El Cuba Study Group, la Casa Blanca y la política hacia Cuba
Desde la elección de Barack Obama, el CSG sostuvo reuniones con altos 
funcionarios para promover el cambio de política hacia Cuba
La organización comisionó un importante estudio legal sobre autoridad 
ejecutiva
#CubaNow multiplicó su mensaje en una campaña con fondos privados
NORA GÁMEZ TORRES
ngameztorres@elnuevoherald.com
El anuncio del 17 de diciembre tomó por sorpresa al mundo. Hubo de todo: 
un repentino canje de espías, un amplio conjunto de medidas para 
flexibilizar el embargo y una inesperada promesa de restablecer 
relaciones diplomáticas y acabar así con 50 años de hostilidades.
Mientras la atención se centró en los detalles jugosos de negociaciones 
secretas que duraron más de un año, un grupo de cubanoamericanos que 
estuvo trabajando tras bambalinas para promover el cambio celebraba 
discretamente ver su agenda finalmente convertida en política de Estado.
Un cuentapropista trabaja en su taller en La Habana en enero de este 
año. El Cuba Study Group es pionero en las investigaciones sobre este 
sector en la isla y tiene hoy un programa de intercambio con 
cuentapropistas. YAMIL LAGE AFP/Getty Images
El grupo de exitosos empresarios cubanoamerianos aglutinados en la 
organización sin fines de lucro Cuba Study Group (CSG) desplegó a partir 
del 2009, un amplio esfuerzo para promover la agenda del cambio de 
política hacia Cuba en las altas esferas del gobierno de Estados Unidos.
Para ello se centraron en tres áreas: "convencer" a la Casa Blanca de 
que podía hacer más con la autoridad ejecutiva para modificar las 
sanciones a Cuba, proveer de ideas y recomendaciones sobre las medidas a 
tomar con esa autoridad y "demostrar que el cambio era políticamente 
viable", explica su director ejecutivo Tomás Bilbao.
Desde el 2009, varios miembros del grupo sostuvieron múltiples reuniones 
con miembros del Consejo Nacional de Seguridad, el Departamento de 
Estado, el Pentágono y el Departamento de Comercio, entre otras 
agencias, y su presidente Carlos Saladrigas estuvo al habla con Barack 
Obama incluso antes de que llegara a la Oficina Oval.
UN GRUPO DE CUBANOAMERICANOS QUE ESTUVO TRABAJANDO TRAS BAMBALINAS PARA 
PROMOVER EL CAMBIO CELEBRABA DISCRETAMENTE VER SU AGENDA CONVERTIDA EN 
POLÍTICA DE ESTADO
En entrevista telefónica, Bilbao mencionó alrededor de 20 encuentros, 
aunque aclaró que no eran todos. "Fueron muchas reuniones, no te voy a 
aburrir", dijo.
"Entendíamos que no era cuestión solamente de decirle a Roberta 
Jacobson, Dan Restrepo o Ricardo Zúñiga que esto era lo que 
recomendábamos sino que teníamos que ayudar, por ejemplo, a la gente del 
Departamento de Comercio a entender por qué las restricciones en las 
exportaciones de electrodomésticos a Cuba dificultaban la labor de ONGs 
que trabajaban con la Iglesia… No se trataba de convencer solo a las 
personas clave arriba", explica Bilbao.
Varios fueron los documentos que elaboró o comisionó el grupo para 
cumplir estos objetivos, muchos basados en investigaciones ya realizadas 
sobre el microempresariado en Cuba, área en la fueron pioneros y 
continúan trabajando (por ejemplo, a través de un programa de 
intercambio con "cuentapropistas" cubanos).
Los documentos también ilustran la evolución del pensamiento de sus 
miembros.
En 2006, bajo una Administración republicana, proponían "una política de 
acercamiento" que condicionaba las acciones de Estados Unidos a mejorías 
en Cuba: "si el gobierno cubano demuestra que ha dado pasos concretos 
hacia una nueva constitución… elecciones libre y democráticas…entonces 
el Presidente de EEUU trabajará con el Congreso para establecer 
relaciones diplomáticas completas", indica un reporte.
Para febrero del 2013, el Cuba Study Group publicó un informe en el que 
pedía la derogación de la Ley Helms-Burton e incluía una serie de 
medidas que podría tomar el Presidente para "promover el cambio en 
Cuba", entre ellas la autorización para importar bienes y servicios 
ofrecidos por los cuentapropistas en la isla, el restablecimiento de los 
servicios de ferry a Cuba y la revisión de la inclusión de Cuba en la 
lista de países que patrocinan el terrorismo, todo lo cual ayudaría 
eventualmente al restablecimiento de relaciones diplomáticas.
