Yo también tengo un sueño
Viernes, Agosto 30, 2013 | Por Leonardo Calvo Cardenas
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -La conmemoración del cincuenta 
aniversario de la Marcha sobre Washington (28 de agosto de 1963) ha 
servido para reafirmar el apego universal a los valores y principios que 
aquel día glorioso concentró a cientos de miles de norteamericanos de 
todas las razas, para abogar con firmeza pacifista por la igualdad y la 
justicia que consagrara para los ciudadanos, sin distinción, todos los 
derechos reconocidos en ese gran país.
Varias decenas de invitados por el jefe de la Sección de Intereses de 
los Estados Unidos en La Habana volvimos a emocionarnos al escuchar una 
vez más las conmovedoras palabras con que Martin Luther King Jr. 
estremeció al mundo y cambió la historia.
En mis palabras de homenaje en nombre del Comité Ciudadanos por la 
Integración Racial CIR expresé: "…La memoria y el legado del gran líder, 
cuya corta y ejemplar vida constituye paradigma inigualable de 
consagración a la fe, el humanismo y la firmeza de convicciones, libre 
de rencores y odios inútiles, nos sigue señalando el camino lleno de 
enormes obstáculos, posibles incomprensiones y seguros sacrificios, 
camino tan largo y difícil que puede incluso trascender el espacio 
temporal de nuestra existencia, camino que recorremos iluminados por el 
sueño que él nos descubrió y hoy une a cada vez más amantes de la 
justicia, convencidos de que el triunfo nos pertenece sin duda…"
"A pesar de la retrógrada indolencia e intolerancia de un gobierno que 
en Cuba desconoce el decoro, el humanismo y la responsabilidad, hoy 
nuestros pueblos se siguen acercando para lograr, más temprano que 
tarde, construir esa relación armónica y mutuamente positiva que 
corresponde a nuestras cercanías geográficas históricas y culturales".
De gran impacto y significación ha sido el discurso del presidente 
Obama, quien en el mismo lugar del acontecimiento ha dado otra lección 
de honestidad y valentía política al reconocer cuánto es necesario andar 
y luchar todavía para ver cumplido el sueño del gran líder. Obama habló 
de las carencias, retrasos y retos que enfrenta la sociedad 
norteamericana ante la expectativa de lograr el tan soñado equilibrio 
social que ha sido durante siglos motivo de luchas y añoranzas. 
Considero muy saludable que la conmemoración haya servido, más que para 
recordar los grandes logros alcanzados, como un momento de reflexión 
sobre todo lo que hay que hacer para acercarnos al ideal de convivencia 
tan largamente acariciado.
Por su parte, los voceros del gobierno cubano han aprovechado la fecha 
histórica para, con su acostumbrada retórica vacía y tendenciosa, tratar 
de dibujar una imagen negativa de los Estados Unidos sin reconocer los 
grandes avances alcanzados en esa nación, donde la injusticia es 
posible, pero existen mecanismos para enfrentarla y donde las minorías 
cuentan con un respaldo estructurado con el que ni sueñan en Cuba los 
muchos desposeídos que tan bien esconden la propaganda oficial y la 
dócil prensa extranjera acreditada en la Isla.
La conmemoración de este importante aniversario ha servido para 
demostrar cuán desfasados estamos en Cuba de la tendencia universal que 
promueve los valores y derechos desde el empoderamiento cívico, jurídico 
y cultural de los sectores tradicionalmente excluidos y discriminados. 
Nada se comenta desde la oficialidad sobre cómo esta perspectiva ha 
generado grandes avances en materia de justicia e igualdad en muchos 
países de nuestro continente que han sido históricamente escenario de 
desigualdades discriminatorias contra pueblos originarios y los 
afrodescendientes.
Las plataformas oficialistas que se "ocupan" de la problemática racial 
en Cuba ― Comisión Aponte, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas 
de Cuba, y capítulo cubano de la Articulación Regional Afrodescendiente 
de América Latina y el Caribe ARAAC― no se dignaron a pronunciarse o 
conmemorar la trascendental efeméride. Lejos de eso, la citada Comisión 
Aponte se ha limitado por estos días a declarar que cincuenta y cuatro 
años es muy poco tiempo para alcanzar logros trascendentes en materia de 
igualdad racial; volvió a recordar como algo positivo las incursiones 
cubanas en África y a calificar a los activistas independientes como 
mercenarios.
Por su parte, el ARAAC, en su última reunión, solo una semana antes de 
la conmemoración, nos ofreció una disertación sobre la política del 
extinto presidente Hugo Chávez en África, y un comunicado alegórico al 
aniversario de la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
El alcance universal de la conmemoración demostró cuán vigente está el 
legado de Martin Luther King; las palabras del presidente Obama 
reafirman la convicción y el compromiso de continuar recorriendo el 
difícil camino que definitivamente nos lleve a la tan deseada 
posracialidad, mientras tanto la activista cívica y antirracista cubana 
Sonia Garro pasó este día en las cárceles castristas, como una nueva 
víctima del ensañamiento racista. Nadie conoce aún la identidad del 
vicepresidente encargado del tema racial anunciado hace meses en 
Ginebra. Los falsos profetas del dudoso antirracismo oficialista se 
alejan más de la cruda realidad social para reafirmar la fidelidad 
política que tanto conviene a sus intereses particulares.
Montesinos3788@gmail.com
Source: "Yo también tengo un sueño | Cubanet" - 
http://www.cubanet.org/articulos/yo-tambien-tengo-un-sueno/
 
 
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