03-05-2011.
Arnaldo Ramos Lauzurique
Economita, Ex Preso de Conciencia del Grupo de los 75
(www.miscelaneasdecuba.net).- Con el título "La deuda que no brinca un
chivo", el diario Juventud Rebelde publica el domingo 1ro. de mayo, un
artículo del cual se pueden extraer algunos párrafos que caracterizan
muy bien la situación de las finanzas externas de Cuba.
"El Gobierno no puede endeudarse más…, si no recibe más dinero, creará
un caos al no poder cumplir con las obligaciones financieras contraídas."
"Es casi inexplicable que se pueda funcionar debiendo esas exorbitantes
cantidades de dinero. No hay persona en el mundo que pueda recibir
prestado un centavo debiendo dinero y gastando más de lo que le entra.
Quien está en esa situación no le queda más remedio que declararse en
quiebra económica y los gobiernos que han estado en una situación como
esa, han recibido préstamos del Fondo Monetario Internacional o del
Banco Mundial, pero imponiéndoles tremendas condiciones de ajuste
interno de sus economías."
Después de referirse al enorme volumen que esa deuda representa para
cada ciudadano del país, pregunta. "¿cuánto le tocará a nuestros nietos
cuando tengan nuestra edad? Es mejor no mirar el reloj, meter -como el
avestruz- la cabeza en la arena, para no ver nada, ni siquiera el futuro."
Pero con toda intención, esos párrafos están sacados fuera de contexto
ya que no se refieren a Cuba, sino a la deuda nacional de los Estados
Unidos, que según esa información llegará a ascender el 16 de mayo de
este año a 14,27 millones de millones de dólares, que representará 47
000 dólares para cada ciudadano de ese país.
El escrito es de la autoría de Lázaro Fariñas, periodista cubano
radicado hace muchos años en "el norte revuelto y brutal que lo
desprecia", pero que le permite disfrutar de sus atrocidades, y porqué
no decirlo también, de sus comodidades, y no le impide colaborar con
frecuencia en las publicaciones del régimen cubano.
Él forma parte de los "profundos analistas", que al servicio de la
satrapía cubana, son capaces de escrutar minuciosamente las más pequeñas
irregularidades del anchuroso mundo exterior, y en especial de Estados
Unidos, y sin embargo no aplican ese "talento" a la sociedad cubana.
La deuda total de Cuba, que no es posible precisar en toda su
dimensión, dados los ocultamientos oficiales habituales, no es menor de
59 000 millones de dólares, para una población al cierre del 31 de
diciembre de 2010 de 11 241 161 habitantes, y dentro de ella se incluye
un cálculo muy conservador, de unos 30 000 millones de dólares, que
quedó comprometida principalmente con Rusia, por ser una deuda heredada
de la ex Unión Soviética.
No parece que el Estado ruso haya demostrado mucho interés en cobrar esa
deuda -que ha ido creciendo con nuevos créditos- al régimen de Fidel
Castro, que fue quien la contrajo, por lo que no es de imaginar que
tenga la osadía de pretender cobrarla a uno posterior.
resto de la deuda cubana, de 29 000 millones de dólares, ascendería a
unos 2 580 dólares per cápita, que representa 65 000 pesos en moneda
nacional (CUP), y con el salario medio mensual de 436 pesos (CUP) de
2010, equivaldría a una deuda per cápita de 26 250 horas de trabajo, lo
cual significaría que cada ciudadano tendría que trabajar durante 12
años sin ninguna retribución y viviendo del aire que pudiera respirar.
Los 47 000 dólares per cápita, que según Fariñas, deben "los infelices"
ciudadanos de Estados Unidos, considerando el costo medio de una hora de
trabajo anterior a 2004, de aproximadamente 26 dólares, representaría
unas 1 808 horas, que no llegarían al 7% de las correspondientes a cada
ciudadano cubano.
Un ciudadano de Estados Unidos tendría que trabajar alrededor de 9 meses
y medio, sin retribución, para pagar esa deuda, mientras que un cubano
requeriría 12 años.
De considerarse la deuda con Rusia, que los cubanos no deben tener el
menor interés en pagar y que el Gobierno ruso parece, hasta ahora, que
tampoco quiere cobrar, cada cubano tendría que trabajar 24 años sin
comer y sin cubrir ninguna otra necesidad.
Si como dice el señor Fariñas, los ciudadanos de Estados Unidos tendrían
que saltar más alto que un chivo para cubrir sus obligaciones, los
cubanos tendrían que superar a los canguros.
Esto de los brinquitos hace recordar al ya casi olvidado Robertico
Robaina, cuando inventó aquello de que ¡el que no salte, es yanqui! y
ponía a todo el mundo, viejos y jóvenes, hombres y mujeres, parvulitos y
ancianos, incluso a impedidos físicos a levitar en los actos oficiales,
hasta que un día se le ocurrió lanzar la consigna en presencia de su
esperpéntico jefe, al cual no le quedó más remedio que tratar
infructuosamente de saltar. Fidel Castro nunca se lo perdonó, y esa
consigna desapareció del escenario.
Salta Lázaro Fariñas, salta Raúl Castro, salta tú también si puedes,
Fidel Castro, que: ¡El que no salte, es yanqui!
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32137
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