"Si miras el documento y las modificaciones a la política anunciadas el 
año pasado, son básicamente los mismos puntos más el restablecimiento de 
las relaciones diplomáticas", apunta Bilbao.
El documento fue presentado casi al mismo tiempo que recomendaciones 
similares hechas públicas por Ted Piccone, investigador de Brookings 
Institution, en enero y el Grupo de Trabajo sobre Cuba de Americas 
Society/Council of the Americas. Piccone explica que los autores de los 
tres reportes "compararon notas como colegas" y hubo "cierta 
coordinación" sobre la fecha de publicación.
Esa colaboración tenía antecendentes. Por ejemplo, en 2010, Piccone, 
Sabatini y Saladrigas compartieron la autoría de un reporte titulado 
Bridging Cuba's Communication Divide: How U.S. Policy Can Help.
Otro documento clave, anterior al del 2013, parece ser el estudio legal 
que el CSG comisionó a Stephen Propst, socio de la firma de abogados 
Hogan Lovells US LLP, sobre la autoridad ejecutiva para modificar las 
leyes del embargo y que sirvió de base legal de las recomendaciones 
realizadas posteriormente por distintas organizaciones.
Según varios miembros del grupo, en reuniones con Dan Restrepo, en ese 
entonces asesor especial de Obama y Director para Asuntos del Hemisferio 
Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, conocieron de las dudas 
que tenía la administración acerca de las posibilidades legales de 
modificar por decreto las leyes sobre Cuba, de modo que la organización 
comisionó un informe legal sobre el tema a un bufete especializado.
En ese momento, se rumoraba que la Administración estaba recibiendo 
recomendaciones legales "más restrictivas", apunta Piccone. El informe 
se presentó públicamente durante un evento el 15 de febrero de 2011 en 
Brookings Institution. Ese mismo día, fueron invitados a presentarlo al 
Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) en la Casa 
Blanca.
EL CUBA STUDY GROUP TIENE ESTATUS DE ORGANIZACIÓN SIN FINES DE LUCRO, 
BAJO EL CÓDIGO 501(C)(3) DE LA AGENCIA TRIBUTARIA (IRS). SEGÚN LAS 
REGLAS DE ESTA AGENCIA, ESTE TIPO DE ORGANIZACIÓN, NO "PUEDE INTENTAR 
INFLUIR EN LA LEGISLACIÓN" (O SEA, EL CONGRESO) DE FORMA "SUBSTANTIVA"
"Mi impresión fue que el personal del NSC estaba muy entusiasmado con 
los resultados en el reporte y consideró que proveía de una base 
jurídica al Presidente para hacer más sobre Cuba", comenta Propst.
Según este abogado, "la creencia convencional era que las sanciones 
habían sido codificadas por el Congreso y que el Presidente tenía muy 
poca discreción para hacer cambios. El análisis mostró que la autoridad 
del Presidente para hacer excepciones a las restricciones comerciales y 
de viaje estaba incorporada en las regulaciones que el Congreso había 
reglamentado".
Dan Restrepo matiza la historia.
"En ese momento había un debate sobre la capacidad administrativa del 
Presidente para actuar y sigue siendo un debate, y sí hablé con ellos 
sobre el tema en mi oficina. Sé que ellos luego impulsaron un estudio 
sobre el tema que llegó a la Casa Blanca, uno de muchos, aunque 
probablemente fue el único grupo que lo hizo público. Obviamente, los 
abogados internos estudiaron el tema y siguen estudiándolo", señala.
¿Es cabildeo?
El presidente del CSG, el empresario Carlos Saladrigas, asegura que este 
"no es un grupo de cabildeo, no es un grupo político. Lo que hacemos es 
presentar ideas constructivas, buscamos la forma de estudiar y analizar 
temas importantes".
El CSG tiene estatus de organización sin fines de lucro, bajo el código 
501(c)(3) de la Agencia Tributaria (IRS, por sus siglas en inglés). 
Según las reglas de esta agencia, este tipo de organización, no "puede 
intentar influir en la legislación" (o sea, el Congreso) de forma 
"substantiva".
Sin embargo, el profesor Robert Green, especialista en regulaciones 
fiscales de la escuela de leyes de Cornell University, explica que esta 
es una definición "estrecha" de cabildeo y "bajo la Ley de Divulgación 
de Cabildeo se consideran como tal no solo los intentos de influir en la 
legislación sino también el contacto con altos funcionarios de la 
administración, incluido el Presidente, así como los intentos de 
influencia sobre órdenes ejecutivas".
De modo que aunque la organización cumpla con los límites de tiempo y 
gasto impuestos por ambos códigos (como aseguró al Nuevo Herald Bilbao), 
y no existan objeciones en términos legales, "lo que están haciendo es 
claramente cabildeo... aunque puede que no tengan que registrarse como 
cabilderos".
