El Presidio político cubano en lucha contra el olvido
En un simposio celebrado en Miami, los ex presos compartieron
experiencias en las cárceles cubanas
Este tipo de eventos se propone contrarrestar opiniones de los que
estiman que la memoria histórica puede entorpecer la nueva política de
acercamiento
Denunciaron que se ha recrudecido la represión en la isla desde el
restablecimiento de relaciones con EEUU
LUIS DE LA PAZ
Especial/el Nuevo Herald
El restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha creado
una suerte de amnesia intencional, con la que se intenta echar un manto
de silencio sobre el daño que casi seis décadas de dictadura ha causado
en la isla y en el cubano. Sin embargo, el politólogo Julio M. Shiling,
director de la organización Patria de Martí, organizó el simposio
Presidio político cubano: un conversatorio, en el que los ex presos
políticos Alberto Grau Sierra, Ángel Cuadra, Cary Roque y Luis G.
Infante, ofrecieron sus testimonios con la autoridad que les brinda los
años en las prisiones castristas.
El evento, celebrado el martes pasado en West Dade Regional Library,
formó parte de un abarcador ciclo de conferencias y presentaciones
diseñadas para, explica Shiling, "promover una mayor concientización
política con apego a la libertad y la democracia". De esa manera se
busca contrarrestar las opiniones que estiman que la memoria histórica
puede entorpecer la nueva política de acercamiento.
El recién concluido congreso del Partico Comunista de Cuba dejó claro
que no hay intenciones de cambios en la isla. El historiador y
periodista Pedro Corzo, director del Instituto de la Memoria Histórica
Cubana contra el Totalitarismo, entiende que hay que insistir en el
carácter dictatorial del castrismo y que "es necesario llevar ante la
justicia a aquellos que han causado tantas muertes".
El instituto que encabeza Corzo, ha publicado libros, filmado
documentales, confeccionado calendarios y realizado numerosas
conferencias con los protagonistas y las víctimas del castrismo para
"mantener viva en la memoria colectiva, las atrocidades que comete a
diario ese régimen esencialmente perverso".
Uno de los participantes en el simposio, Ángel Cuadra, que pasó 15 años
en la cárcel cubana, habló de la creación literaria en las prisiones.
"La soledad y el derrumbe que provoca el horror del presidio puede
conducir también a la creación literaria", apuntó Cuadra, presidente del
Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio y del Ex-Club, la Asociación
de Ex presos Políticos.
"Para algunos presos hubo una especie de canalización de su realidad a
través de la literatura. Algunos escribieron poemas, otros una canción,
otros hicieron dibujos. Me refiero al caso específico de Ernesto Díaz
Rodríguez, un pescador que estuvo muchos años en prisión y que se
convirtió en un escritor de literatura infantil", destaca Cuadra.
El olvido de los más jóvenes
Tal vez el problema que más daño esté haciendo a la continuidad de la
memoria histórica es que los jóvenes no quieren hablar del pasado y
tienen un rechazo casi instintivo a cualquier conversación que aborde
esos temas.
"Eso ya pasó", dijo Josiel Fernández, de 31 años, que lleva cuatro años
en Miami. "Eso hay que dejarlo atrás", insistía. Sin embargo cuando se
le recordaba que todavía siguen pasando cosas, como la muerte en una
huelga de hambre de Orlando Zapata Tamayo en el 2010 y las golpizas y
arrestos dominicales a las Damas de Blanco, su respuesta es mucho más
turbia: "Bueno, hay que esperar a que esas gente se mueran [los Castro]
para ver qué pasa". Ese es el asidero, la esperanza, de muchos en Cuba y
en el exilio, sin reflexionar que el aparato político puede urdir
sorpresivos mecanismos, como ha demostrado que son capaces de hacer.
Cuadra piensa que "la gente nueva se sienten frustrada ante el régimen.
Muchos de los que recientemente vienen no tienen información o
referencia histórica, por eso reaccionan así", destaca el intelectual
cubano; añadiendo: "Muchos no desean hablar de sacrificio y heroicidades
que ellos no quieren asumir y por eso tratan de borrar el vínculo con el
pasado, para no sentirse en compromiso. Temen asumir una posición de
exilio, y reconocer el legado de quienes los precedieron en el destierro".
La postura de Corzo apunta a los padres como responsables: "Muchos no
les explicaron a sus hijos los desmanes del castrismo como una manera de
protegerlos, de evitar que asumieran una actitud beligerante; pero
también por vergüenza personal, por haberse sumando muchas veces al
régimen y demostrar simpatías por un sistema político y social que en
realidad despreciaban".
Shiling señala que "estamos ahora ante una movida estratégica de la
dictadura. El régimen castrista cometió crímenes en nombre de un
sistema. Nosotros pretendemos recordar ese pasado en el presente, pues
hoy se siguen cometiendo atrocidades contra la dignidad del cubano. Eso
es lo que queremos tener presente en este simposio, recordar que tiene
que haber justicia".
