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Thursday, January 24, 2008

DEL TERRORISMO DE ESTADO EN CUBA

DEL TERRORISMO DE ESTADO EN CUBA
2008-01-24. Página personal: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
Pablo Felipe Pérez Goyry, Analista y Periodista Independiente, Miembro
del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano
Ciudad de la Eterna Primavera, enero de 2008. El uso sistemático del
Terrorismo de Estado por parte de un gobierno, tienen como fin el
imponer a la población cooperación activa y acatamiento. Los
instrumentos más utilizados, entre otros, son la coacción y las represalias.

Frecuentemente se considera al Terrorismo de Estado como un asesinato a
los derechos universales de los seres humanos.
Dicen los entendidos que es difícil de identificar porque los conceptos
tienen una definición y entendimiento según la época, el contexto
histórico y socio-político-económico, las características culturales y
geográficas. Históricamente, es evidente que el Terrorismo de Estado
presenta sus credenciales cuando un gobierno echa mano de los medios
violentos y los aplica severamente contra los ciudadanos, con ayuda de
la policía, fuerzas armadas, servicios secretos, seguidores, etcétera.

De esta manera, el gobierno que representa al Estado, incurre en una
exacerbación ilegítima de la intimidación, que es impropia en los
procedimientos legales establecidos.

Tipos de Terrorismo de Estado

En vista de que son unos cuantos los prototipos de Terrorismo de Estado,
a los que pudiera recurrir para invadir estas cuartillas, es inevitable,
ocuparse de algunos de ellos, para poder argumentar el asunto que
encabeza ésta exposición. Tengo la esperanza de no incomodar al leedor y
que pueda conseguir llegar a un buen final.
El primer caso de Terrorismo de Estado, o el más conocido por la
academia, es el de un régimen constitucional y parlamentario que
recurrió a mecanismos ilegales para imponer a los ciudadanos los
criterios absolutistas del gobernante. Fue el llamado "Reinado del
Terror Francés", y estaba encabezado por Maximilien de Robespierre en el
otoño de 1793.

Empero, las técnicas más depuradas de Terrorismo de Estado, se
utilizaron en el siglo XX, bajo gobiernos excesivamente autoritarios
―fascistas y comunistas―, regímenes dictatoriales como el de Benito
Mussolini en Italia, Adolf Hitler en Alemania, Stalin en la Unión
Soviética, Francisco Franco en España, y Than Shew en Myanmar
(Birmania). En Estados Unidos de América, la creación del "Comité de
Actividades Antinorteamericanas (1940-1950)", permitió al senador
Joseph Raymond McCarthy, articular una modalidad de Terrorismo de Estado
a finales de la década del 40, conocida como "Caza de Brujas".

Dictaduras y Terrorismo

También, América Latina ha sufrido por gobernantes que han utilizado el
Terrorismo de Estado, como Anastasio Somoza en Nicaragua, Alfredo
Stroessner en Paraguay, Rafael Leónidas Trujillo en República
Dominicana, Augusto Pinochet en Chile y Fulgencio Batista en Cuba. A
este último dictador, lo derrocó un movimiento revolucionario encabezado
por Fidel Castro Ruz.

A propósito de Castro, este ha dirigido de manera sectaria y despótica
el país. Por cerca de medio siglo atesora siniestros instrumentos
represivos y propagandísticos. Además, la dictadura castrista ha
utilizado frenéticos y refinados métodos de Terrorismo de Estado,
asimilados de la "brutal academia stalinista".
El "cacique mayor", Castro, cada día más cadáver, continúa
personificando al Estado-gobierno-partido. Pero su personal Terrorismo
de Estado no ha podido silenciar a los hombres y mujeres de la oposición
política y de la sociedad civil, que heroicamente enfrentan de forma
pacífica cada andanada perversa de la dictadura. Resulta evidente que
actualmente, más que en el pasado, la oposición anticastrista tiene
indestructibles bríos, no renuncia a sus derechos y oportunamente
encontrará la senda de la transición noviolenta, para concertar un nuevo
contrato social y democrático con plena libertad.