El profesor citó otras excepciones en la ley que podrían aplicarse 
también a las actividades del grupo, como por ejemplo, el no considerar 
a los estudios o investigaciones que sean hecho públicos como acciones 
de cabildeo. El CSG hizo públicos todos los estudios citados en esta 
historia.
Este tipo de activismo "es muy normal, lo hacen docenas de 
organizaciones. Forma parte de la interacción de una Administración y el 
público. Es parte de la rutina", explica Restrepo, quien se reunió en 
varias ocasiones con miembros del grupo.
El CSG también ha mantenido la separación legal con una organización que 
podría considerarse como su brazo político: #CubaNow. Su actual 
director, Ric Herrero, es miembro de la junta de jóvenes profesionales 
del CSG desde el 2007 y se convirtió en el director ejecutivo asistente 
de la organización en 2012 y hasta abril del 2014, cuando se fue a 
dirigir #CubaNow.
Aunque #CubaNow no fue creado directamente por el CSG, sino que surgió 
como parte de la campaña que coordinó en 2014 James Williams –de la 
firma Trimpa Group– para presionar a la Administración a actuar en el 
tema de Cuba, la nueva organización responde a los puntos de vista de 
aquel grupo, según indica Herrero.
La diferencia entre ambas, explica, es que según las regulaciones del 
IRS, aunque las dos están exentas de pagar impuestos, la organización 
que dirige sí puede promover mensajes políticos. "Somos primariamente un 
vehículo de mensajes, que hacemos en forma de campaña", aclara.
#CubaNow pagó con donaciones privadas –algunas canalizadas por Trimpa 
Group, que asesora a donantes para que inviertan en determinadas causas– 
anuncios de televisión así como anuncios en estaciones de metro en 
Washington, DC dirigidos a "la Casa Blanca y el Departamento de 
Estado"-–indica un comunicado de prensa– para proponer que el Presidente 
"podía y debía dar nuevos pasos que defiendan los intereses de Estados 
Unidos a la vez que ayudan al pueblo cubano", un argumento central en la 
campaña del 2014.
Por su parte, Bilbao afirma que "el CSG nunca ha donado un dólar a #Cuba 
Now" y que "mantuvimos una separación bastante importante para evitar 
cualquier apariencia de que fuera nuestro", aunque reconoce que #CubaNow 
utilizó "todo el mensaje, la estrategia que había elaborado el Cuba 
Study Group".
El último tramo
Con la salida de Restrepo del NSC en el verano del 2012, el CSG retoma 
las contactos con la Casa Blanca a inicios del año siguiente. En febrero 
del 2013, Saladrigas, Bilbao y Herrero se reunieron con Ricardo Zúñiga 
(principal asesor del Presidente para América Latina) y Ben Rhodes 
(asistente del Presidente y asesor de Seguridad Nacional para la 
Comunicación Estratégica), quienes como se sabría más tarde, iniciarían 
negociaciones secretas con el gobierno cubano en abril de ese año.
"En estas reuniones ellos querían explorar lo que pensábamos que podía 
hacer el Presidente para ayudar más al pueblo cubano y cómo iba a ser 
recibido en la comunidad cubanoamericana", explica Herrero. Para 
noviembre del 2013, después de un acto de recaudación de fondos del 
Partido Demócrata en Miami, en el que Obama dijo que Estados Unidos 
debía "ser creativo" y continuar actualizando su política hacia Cuba, 
Herrero intuyó en sus palabras la señal de que la Administración estaba 
decidida a actuar.
Aunque las negociaciones secretas nunca trascendieron a los miembros del 
grupo –"Ellos tienen una buena cara de póker", señala Bilbao– en julio, 
Herrero, Williams y Luis Miranda (ex director de comunicaciones para 
medios hispanos de la Casa Blanca, reclutado por Trimpa Group para la 
campaña) se reunieron, una vez más, con Zuñiga.
"Él nos dijo que ya se había presentado nuestro argumento y que estaban 
buscando hacer cambios en la política hacia Cuba a partir de nuestras 
recomendaciones, las de CubaNow, que estaban completamente basadas en 
las del Cuba Study Group; solo que no estaba claro cuán lejos iban a 
llegar", ni cuándo iban a realizarlos, continúa Herrero, quien confesó 
su sorpresa con el anuncio de la restauración de relaciones diplomáticas 
"porque fue más allá de nuestras recomendaciones".
Los contactos con la Administración no terminaron con este anuncio.
Desde el 17 de diciembre, "hemos tenido muchas reuniones con 
funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado" desde 
estonces, explica Herrero y acota que la administración está interesada 
en conocer "qué otros pasos puede hacer ahora que se está embarcando en 
esta nueva era de relaciones".
