente"

Entre las medidas dictadas por el Presidente Grau San Martín en los
primeros meses de su gobierno, debe mencionarse la de prohibir en todos
los cuarteles y puestos militares, lo mismo que en los edificios
públicos sin excepción, el uso de otra bandera que no fuese la bandera
nacional, con lo cual quedó suprimido el uso de la llamada del "4 de
Septiembre", que el Ejército y la Marina habían venido usando
conjuntamente con la bandera nacional desde 1933.

Entre las obras públicas mayor importancia merecen citarse dos grandes
carreteras en construcción a fines de 1945, una de Holguín a Baracoa y
la llamada Vía Blanca, que unirá a la capital de la República con la
playa de Varadero, por el Norte de la provincia de la Habana y bordeando
la costa oriental de la Bahía de Matanzas.

En la Habana, a fines de 1945, estaba ya construida la gran avenida de
Agua Dulce, y se había adelantado mucho y se continuaba trabajando en la
reparación y en no pocos casos en la reconstrucción total del pavimento
de las calles y de las aceras en toda la ciudad, especialmente en los
populosos barrios de modestos recursos.

El Dr. Ramón Grau gobernó hasta el 10 de Octubre de 1948, entregando el
mando al electo presidente Carlos Prio Socarras, del Partido
Revolucionario Auténtico, cuyo mandato fue interrumpido, a meses de
finalizar, por el golpe militar de Fulgencio Batista y Zaldívar el 10 de
Marzo de 1952.

Las tímidas y escasas medidas reformistas especialmente de Carlos Prio
Socarras, apenas afectaron las estructuras de propiedad agraria y de
dependencia comercial que bloqueaban el desarrollo del país. En cambio,
pese a la bonanza económica que reportaba la recuperación azucarera, los
altos funcionarios se dedicaron, con plena impunidad al saqueo de los
fondos públicos en magnitudes sin precedentes.

La corrupción administrativa se complementaba con actuación de numerosas
bandas gansteriles, que el Partido Revolucionario Auténtico utilizó,
para expulsar a los comunistas de la dirección de los sindicatos
aprovechando la propicia atmósfera creada por la guerra fría. El repudio
a la caótica situación imperante fue canalizado por el Movimiento Cívico
Político de la Ortodoxia, cuyo carismático líder, Eduardo Chibás, se
suicidaría en 1951, como medida de protesta, en medio de una encendida
polémica con personeros del gobierno de Prio Socarras.

Aunque todo auguraba el triunfo del Movimiento Cívico Ortodoxo en las
elecciones de 1952, las esperanzas se verían frustradas por el golpe
militar liderado por Batista. El descrédito acumulado por el Partido
Revolucionario Auténtico, había sumido a las fórmulas reformistas y las
instituciones republicanas en un completo fracaso, a lo señalado se unía
la favorable disposición hacia un gobierno de "mano dura" por parte de
los intereses norteamericanos y algunos sectores de la burguesía
criolla, todo lo cual favoreció las ambiciones de Fulgencio Batista,
quien a la cabeza de una asonada militar, asaltó el poder el 10 de marzo
de 1952.

Nuevamente Cuba volvía a un Gobierno de corte militar

La inercia e incapacidad de los partidos políticos para enfrentar al
régimen castrense -al cual se adhirieron algunos de estos partidos-
contrastó con la beligerancia de los sectores excluidos, en especial de
la joven generación que recién nacía a la vida política.

De esas generaciones nace un movimiento, encabezado por Fidel Castro
joven abogado cuyas primeras actividades políticas se habían
desarrollado en el medio universitario y las filas de la ortodoxia.

La resistencia al régimen dictatorial de Batista se desencadenarían un
26 de julio de 1953, cuando se asaltaron, de manera simultánea, los
cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en
Bayamo, detonantes de una mayor insurrección anti Batista.

La operación fue un completo fracaso, decenas de asaltantes cayeron
prisioneros o fueron ejecutados sumariamente. Otros, entre los que se
encontraba Fidel Castro, fueron juzgados y condenados a severas penas de
prisión. En el juicio que se les siguió, el joven líder revolucionario
pronunció un brillante alegato de autodefensa -conocido como "La
Historia me absolverá"-, en el cual fundamentaba el derecho del pueblo a
la rebelión contra la tiranía y explicaba las causas, vías y objetivos
de la lucha emprendida. Lo curioso que ese mismo derecho hoy no se les
reconoce a los cubanos disidentes de la dictadura de Castro.

Batista, entre tanto enfrentaba duros problemas económicos derivados del
bajo precio del azúcar. Evidencia máxima de ello era la masa de
desempleados y subempleados que ya, a mediados de la década de 1950,
llegaría a constituir la tercera parte de la fuerza laboral del país.

Batista trató de legalizar su gobierno con un llamado a elecciones en
1954, como parte de mejorar la fuerte presión política opositora,
decretó la amnistía de los presos políticos -entre ellos quienes
asaltaron el cuartel Moncada. Ese año se funda el Movimiento
Revolucionario 26 de Julio, que daría lugar al último y, hasta ahora,
definitivo gobierno militar liderado por Fidel Castro.

El principio del fin para Batista comienza con la decisión de un grupo
de oficiales con preparación académica para conspirar por mejorar la
profesionalidad de la institución. Estos oficiales se localizaban,
principalmente, en el Campamento Militar de Columbia, la Fortaleza de la
Cabaña y en las escuelas militares. Una denuncia, sin embargo, provocó
la detención de todos los complotados y el aborto del intento sedicioso.

