La eterna culpa de los otros
Informe económico de 2007: La responsabilidad de todo la tiene el totí.
Yodel Pérez Pulido, Manaos
jueves 10 de enero de 2008 6:00:00
Uno de los mejores "actores" del escenario político-económico de la Isla 
es, sin dudas, José Luis Rodríguez. Cada año, el ministro de Economía 
—pausado, apenas altivo—, junto a Osvaldo Martínez, asesor económico de 
la Asamblea Nacional, intenta disimular, y quién sabe si ocultar, el 
gran engendro de la supervivencia.
Una especie de película filmada con urgencia y con la tesis central de 
que "sólo nosotros podríamos lograr tales avances", revive el gran 
nerviosismo a la hora de rendir cuentas de los resultados a los mudos 
parlamentarios que aprueban sin chistar lo discursado por quienes de 
verdad "gobiernan".
Según cifras oficiales, desde 2004 Cuba ha incrementado su PIB en un 
42%. Estadísticas que, aunque reconocidas por la CEPAL, muchos 
especialistas ponen en duda ante la levedad de un crecimiento que no 
reconoce y mucho menos refleja mejores condiciones de vida para la gente 
de a pie. Esa que tiene que asumir los resultados con la frivolidad de 
las letras grandes y rojas con que se publica la "novedad" en la prensa 
oficialista.
Huracanes y lluvias
Otra vez, los grandes culpables de los incumplimientos económicos han 
sido los fenómenos naturales. Aunque todavía no se recuerda un año en 
que Cuba no haya sufrido los embates atmosféricos, los vientos fuertes y 
las lluvias han sido "responsables" de los bajos rendimientos agrícolas, 
la escasa producción de alimentos y la improductividad de diversas 
empresas y organismos estatales.
Las lluvias no sólo dejaron sin casas a miles, sino que "incidieron 
profundamente" en el bajo rendimiento económico. Otros fenómenos 
externos, como la elevación del precio de algunos alimentos en el 
mercado internacional y coyunturas políticas inestables, también fueron 
declarados culpables.
Sin embargo, al parecer, estas adversidades no afectaron un elemento 
singular dentro del puzzle económico nacional: la productividad del 
trabajo, que se mide por la asistencia y vinculación del trabajador al 
centro laboral, no importa si algún que otro día asiste a una reunión 
política o sindical. Con las nuevas medidas decretadas por el régimen 
para implantar más disciplina, los trabajadores se ausentaron menos este 
año, según el propio gobierno. Un dato valorado casi como novedad en el 
informe económico de 2007, que lo refleja con un crecimiento del 5%.
Por increíble que parezca, tampoco la "revolución energética" tuvo 
problemas. El crecimiento (más político que real) se refleja en la 
instalación de más grupos electrógenos y una disminución de los 
apagones, debido al subsidio petrolero venezolano.
Lo más llamativo del discurso económico de fin de año, tragado 
pasivamente por el 100% de los parlamentarios, tiene que ver con una 
tabla nutricional que el propio ministro de Economía hizo pública. Según 
los cálculos oficiales, los cubanos en 2007 elevaron su nivel 
nutricional a 3.287 kilocalorías y consumieron diariamente 89,9 gramos 
de proteínas. Estos datos, además de ridículos, resultan sumamente 
controversiales en medio de la hambruna y los altísimos precios de los 
alimentos, muchos inaccesibles para la gente común, como la leche y la 
carne de vacuno.
Aunque este informe fue publicado por la prensa oficialista, su impacto 
entre los cubanos apenas es conocido. Un análisis crítico no tendría 
espacio en dichas páginas.
Los incrementos sustanciales en los sectores del transporte, la 
industria y los servicios, que presenta el gobierno, también son 
inverosímiles ante la dura realidad. Si algo creció en Cuba durante 
2007, fue la incertidumbre. Aunque el discurso político asevere que 
dichos avances tienen un impacto directo en la población, al igual que 
"las obras sociales" vinculadas a la "batalla de ideas".
Sin producción no hay país
Si la venenosa carne de puerco subió de precio o escaseó a finales de 
año, lo que no reflejó el informe económico —ni mucho menos las 
"estampas navideñas" de la prensa— fue el aumento en las ventas de 
manzanas. Las TRD (Tiendas Recaudadoras de Divisas) dispusieron de mayor 
cantidad del producto y mucha gente compró la fruta importada para darle 
más swing a las "nuevas" conmemoraciones.
Así podrían describirse algunos fragmentos del informe económico del 
ministro de Economía, quien llamó a reducir en 2008 las importaciones de 
alimentos como arroz, frijoles, leche, frutas y harina de trigo.
El llamamiento a no hacer planes económicos sin tener en cuenta los 
recursos disponibles, y a una planificación y gestión económica más 
eficiente, fueron otros de los aspectos positivos del informe, así como 
la discreción al reconocer los avances en relación con ese estilo de 
trabajo.
Al fin y al cabo, si algo se desprende del análisis sobre la verborrea 
económica tradicional en la Cuba subvencionada por el petróleo 
venezolano, es que muchos de los datos y hechos no son reales. Un país 
no puede crecer si no produce, ni con hambre en la esperanza de la gente 
y, claro está, en sus estómagos, y menos sin libertad, sin viviendas 
para una vida digna…
Cuando se deje de mirar la paja en el ojo ajeno y se comience a 
reconocer cuán improductivo es el engendro económico fidelista, los ojos 
nacionales brillarán decorosamente.
Dirección URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/articulos/la-eterna-culpa-de-los-otros
 
 
No comments:
Post a Comment