Las secuelas del Terrorismo de Estado castrista están enraizadas en la
memoria histórica de la nación y en los miles de cubanos que han sufrido
en carne propia los vilipendios y arbitrariedades del régimen; que se ha
caracterizado por una obsesiva e irracional violencia que restringe las
libertades individuales y universales, impone una monolítica ideología
marxista-fidelista, exige un sometimiento ilimitado al régimen, ha
institucionalizado una adecuada estructura coercitiva policial y un
eficaz aparato de policía secreta y de colaboradores; los medios de
comunicación están monopolizados por el castrismo; se ha destruido del
concepto de familia; los opositores y disidentes son sistemáticamente
aislados, exiliados, encarcelados, torturados, asesinados física y
mentalmente.

Por todas estas razones, sería interminable hablar sobre pormenores de
la pesadilla que vive la nación cubana, en especial los compatriotas
disidentes y opositores que viven en el archipiélago. Y como a todas
luces, describir los excesos de la dictadura sería aterrador y
enfermaría el espíritu, prefiero ser justo y no prolongar la impotencia
del lector ante esta realidad.

Complicidades ilustres

También, desafortunadamente, es verdad de existe connivencia de
gobiernos y demócratas sobre la violación de los derechos humanos que
comete la dictadura — como Rodrigo Zapatero en España— los cuales hacen
ojos ciegos en América Latina, y algunos ilustres miembros del Consejo
de Derechos Humanos en Ginebra.

Llegado a este punto, al "idealista" que sueña con la utopía de la
"dictadura del proletariado", el centralismo marxista-fidelista, el
culto a la personalidad, la supuesta igualdad de clases, que no existe
Terrorismo de Estado en Cuba y que no quiere ver el ocaso de un régimen
dictatorial, con respeto quiero invitarlo, para que junto con el cubano
de a pie conozca de cerca la realidad de lo que acontece en el
archipiélago cubano. Al final de la experiencia la pregunta que debe
responder es: ¿Aceptaría vivir en Cuba o prefiere instaurar en su país
de origen un sistema similar al castrista?

Pese a todo, siempre he expresado y sostengo que: soy defendedor de
causas sociales y políticas nobles. Empero no creo en mefistofélicos
defensores que lucran con los anhelos de fraternidad y buena voluntad
universal del género humano. Porque la justicia demanda ética,
discernimiento y valor. Y en lo aparentemente indescifrable hay que
descubrir su esencia de verdad.
Por lo dicho, y porque sé de las arbitrariedades y tentáculo castrista,
defiendo los ideales de una transición pacifica en Cuba, que restablezca
la libertad y democracia.
De modo que, no titubeo en creer en los opositores y disidentes cubanos,
y de existen personas en el planeta que saben que es necesario el
cambio, para salvaguardar el respeto por:

• Los Derechos Humanos.
• La Constitucionalidad.
• El Estado de Derecho.
• La Educación y Cultura, como bases de una sociedad libre y
responsable.
• La Globalización y Desarrollo racional.
• La Equidad, para la honesta Competitividad.
• El Comercio libre e inteligente.
• La Cooperación y Solidaridad, como dinámicas del progreso y
bienestar.

Para concluir, mientras desde el alma escribo estas cuartillas, y
teniendo en cuenta de no sé cuando se darán a conocer por razones
editoriales, he creído prudente pedir disculpas al lector por aquellos
eventos que pudieran hacer pretérito lo dicho aquí.

Sin embargo, de ser así es porque la libertad y democracia son una
realidad en Cuba y la nación goza de un nuevo y prospero futuro.
En mi opinión, el tiempo es imparable, las épocas cambian, lo escrito
permanece en la recordación, la historia dirá la última palabra y con la
fuerza del razonamiento se correrá el velo sobre la verdad de los
avatares de la nación cubana. Tiene la palabra amiga, amigo... ¡NAMASTE!


©Pablo Felipe Pérez Goyry.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=13650

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