Publicado el miércoles, 08.07.13
El jineterismo es una forma de genocidio
GEORGE R. PORTA
Hace muy poco, durante una visita a unos amigos, tuve el lamentable
privilegio de escuchar a un "extranjero" cubano residente en Miami,
alabar las extraordinarias cualidades de las jineteras de mi patria.
Aclaró que no le gustan las negras, aunque negó ser racista, sino las
mulatas claras, de pelo lacio, jóvenes—apostillando que le apenase la
dificultad que representa encontrar alguna quinceañera que tuviese su
himen intacto. Este sujeto dispone de proveedores a los cuales solicita
los servicios de esas muchachas antes de viajar a la Isla. A vuelta de
correo electrónico recibe fotos para seleccionar la que más le provoque.
Ha pensado en llevar a uno de sus hijos aun soltero, pero éste tiene
temor a las enfermedades venéreas a las que su padre obviamente no teme.
El resto de la historia fue una aburrida cadena de eventos: Actualizar
la visa, comprar el pasaje a alguna de las varias agencias
cubano-miamenses de la ciudad que especulan con el dudoso turismo
cubano, salir como cualquier otro hijo de vecino por el aeropuerto de
Miami para arribar al cuestionable paraíso "islado" media hora más tarde.
Comprendo que el alcohol suelte la lengua y nuble el sentido común y en
circunstancias diferentes quizás este "cubano" desnaturalizado
estadounidense no hubiese contado las mismas cosas del mismo modo.
Tengo la convicción de que el mundo ha perdido demasiado como
consecuencia de la opresión de la mujer. También tengo la convicción de
que nuestro machismo—que es una forma de auto mutilación emocional y
moral—sea la otra cara de la opresión que ha venido sufriendo y sufre la
mujer.
La Real Academia Española ofrece la siguiente definición de la palabra
genocidio, Etimológicamente la palabra procede del griego ãέíïò (genos)
que significa estirpe, y del latín cidĭum, que a su vez procede de
caedĕre, matar. Por eso define la voz genocidio como "exterminio o
eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia,
de religión, de política o de nacionalidad". La muy venerable
institución excluye ambos el género y la pobreza como motivos, pero no
cuesta mucho reconocer que tanto los pobres sean cada vez más numerosos
y más pobres y en creciente desventaja precisamente por serlo, cuanto
que las mujeres continúen en desventaja por ser mujeres a pesar del
ruido que se haga para aparentar lo contrario.
El genocidio, en su peor variable consiste en masacrar cruelmente la
dignidad de las personas de un grupo, su auto percepción y su auto
estima, sobre todo instilando en las mismas el sentimiento de ser
mercancía para ser adquirida por el mejor postor o postora. La
prostitución en ese sentido pudiera ser una execrable forma de genocidio
aunque sea socialmente tolerada.
Una de mis experiencias clínicas de la destructividad moral y
psicológica de la prostitución me la proporcionó otro cubano, de casi 70
años de edad, cuyos hijos residentes en Miami querían que se quedase
permanentemente con ellos. El pobre hombre argüía que debiera regresar a
Cuba, aunque deseara quedarse en Miami, porque no regresando sentía que
abandonaba a su suerte otra hija que se dedicaba al jineterismo para
sostener a su madre víctima de dos derrames cerebrales. Si él no
regresaba nadie podía cuidar a la madre para que la hija "trabajara".
La prostitución como necesidad de sobrevivencia—quién puede
negarlo—representa una forma de explotación inhumana y participarla de
cualquier forma es un crimen de lesa dignidad tan grave como quitar la
vida físicamente hablando.
Es cierto que haya muchas más familias cubanas que no viven del
jineterismo, aunque en Cuba sobrevivir puede obligar a cualquiera a
hacer cosas que fueran impensables en otras circunstancias. Pero es
igualmente cierto que el desarrollo de la prostitución como elemento de
la industria turística cubana, su ejercicio intencional o no y su
disfrute constituye un crimen que debiera ser sancionado igual que
cualquier otra forma de violación de los derechos humanos.
Es inexplicable que aún no haya sido denunciado en Ginebra o en
cualquier otro foro internacional este gobierno que de facto tolera
impunemente el jineterismo si es que no lo autoriza solapadamente.
Debo insistir en que aquel "extranjero" descendiente de cubanos,
profesional respetable en nuestro medio de Miami que mencioné al inicio
de este artículo, me parezca que no sienta en sus venas el latido
doloroso de lo cubano ni que conozca de esa masculinidad auténtica que
ama sin tener que oprimir a la feminidad que se revela con todo derecho
en la intimidad libre de presiones o desventajas.
Psicoterapeuta
Source: "GEORGE PORTA: El jineterismo es una forma de genocidio -
Opinión - ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/08/07/1539331/george-porta-el-jineterismo-es.html
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