Varias fuentes mencionaron una reunión celebrada el 5 de mayo de este 
año en la Casa Blanca entre el Presidente y una docena de representantes 
de organizaciones cubanoamericanas, entre ellas el Cuba Study Group y la 
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
"En esa reunión fue que Obama explicó lo que había sucedido, sus razones 
de por qué lo había hecho y volvió a insistir en que mantuviéramos un 
contacto abierto para seguir suministrándole ideas a medida que las 
cosas fueran evolucionando", comenta Saladrigas.
¿Quién se lleva el crédito?
La Casa Blanca declinó confirmar los detalles de esta reunión. El Nuevo 
Herald reportó sobre otro encuentro que tuvo lugar en la Casa Blanca con 
altos funcionarios de la Administración el 22 de julio, a la que también 
asistieron líderes y empresarios cubanoamericanos.
Jorge Mas Santos, el presidente de la FNCA, no respondió a la petición 
de comentario para esta historia.
" Por supuesto, el Presidente se merece todo el crédito y las personas 
junto a él se llevan mucho crédito, aunque tuvimos que hacer mucho 
trabajo para convencerlas de que lo podían hacer y era una buena idea 
hacerlo", reflexiona Bilbao, mientras reconoce que "otras personas 
jugaron un papel muy importante como el senador [Patrick] Leahy, el 
senador [Jeff] Flake y otras personas que ya se han mencionado 
públicamente".
Sin embargo, no todos están convencidos de que el CSG hubiera podido 
influir en la Casa Blanca o incluso en el Presidente, y tanto los 
funcionarios de la Administración como los analistas han argüido que las 
razones para el cambio de política van más allá, incluso, del tema 
cubano y deben mucho a la necesidad de reconstruir una relación con 
América Latina.
"No hay que persuadir a Obama de que piense como Obama", opina el 
excongresista Lincoln Díaz-Balart, quien está convencido que el entonces 
senador Barack Obama ya mostraba disposición a cambiar la política hacia 
la isla.
"La existencia de estos grupos han sido útiles para la Administración 
pero no han cambiado la opinión de Obama", insiste.
Aunque más matizada, Restrepo tiene una opinión similar.
"Creo que a fin de cuentas fue una decisión personal del Presidente de 
Estados Unidos, no es algo que nadie lo empujó a hacer. Él pensó que 
llegó el momento de hacerlo. Dicho esto, fue importante para la Casa 
Blanca saber que había apoyo público y dentro de la comunidad 
cubanoamericana".
Organizaciones como el Cuba Study Group y Cuba Now "sí han sido 
importantes como apoyo" a la Casa Blanca, agregó.
La Casa Blanca envió un comunicado que fue publicado en la primera parte 
de esta historia en el que afirma que "la Administración ha trabajado 
estrechamente a lo largo de los años con las partes interesadas en la 
comunidad cubanoamericana, incluido el Cuba Study Group, como parte de 
nuestro esfuerzo continuo para renovar las relaciones entre Estados 
Unidos y Cuba. Agradecemos su trabajo para ayudar a conseguir apoyo para 
los cambios en las políticas".
Williams es más categórico: "todo el mundo en [Washington, DC] que 
estuvo en el centro de esta campaña, sabe que ellos tuvieron un rol 
invaluable. No estaríamos donde estamos sin el CSG. Punto".
Nora Gámez Torres:@ngameztorres
Recomendaciones del informe 'Restablecimiento de la autoridad ejecutiva 
sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba' (febrero 2013)
▪  Modificar las limitaciones al envío de remesas y las exportaciones
▪  Autorizar viajes por licencia general para las ONG y permiso para 
abrir cuentas bancarias cubanas
▪  Establecer nuevas licencias para la prestación de servicios a empresarios
▪  Autorizar la importación de ciertos bienes y servicios procedentes a 
las empresas e individuos cubanos que participan en actividad económica 
independiente certificable
▪  Autorizar la exportación y venta de bienes y servicios a las empresas 
e individuos cubanos que participan en actividad económica independiente 
certificable
▪  Autorizar la venta de equipos de telecomunicaciones en Cuba
▪  Autorizar el restablecimiento de servicios de ferry a Cuba
▪  Simplificar el Suministro de productos controlados, tales como 
computadoras y computadoras portátiles
▪  Permitir a los viajeros de EE.UU con licencia acceso a tarjetas de 
débito, crédito o tarjetas prepagadas de EE.UU. y a otros servicios 
financieros durante sus viajes autorizados a Cuba
▪  Revisión de la calificación de Cuba como un estado patrocinador del 
terrorismo
▪  Desarrollar una agenda ampliada bilateral con una serie de temas 
específicos de interés mutuo…y contribuir así a la preparación del 
terreno para una eventual normalización de las relaciones.
Source: El Cuba Study Group, la Casa Blanca y la política hacia Cuba | 
El Nuevo Herald - 
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article42063861.html
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