Por un CUC, academia privada enseña buenos modales
Ofrece clases de buenos modales e inglés a jóvenes que quieren trabajar 
en negocios, ventas, gastronomía, servicio a diplomáticos u organización 
de eventos.
Rolando Cartaya
octubre 30, 2013
Muchas de las 188 categorías de trabajo por cuenta propia que el 
gobierno cubano autorizó a partir de septiembre del 2010 sólo vinieron a 
legalizar iniciativas de cubanos bien despiertos, capaces de identificar 
y explotar un nicho de mercado con una demanda en un país agobiado por 
múltiples necesidades insatisfechas.
Sólo que antes de que se incorporaran al cuentpropismo sus productos o 
servicios eran ofertados "por la izquierda", moviéndose con sigilo en 
una vastísima área de prohibiciones y penalizaciones.
Muestras recientes de la creatividad de esos emprendedores son los 
paquetes de parques inflables y servicios complementarios (payaso, mago, 
etc.) que ahora se ofertan para fiestas infantiles; las improvisadas 
salas de cine en tercera dimensión; y mucho antes, los agentes 
inmobiliarios que el gobierno acaba de legalizar y cuya actividad 
trascendía ampliamente los márgenes de las permitidas permutas.
En el portal digital de clasificados cubanos revolico.com se puede ver 
otra muestra de la ingeniosidad que despliegan los bisoños emprendedores 
cubanos. Un anuncio del pasado verano presenta una convocatoria para 
estudiar en la Academia de Buenos Modales (ABM) - Ciencia con Arte.
Por un precio relativamente módico de un peso convertible o CUC (24 
pesos moneda nacional), los interesados podían inscribirse en un curso 
de verano de dos días en el centro ubicado en la calle 9na de Miramar, 
municipio Playa.
El anuncio define, como en cualquier empresa capitalista, la misión del 
negocio, identificando sus productos y mercado, y las capacidades que 
están a su disposición o pueden llegar a estarlo:
"Formamos profesionales para pequeños negocios e impartimos cursos sobre 
gastronomía profesional, servicios a embajadas y eventos. Ofrecemos 
asesoramiento a titulares de negocios".
"Enseñanza itinerante, podemos ofrecerla en cualquier parte del mundo, 
garantizado con certificado incluido y reconocimiento internacional".
La presentación también ofrece una breve visión:
"Somos una Academia Cubana de Buenos Modales, escuela de Impacto y líder 
en formación profesional en el mejoramiento humano".
Su directora, Felisa Mercedes Cabrera, prefirió no hablar con 
martinoticias.com después de haber concertado una entrevista. Es humano. 
La señora tiene una pequeña empresa de éxito, y en Cuba uno nunca sabe 
si quien habla al otro lado de la línea es realmente quien dice ser.
Pero la señora Cabrera sí accedió a una entrevista con el corresponsal 
de la agencia italiana ANSA en Cuba.
Según le dijo a mi ex compañero de la Escuela de Periodismo Francisco 
Forteza, la academia ofrece entrenar a jóvenes para trabajos en la 
gastronomía, y enseñarles normas de conducta cotidiana "que se han 
perdido en Cuba".
No obstante, ella enfatiza que la ve más "como un lugar para divulgar 
reglas de convivencia que como un negocio". La finalidad del curso, 
según el aviso en revolico.com, era "intercambiar experiencias y mejorar 
el desempeño laboral". Y la directora aclara que los alumnos pagan a la 
academia "lo que les permitan sus reducidos bolsillos".
La señora Cabrera precisó a ANSA que los graduados pueden trabajar como 
vendedores ambulantes, trabajadores domésticos, camareros de paladares y 
hasta personal especializado en el servicio diplomático. Se gradúan 
demostrando sus habilidades como camareros, dependientes de venta de 
alimentos, preparadores de eventos de salón y otros servicios 
especializados.
Resalta asimismo que los padres de los muchachos se entusiasman con su 
Academia de Buenos Modales porque sus hijos, tras asistir a los cursos, 
ya no gritan por todo, y dan con más frecuencia los buenos días, "cosa 
que la gente ya no acostumbra hacer en este país".
EL PROBLEMA EXISTE, PERO NO ES MI CULPA
A mediados de año ante la Asamblea Nacional el gobernante Raúl Castro 
admitió una creciente pérdida de valores y buenas costumbres en Cuba, lo 
cual atribuyó a la crisis económica del período especial.
Como parte de esa decadencia Castro identificó conductas como gritar a 
viva voz en plena calle, usar indiscriminadamente palabras obscenas; 
chabacanería al hablar; irrespeto al derecho de los vecinos; e ignorar 
las más elementales normas de civismo, caballerosidad y respeto.
El periodista independiente Luis Cino ha escrito en Primavera Digital 
que los vencedores de la revolución de 1959 se quedaron con todo lo de 
los vencidos, menos con los valores. "No les interesaban. Les repugnaban 
y parecían obsoletos los usos y costumbres de la clase derrotada".
Pero los valores --dice Cino-- "no eran burgueses, eran simplemente eso: 
valores. Y ahora es muy difícil traerlos de vuelta (...) Más difícil 
todavía si se los quiere hacer volver con multas y decretos".
Source: "Por un CUC, academia privada enseña buenos modales" - 
http://www.martinoticias.com/content/academia-privada-ensena-modales-por-un-cuc/28784.html
 
 
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