Leonel Alberto Pérez Belette
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Los cubanos que acudieron a
las tiendas de venta en divisa en busca de un paliativo para aliviar su
problema de transporte, creyeron resuelto el asunto al comprar las
nuevas motocicletas eléctricas de fabricación china cuya venta fue
recientemente autorizada por las autoridades del país. Nada más alejado
de la realidad, pues la compra ha sido el origen de un nuevo dolor de
cabeza para los que invirtieron sus ahorros en esos artefactos.
El Grupo Cadena Meridiano vendió los vehículos, pero no previó la
adquisición y venta de las piezas de repuesto que seguramente serán
necesarias en el futuro cercano. El hecho pone de manifiesto el
permanente irrespeto al cliente en nuestra nación. En los almacenes no
hay ni siquiera baterías, ni gomas de repuesto. Tres meses de garantía,
y sanseacabó. El incidente es significativo debido a que ya se han
vendido cientos de estos productos.
Hay a la venta tres modelos de estos equipos, uno tipo scooter y dos
moto-bicicletas, con precios de 994,40 CUC, 794 CUC y 654 CUC. Cada CUC
tiene un valor de 1,20 dólares americanos y estos precios resultan
realmente astronómicos si tenemos en cuenta que el salario promedio en
la Isla oscila entre los 10 y los 17 CUC mensuales.
En Cuba los precios de los productos de la canasta básica familiar, como
el aceite, son comparables a los pagados en cualquier país de Europa,
por lo que, con los sueldos que reciben por su trabajo, los ciudadanos
pasan grandes dificultades para satisfacer sus necesidades más
elementales, entre ellas, el transporte. El dinero utilizado para este
tipo de compra generalmente proviene de ahorros hechos a costa de
inmensos sacrificios y de las remesas enviadas por familiares que
residen en el exterior.
Uno comprador declaró a este reportero que vivía en un cuarto piso en
Alamar y no sabía cómo iba a resolver el problema de subir el artefacto
por las escaleras del edificio, o agenciarse algún garaje seguro; algo
verdaderamente difícil de resolver. Además, debía solucionar el
inconveniente de que las motos sólo son recargables con 220 voltios y en
Cuba lo más común es encontrar 110 voltios en las casas.
-Igual -dijo otro motociclista-, ya habrá a quien se le ocurra adaptar
el motor de una moto-sierra de gasolina y recargar las baterías sobre la
marcha y de paso aumentar la autonomía.
La empresa Meridiano no dio repuesta a la incógnita del por qué de la
falta de piezas de repuesto. En nuestro país no existe competencia
empresarial, todas las empresas pertenecen al estado, lo cual elimina la
competencia por el cliente y el incentivo por el buen servicio.
Aunque el gobierno ha autorizado algunas actividades que en la práctica
se realizaban ilegalmente, mantiene aún la prohibición de comprar
automóviles, salvo a unos pocos privilegiados, quienes necesitan una
carta de permiso de un ministro, o del Consejo de Estado.
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