Una fraudulenta acusación de espionaje
ROGELIO FABIO HURTADO | La Habana | 23 de Febrero de 2017 - 08:49 CET.
Por primera vez los iluminados de Birán parecen reconocer tácitamente 
un  grave error, que repercutió funestamente en las vidas y el prestigio 
público de dos personalidades del viejo Partido Comunista (PSP). Por 
supuesto, no piden las debidas disculpas.
Solo los veteranos recordamos al excomandante y viceministro de las 
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Joaquín Ordoqui Mesa, prominente 
cuadro profesional del PSP y representante a la Cámara por ese partido 
durante los años 40, quien fuera despojado oficial y públicamente de 
todos sus cargos poco después del juicio al delator de Humboldt 7, 
Marcos Rodríguez, en el cual este dirigente y su esposa, la también 
comunista Edith García Buchaca se vieron implicados.
Entonces, se les acusó en el diario Granma de haber colaborado con la 
CIA. Sin darse más información, se les condenó a los dos al ostracismo, 
en el cual permanecieron hasta sus respectivas muertes, la de ella 
acontecida hace dos años, sin que mediara en Cuba ninguna aclaración al 
respecto.
En España, Miguel Barroso publicó un libro en 2009 titulado Un asunto 
sensible acerca de los trágicos sucesos de Humboltd 7, donde se hace 
referencia a una información incluida solo en la primera edición del 
libro Inside the Company. CIA Diary por el desertor de dicha agencia, 
Phillip Agee, a propósito del caso Ordoqui, exitosa operación de 
desinformación, por la cual el jefe de la estación de la CIA en Ciudad 
México, David A. Phillips, había merecido el premio anual de esa agencia 
de Inteligencia.
Ahora, en la reciente Feria del Libro de La Habana se ha vendido una 
edición ampliada del libro  del general Fabián Escalante Font El 
asesinato de Kennedy y la inculpación a Cuba, en cuyas páginas 76 y 77 
encuentro detallada información acerca de aquel operativo de la CIA, 
codificado como Am-Bear, descrita según Escalante Font como "una 
operación que bien pudiera inscribirse en los anales  de la historia de 
las intrigas mundiales como un ejemplo de perversidad e insidia".
Dicha operación consistió en el envío de varias cartas anónimas a la 
embajada cubana en México en las que se señalaba que Joaquín Ordoqui 
Mesa había sido el informante que previno a la CIA del establecimiento 
de los misiles soviéticos en la Isla.
"La información, muy bien elaborada", escribe Escalante Font, "se 
apoyaba en dos fuentes a las que David Phillips tuvo acceso: 1) El 
seguimiento y control operativo ejercido por la CIA y la policía 
mexicana contra Ordoqui y su esposa Edith García Buchaca, destacada 
intelectual y dirigente comunista durante su exilio en ese país, y 2) la 
proveniente de un veterano agente de la CIA de origen guatemalteco, 
Carlos Manuel Pellicer, exmiembro del Comité Central del Partido 
Comunista en ese país, quien había frecuentado al matrimonio 
Ordoqui-García en Praga a finales de los años 50. Por lo tanto, en las 
cartas elaboradas se ofrecían detalles sobre las opiniones políticas de 
ellos y además se caracterizaba su actuar durante aquellos años, dando 
el matiz de veracidad necesario para calzar la calumnia".
Hasta ahí lo escrito por el general Escalante Font. Las autoridades no 
se han pronunciado al respecto, ni siquiera en ocasión del fallecimiento 
de Edith García Buchaca. Sería muy bueno que el estelar presentador 
televisivo Reinaldo Taladrid dedicase una emisión de Pasaje a lo 
desconocido a vindicar el mancillado prestigio de Ordoqui y García Buchaca.
Source: Una fraudulenta acusación de espionaje | Diario de Cuba - 
http://www.diariodecuba.com/cuba/1487768304_29153.html
 
 
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