Fara Armenteros
14 de julio de 2008
La madrugada del 13 de julio de 1994 fue hundido por las autoridades
cubanas, a unas siete millas del litoral habanero, el remolcador "13 de
Marzo", en el que 72 personas trataron de escapar de la tiranía cubana y
alcanzar tierras de libertad. Este acto criminal dejó un saldo de 31
víctimas entre ellas 10 niños entre 5 meses y 12 años de edad.
La embarcación fue perseguida desde el momento que zarpo del puerto de
La Habana, pues sus planes fueron descubiertos, por una delación, por
barcos "Polargo" equipados para apagar incendios que con chorros de agua
a presión barrieron la cubierta del remolcador obligando a los pasajeros
a refugiarse en la sala de máquinas. Luego lo embistieron hasta quebrar
el casco y para acelerar el macabro asesinato navegaban velozmente en
círculos formando un remolino que succionara los restos de la nave y a
las personas que no se habían hundido con la embarcación.
Gracias a la presencia de un buque griego que se dirigía a la Bahía de
La Habana y cuyos tripulantes observaban el crimen, la tripulación de
una lancha del cuerpo de guardafronteras cubano, que había presenciado
impasiblemente toda la operación, se acercó al lugar de los hechos y
rescató a los sobrevivientes.
El gobierno de La Habana no sólo se negó a extraer los cuerpos de las
víctimas del fondo del mar, sino que no aceptó que se había cometido un
crimen...uno más contra el pueblo cubano, esta vez demasiado macabro.
El testimonio de los sobrevivientes nos da la magnitud del dantesco
sufrimiento de los viajeros del "13 de Marzo". A catorce años del
acontecimiento al recordar las entrevistas trasmitidas por estaciones
radiales fuera de Cuba es inevitable sentir estremecimiento. Sin embargo
a los ejecutores nada los detuvo, ni el llanto y la agonía de niños ni
el clamor de mujeres.
"Hace catorce años que todo el pueblo cubano espera justicia por los
muertos del 13 de julio", dice Ramón, un campesino desterrado del
Escambray que ahora vive con su familia en el exilio.
Su esposa Maricela añade, "se impone justicia por, los asesinados en el
mar el 13 de julio de 1994 y por todos los crímenes que ¡ha cometido el
comunismo en Cuba .... llevan años y años matando gente ... ¿Cómo es
posible que no pase algo?.... ¿Como es posible que tanto crimen quede
impune? A veces me pregunto si es posible borrar tanto dolor con la
mención de cambios, no me refiero al hambre, a la miseria o a la falta
de oportunidades... los comunistas la han pasado asesinando y como si
nada " concluye la mujer y en sus ojos se ve brillo de lagrimas.
Su marido compasivo concluye que ella está muy sensible porque no se ha
podido reponer de como fueron sacadas familias enteras del Escambray,
(macizo montañoso del centro del país) y transportadas, como ganado a
Pinar del Río y otros lugares para formar lo que nosotros llamamos
pueblos cautivos.
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=6646
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