Foros como este le puede dar a las nuevas generaciones su primer
contacto directo con el pasado en las voces de los protagonistas de
aquellos eventos. Sin duda el lema "Prohibido olvidar" es una necesidad
principal si se quiere llegar a una sociedad mejor en la isla. La labor
realizada por las distintas organizaciones, incluso mediante la
literatura testimonial, será un catalizador para la reconstrucción de Cuba.
"Por eso buscamos recalcar las brutalidades y mencionarlas con nombres y
fechas. Con parte de la nación cubana fuera de la isla, tenemos la
oportunidad de impartir clases de historia y en este caso, en las voces
de los protagonistas de esas hazañas", destaca Cuadra.
Por su parte, Ángel de Fana, presidente de Plantados hasta la Libertad y
la Democracia en Cuba, alaba el simposio señalando: "Al hablarse del
presidio histórico, de las huelgas de hambre, vemos que las
circunstancias son muy similares a las de hoy".
De Fana estima que por el presidio político cubano han pasado más de
100,000 personas desde 1959, y le da crédito a las cifras recientemente
manejadas por la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN) que preside en la isla Elizardo Sánchez Santa Cruz,
que cifró en 93 el número de reclusos por razones ideológicas;
añadiendo, que pueden haber muchos más por causas definidas por el
gobierno como comunes, pero que tienen un motivo político.
Con tanto diálogos, intercambios y relaciones ya no se habla de los
presos y fusilados. Aun así hay quienes mantienen viva la llama, como el
escritor y artista plástico Juan Abreu, quien en Barcelona, España,
donde reside, está realizando una abarcadora serie de retratos de los
fusilados por el castrismo, algo que ha llamado la atención
internacional y motivado entrevistas en medios de España, Estados
Unidos, México, Argentina y otras latitudes.
La mujer en 'un sistema penitenciario perverso y sádico'
La ex presa política Cary Roque, que también participó en el encuentro,
dice estar siempre dispuesta a involucrarse en estos eventos para
explicar qué pasó, por qué pasó. En su intervención compartió sus
experiencias como mujer "bajo el sistema penitenciario más perverso y
sádico que ha habido en América Latina", donde estuvo 16 años
encarcelada. "Hay que recordar lo que se ha hecho, mencionar la lucha
armada, los años de silencio ante las denuncias, la situación actual, la
forma en que el régimen socavó todos los derechos civiles de una manera
muy violenta y agresiva", apuntó. "Eso hay que recordarlo cada día y
tratar de llevarlo a las nuevas generaciones, como hacen los judíos, que
desde que nacen sus hijos les están enseñando lo que les hicieron, esa
es la única manera de evitar que se repita", recalcó.
Roque está consciente de la falta de información histórica en los más
jóvenes: "Para el cubano de unos 30 a 40 años es mejor no tocar estos
temas. Hay un rechazo natural que está en el subconsciente hacia todo lo
que tiene que ver con la política. A la juventud hay que animarla a
través de programas de radio y televisión. Estamos ante una gran
arremetida por parte del régimen", enfatiza.
Como la mayoría de los entrevistados, Roque destaca el aumento de la
represión en la isla desde el restablecimiento de las relaciones con los
Estados Unidos. Por otra parte, se ha desenterrado también los elementos
de la guerra fría, con una sorprendente avanzada colocada en posiciones
esenciales, capaces de negarle a Ramón Saúl Sánchez la residencia, la
cual había solicitado desde el 2012 sin recibir respuesta, y ordenarle
que abandone Estados Unidos. En otra de las inesperadas maniobras, vetan
al músico Paquito D'Rivera en un evento cultural en la Casa Blanca.
El también preso político José A. Albertini, director del programa Cuba
y su historia en el Canal 17 de Miami estima que "el castrismo ha
sometido a más de dos generaciones de cubanos a vivir un largo estado de
posguerra que se ha extendido por más de 50 años y que en el presente se
ha agudizado sensiblemente".
"Todas las generaciones de posguerras tienen atributos comunes como son
sobrevivir a cualquier precio; desarrollo de un egoísmo feroz, en el
cual el YO con mayúscula se convierte en el centro de la existencia
universal. Asimismo, se incrementa, entre los más ilustrados, el
pesimismo y la negación de valores y tradiciones a los que culpan de los
males presentes. Estas posturas, en muchos casos, conducen al
conformismo y sus diferentes caminos de evasión, por muy creativos o
novedosos que sean los temas de ficción, ensayos o propuestas
filosóficas. Pienso en el existencialismo, interpretaciones y
vertientes, y eso es lo que estamos viendo en el cubano de hoy, en las
nuevas generaciones que se resisten a tomar un pasado y el legado de sus
compatriotas como bandera, y guía, para hacer desaparecer el presente
funesto que hoy tiene Cuba", concluye Albertini.
Source: Los presos políticos cubanos no quieren ser olvidados | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article74719507.html
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