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Monday, August 03, 2015

Entre la represión política y la complicidad de la izquierda de EEUU

Cuba: Entre la represión política y la complicidad de la izquierda de EEUU
Posted on 2 agosto, 2015
Por Isabel M. Estrada

Yo soy discípula de Emiliano Zapata. No quiero pan sin libertad ni
libertad sin pan. Quiero pan y libertad. Burguesa que soy.

Los Estados Unidos y Cuba reabrieron sus embajadas y la izquierda
estadounidense mal puede contener su emoción porque asume que la isla
esconde un paraíso perdido.

Muchos de nosotros estamos rabiosos con la plétora de beneficios que
recibirá el régimen de Castro sin hacer ninguna concesión de peso. Sin
embargo, me pregunto por qué le pedimos a Estados Unidos y a Obama que
nos hagan el trabajo. De nuevo.

El único culpable de la situación de la isla es el régimen que la ha
asfixiado durante más de cinco décadas. Pero hay responsabilidad de
todos. Creo firmemente que los cubanos, en particular los que vivimos
fuera de la isla, tenemos bastante que achacarnos. Hablamos mucho y muy
rápido, pero no hacemos nada y nunca desaprovechamos una oportunidad de
regresar a tirarnos fotos en las playas soleadas y los cafés de moda… y
regalarle divisas al gobierno. Sin hablar de los que sobornan a
siniestra y siniestra, sin prurito alguno de estrechar manos de pureza
dudosa, para que les toque algo bueno en la repartición del botín, ahora
que la cosa está barata. Lo único desagradable son esos opositores
engorrosos.

Una pelea abandonada

¿Por qué Estados Unidos debería seguir echando una pelea que los cubanos
no tenemos ningún problema en dejar a un lado?

Hugo Cancio, dueño de la revista digital OnCuba, y nada más y nada menos
que marielito, le está sacando el jugo a la situación de Cuba hoy. Él
admite que la mayoría del dinero invertido en la isla viene de Miami.
Como bien lo expone en un reciente artículo la revista The New Yorker,
para el gobierno de la isla Cancio es una figura muy atractiva: un
cubanoamericano capitalista que es también un patriota y que se atiene
sin escrúpulo alguno a las reglas del juego que establece el Partido
-lineamientos, que les llamaban- especialmente si su negocio se
beneficia. "Los cubanos como Cancio han deducido que las expresiones de
resentimiento no los llevarán a ninguna parte", concluye el artículo.

La izquierda estadounidense, por su parte, ha descubierto las maravillas
del capitalismo más cruel en la nueva Cuba.

Descorazona ver cómo quienes critican lo peor de un sistema
individualista que devalúa los esfuerzos comunes y penaliza a los pobres
por serlo se deshacen en elogios con respecto a la transformación de
Cuba de una dictadura socialista a una dictadura de mercado. O, tomando
prestada la frase a un amigo: el híbrido estalinismo de mercado que nos
quieren vender como la mejor solución.

La reacción positiva de la izquierda y los empresarios de derecha
yanquis a este proceso de "acercamiento" muestran que José Martí tenía
razón hasta un punto en lo del "Norte revuelto y brutal que nos
desprecia". Me recuerda a Casablanca cuando Ugarte le dice a Rick "¿Tú
me desprecias, verdad?" y Rick responde: "Si te dedicara algún
pensamiento, probablemente te despreciaría".

La ilusión de la fruta prohibida

Los americanos no desprecian a los cubanos, particularmente a los de a
pie y sin un quilo. Ni se acuerdan de ellos. Se imaginan la fruta
prohibida, las imágenes de película de las noches habaneras, el sexo
desmedido. Los que se mantienen fieles a una posición ideológica pese a
la evidencia, tal vez guardan esperanzas de admirar un país que se
enfrentó al poder imperial. Y se agarran de esa ilusión como de un clavo
ardiendo.

¿Por qué van las celebridades y los multimillonarios a Cuba? ¿Acaso
están tratando de mostrar los grandes avances médicos? ¿O tratando de
exhibirse en los carros antiguos de la Cuba de ayer, que, irónicamente,
son los heraldos de lo porvenir?

Sí, los estadounidenses se preguntan qué sentido tiene un embargo
fracasado, al que yo me opongo también porque es una de las hipocresías
de la política exterior de Estados Unidos: con China no hay problema;
pero Cuba… oh, es comunista. Las acciones de Obama son una admisión de
la derrota de una política fallida. Eso, en realidad, habla tal vez de
la grandeza de Estados Unidos,

Cuando me pongo testaruda, me pregunto por qué restablecer relaciones
diplomáticas con un régimen brutal y antidemocrático. Veo dos opciones:
fe ciega en la capacidad del mercado de generar democracia o una
completa indiferencia ante el destino de la mayoría de los cubanos. Creo
que las dos caracterizan la posición estadounidense en todas partes.

Pero del gobierno de Estados Unidos ya sé qué esperar. Lo que no tolero
es la posición de mis compañeros de izquierda. Si la única forma de
tener una sociedad equitativa es la represión, no la quiero y dudo que
haya muchos que le apuesten a eso. Sabemos que es una falacia.

Relaciones necesarias

Denunciamos la violencia contra las mujeres en la India, la mutilación
genital en países de África, el feminicidio en Honduras, pero no tenemos
nada que decir sobre las mujeres apaleadas en las calles de la Habana
por manifestarse pacíficamente.

Luchamos contra el encarcelamiento masivo en Estados Unidos y su efecto
genocida en la población negra, pero mantenemos un silencio cómplice
sobre el deterioro de las condiciones de vida de los negros en Cuba, su
creciente separación de las fuentes de moneda dura, y su sobre
representación en los barrios más pobres y en las prisiones.

Las relaciones diplomáticas son necesarias. No es Estados Unidos quien
tiene que solucionar esto. Nosotros, los cubanos, deberíamos hacerlo.
Pero Estados Unidos debería al menos condenar a ese régimen con un
poquito más de énfasis.

En el programa radial Kojo Nnamdi Show del 20 de julio, Enrique Pumar,
jefe del Departamento de Sociología de la Universidad Católica de
América, dijo que los dos gobiernos deberían hacer un esfuerzo para
avanzar, porque "no ayuda" que, en medio de las negociaciones, se dieran
los abusos a los derechos humanos en Cuba. "Esto no ayuda. En cualquier
democracia los líderes electos rinden cuentas y cuando la gente ve esto
en las noticias se desilusiona", consideró el académico.

Quisiera saber a qué democracia y a qué líderes electos se refería
Pumar. Imagínense la reacción si alguien dijera que no ayuda que ISIS
siga matando gente, que Irán siga dando latigazos a los blogueros o que
Saddam Hussein siguiera metiendo presos y torturando a los opositores.
Definitivamente no ayuda a quienes están recibiendo las golpizas.

Oh, pero no es lo mismo, por supuesto, porque en Cuba la salud y la
educación son gratuitas.

Source: Cuba: Entre la represión política y la complicidad de la
izquierda de EEUU | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/25119-cuba-entre-la-represion-politica-y-la-complicidad-de-la-izquierda-de-eeuu/

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