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Thursday, January 24, 2008

Elecciones de bajo perfil

CUBA.
Elecciones de bajo perfil
EFE/Alejandro Ernesto

SUSPENSO. Las elecciones del domingo iniciaron un proceso que
determinará en semanas si Castro, quien ha gobernado desde 1959, seguirá
siendo el líder de Cuba.974004
Marc Lacey

Mientras los cubanos asistieron a las casillas electorales el domingo,
las urnas, los carteles de campaña y otros símbolos de la democracia que
se sacan cada día de elecciones estaban todos en su lugar. Sin embargo,
había algo más que no había estado presente durante muchos años: cierto
grado de suspenso.

Como en las elecciones de hace cinco años, y las de cinco años antes de
esas, había pocas dudas en cuanto a quién ganaría. Los 614 candidatos
para la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba contendían sin
oposición.

Por primera vez desde que la mayoría de los cubanos ganó el derecho a
emitir su voto para el parlamento en 1993, no obstante, había cierta
incertidumbre en cuanto a quién quedaría en los altos cargos de
dirigencia, en cuya resolución tendrá un papel la nueva Asamblea.

"Históricamente, no puedo decir que estas elecciones hayan sido muy
significativas", dijo Frank Mora, un experto en Cuba del Colegio
Nacional de Guerra en Washington. "En esta ocasión, no obstante, vale la
pena observarlas".

Nadie dice que el parlamento, un organismo denunciado por los críticos
como poco más que uno incondicional, decidirá solo el destino de Fidel
Castro. Sin embargo, las elecciones del domingo iniciaron un proceso que
determinará en semanas si Castro, quien ha gobernado desde 1959, seguirá
siendo el líder de Cuba. Tras enfermar en julio de 2006, Castro entregó
temporalmente el poder a su hermano Raúl.

El Consejo de Estado, un organismo de 31 miembros que será integrado el
24 de febrero por el parlamento entrante, elige al Presidente y otros
dirigentes de alta jerarquía.

Algunos dicen que no habrá cambios drásticos en la Cuba de Fidel Castro
hasta que muera, sin importar el cargo que ostente. "El poder de Fidel
no emana de sus posiciones", dijo Mora. "Proviene del hecho de que es
Fidel. Mientras esté vivo y lúcido, ejercerá su poder en la dirección
estratégica de Cuba".

No obstante, abunda la especulación en el país en cuanto a que el cambio
está en marcha, fomentada por comentarios velados de Castro de 81 años
en cuanto a que nunca ha tenido la intención de gobernar de por vida y
cree en ceder el poder a una generación más joven.

"Tenemos que enfrentar situaciones diferentes y decisiones importantes",
dijo Raúl Castro de 76 años en la televisión estatal tras votar temprano
el domingo. Fidel Castro emitió su voto en un lugar no revelado donde se
está recuperando.

En las calles de La Habana, nadie estaba seguro de qué sucederá después.
Se habla de que se podría reformar la Constitución para crear una nueva
función emérita para Castro. Algunos especulan que las habladurías de
que se haga cargo una generación más joven significan que ninguno de los
Castro seguirá siendo presidente.

Sí surge un nuevo líder, esa persona probablemente sea uno de los
candidatos que se deslice hacia la victoria el domingo, lo que tiene a
los observadores de Cuba en Estados Unidos revisando la lista con algo
de mayor detenimiento en esta ocasión.

La nueva Asamblea incluirá veteranos leales al Partido Comunista como su
presidente Ricardo Alarcón, el vicepresidente Carlos Lage y el ministro
de Relaciones Exteriores Felipe Pérez Roque. Sin embargo, los medios
informativos controlados por el Estado han dicho que los recién llegados
incluyen mujeres y más afrocubanos que nunca antes. El 70% de los
candidatos nació después de la Revolución cubana.

Si se ha conocido a la Asamblea de Cuba por algo en el pasado, es por la
serie de votos unánimemente afirmativos, sin importar el tema que se le
presentara: presupuestos nacionales, cambios políticos, reformas
constitucionales.

Sin embargo, dado el ritmo lento de la transición del poder, los
observadores de Cuba se preguntan si los miembros de este parlamento
nuevo estarán más dispuestos que sus predecesores a debatir un nuevo
curso para el país.

"Todos son leales al régimen y acomodaticios, y es claro que se trata de
una democracia fraudulenta", dijo Brian Latell, ex analista de la CIA
que escribió un libro sobre la dirección potencial de Cuba una vez que
ya no esté Castro. Pero con todo esto podría ser el escenario de cambios
en el futuro. ¿Estos nuevos miembros, una vez que ya no esté Fidel,
empezarán a hablar abiertamente más que los del pasado?

Y aun cuando ningún candidato ha perdido alguna vez en unas elecciones
cubanas, eso no significa que los electores no puedan enviar mensajes
sutiles en las boletas electorales. En las últimas elecciones, más de un
millón de votantes entregó boletas en blanco, las anuló en alguna forma
o votó por algunos, pero no por todos los candidatos, dijo Jorge I.
Domínguez, un catedrático de Harvard que sigue los acontecimientos en Cuba.

Votar no es obligatorio, pero por la tarde, líderes de manzana visitan
las casas de quienes aún no lo han hecho para saber qué es lo que
sucede. Le pueden llevar a uno la boleta a la cama cuando se está enfermo.

Sin embargo, no todo el mundo sigue a los líderes. Un elector, fumando
un puro y bebiendo una cerveza Bucanero en la sala de su casa –y
hablando a condición de guardar el anonimato para evitar repercusiones–
explicó cómo puso una equis sólo en los nombres que nunca antes había
oído mencionar, su forma de decir que los veteranos no han hecho suficiente.

Oswaldo Paya, un disidente que ha entregado peticiones de reformas a la
Asamblea Nacional, se mantuvo alejado de las casillas. "Es un ritual
obligado que no tiene nada que ver con los deseos del pueblo cubano",
expresó la víspera de la votación. Para ganar, un candidato debe contar
con el apoyo de al menos la mitad del electorado en su distrito. Una
incertidumbre es si una cantidad inusual de cubanos pudiera usar su
boleta para protestar. Otra es si, en esta ocasión, los candidatos –en
una contienda que no pueden perder– pudieran dar un empujoncito a Cuba
hacia un rumbo diferente.

Se espera que un candidato por primera vez, Antonio Castañeda Márquez,
sea el primer sacerdote santero que llegue al parlamento. Su religión
afrocubana hace predicciones para el año cada 1 de enero, pero evita la
política. "Nadie sabe lo que va a pasar", dijo. "Lo sabremos cuando suceda".

The New York Times

http://www.prensa.com/hoy/perspectiva/1244098.html

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