Otro alzamiento que sufrió Batista fue el asalto al cuartel "Domingo
Goicuría" el 29 de abril de 1956. Unos 50 hombres alrededor de las 12:00
atacan e intentan ocupar el cuartel "Goicuría". La inmensa mayoría de
los combatientes eran militantes de la organización auténtica (OA) y
estaban dirigidos por Reinold García. La acción resultó un fracaso
rotundo porque eran esperados, la prueba está en el saldo de la acción:
17 asaltantes muertos sin ningún herido, mientras el Ejército no tuvo bajas.

Mientras estos hechos se suceden, Fidel Castro viaja a México con el
propósito de organizar una expedición liberadora e iniciar la guerra
revolucionaria, como lo define la información oficial del Gobierno de Cuba.

Batista no logra consolidar su posición y minimiza, además los aprestos
revolucionarios de los hermanos Castro.

El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarca al frente de un
pequeño grupo desde el yate Granma en las Coloradas, provincia de
Oriente. Es el comienzo de la lucha guerrillera que tendría su centro de
operaciones en la "sierra maestra".

Un mes después, Castro y su gente toman el pequeño cuartel de La Plata,
demostrando que algo importante y mejor organizado se está creando en Cuba.

En 1957, se desarrollan en las montañas una serie de acciones y
enfrentamientos, entre las más importantes se encuentra el combate de El
Uvero.

El 13 de marzo de ese año, un destacamento castrista ataca el Palacio
Presidencial en La Habana, con el propósito de asesinar a Batista, pero
la operación fracasa.

Allí muere José Antonio Echeverría, presidente de la Federación
Estudiantil Universitaria.

Poco después, en septiembre, se produce el alzamiento del puesto naval
de la ciudad de Cienfuegos que pone en evidencia las profundas
divisiones que cruzan a las Fuerzas Armadas Cubanas.

A finales de año, en la Sierra Maestra, ya se han consolidado dos
columnas guerrilleras.

En la Sierra Maestra, Fidel Castro pone en su activo dos nuevas columnas
al mando de Raúl Castro y Juan Almeida, respectivamente, su misión abrir
dos frentes guerrilleros en zonas montañosas de Oriente.

Batista lanza en el verano lanza una ofensiva de 10 000 hombres sobre la
Sierra Maestra, luego de cruentas luchas, las fuerzas oficialistas deben
batirse en retirada. Tras feroces combates, Santo Domingo, El Jigüe,
Vegas de Jibacoa, y otros, las tropas de los rebeldes derrotan a los
batallones del ejército.

Nuevas columnas rebeldes parten hacia otros puntos de la isla, entre
ellas las de los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos,
quienes se desplazan hasta la provincia de Las Villas. En esa zona ya
operan diversos grupos de combatientes, entre otros los del Directorio
Revolucionario y el Partido Socialista Popular (Comunista).

Poco a poco se van tomando poblaciones aledañas para cerrar el cerco
sobre Santiago de Cuba. Che Guevara, en Las Villas, toma los pueblos a
lo largo de la carretera central y asalta la ciudad de Santa Clara,
capital provincial, por su parte, Camilo Cienfuegos se apodera luego de
tenaz combate del cuartel de la ciudad de Yaguajay.

El 1º de enero de 1959, Batista abandona el país.

Cuba tiene un nuevo gobernante, un militar formado a pulso en lo más
denso de la Sierra Maestra. De abogado a Comandante en Jefe de la FAR,
Fuerzas Armadas Revolucionarias.

De la dictadura de Batista a otra forma de dictadura, de partido único y
de prensa férreamente controlada. Hoy resulta casi anacrónica, tanto
como lo es el bloqueo en que se ha empeñado Estados Unidos, la mejor
excusa para que se mantenga el gobierno de Fidel Castro.

Sin embargo Castro no fue el primer Presidente de Cuba, asumió como tal
don Manuel Urrutia. Fidel Castro en febrero de 1960 fue designado Primer
Ministro.

Sus desavenencias con Urrutia, que se oponía a una serie de reformas de
corte marxista, llevaron a Fidel a renunciar en el mes de Julio de ese
año. Toda una comedia ya que pocos días después una serie de
manifestaciones públicas de apoyo al "Comandante en Jefe", provocaban la
renuncia del Presidente Urrutia y su reemplazo, sin elecciones de por
medio, por el señor. Osvaldo Dorticós Torrado, abogado y miembro de una
distinguida familia cienfueguera, (De Cienfuegos).

Durante la era de Batista Dorticós era Comodoro del exclusivo Cienfuegos
Yacht Club, bebía champagne en copas de bacarat y en una ocasión al
celebrarse las famosas regatas de Cienfuegos, no dejó entrar a un
periodista porque era negro.

Unas semanas después, apareció una caricatura en un semanario
humorístico al principio de la revolución. Allí aparecía Dorticós al
frente de un bote con el dedo índice de la mano derecha al frente en
martiana postura diciendo: "YO MANDO"... tras el presidente y empuñando
los remos aparecía Fidel ("YO REMANDO").

Batista gobernó siete años, Fidel cumplió 48 años como Comandante en
Jefe y Presidente del Gobierno Revolucionario. ¿Cuál es la diferencia
entre una dictadura militar del corte de la de Batista y una dictadura
militar del corte de la de Fidel?

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