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Saturday, August 06, 2016

'No queda otro recurso que echarnos a la selva' migrantes cubanos en Turbo

'No queda otro recurso que echarnos a la selva': migrantes cubanos en Turbo
Agence France Presse

CAPURGANÁ
Con botas pantaneras, maletas envueltas en bolsas plásticas y machetes
recién afilados, emigrantes cubanos se adentran en la selva que les
llevará a Panamá desde la localidad caribeña de Capurganá, en Colombia,
donde el gobierno lanzó un plan de deportaciones.

"No queda otro recurso que echarnos a la selva. Responsabilizamos de lo
que nos pase al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; a su
canciller, María Ángela Holguín (…) y a la coalición internacional,
encabezada por (el mandatario ecuatoriano) Rafael Correa, por darnos la
espalda", dice Luis González, mientras se pertrecha.

De 30 años y acompañado por su pareja, González es uno de los centenares
de cubanos que quedaron varados en la ciudad colombiana de Turbo, a unas
tres horas en lancha de Capurganá, cuando en mayo países
centroamericanos incrementaron sus controles fronterizos.

Esta semana el gobierno de Colombia lanzó un "plan de choque" contra la
migración irregular, ofreciendo salvoconductos a quienes prefirieran
dejar el país por sus medios o la "deportación obligatoria" en caso
contrario.

González optó entonces por seguir camino por la inhóspita selva del
Darién que separa a Colombia de Panamá.

"¿Va hacia Estados Unidos?", se le pregunta antes de abandonar Capurganá
junto a una veintena de cubanos guiados por un coyote, y responde:
"Viajamos hacia donde encontremos libertad".

Ante las acciones del gobierno, en los últimos días ha aumentado el
número de cubanos que ha salido desde el puerto de Turbo, por el que
-según autoridades locales- han pasado en menos de tres meses casi 8,000
emigrantes, también de Haití y de países asiáticos y africanos.

Los cubanos buscan llegar a Estados Unidos para aprovechar una ley que
les ofrece beneficios migratorios y que temen pueda desaparecer por el
reciente acercamiento diplomático entre Washington y La Habana.

Los caseríos de Capurganá y Sapzurro, junto al paso fronterizo con
Panamá, son su primer destino. A sus playas llegan en lanchas y luego
se pierden en la espesura del Darién.

El párroco de Capurganá, José Medina, dice que llegan unos "300
inmigrantes diarios", por lo que "es imposible hacerle frente" a la
situación. Solo hay 13 policías y las mafias de tráfico de personas son
más poderosas.

Si "hay muertes en los montes o selvas no hay cómo saberlo", asegura.

Según los locales, el recorrido selvático puede durar desde seis horas
hasta una semana, dependiendo del grupo, la carga y cuán avezado sea el
coyote.

A Odalys Sabates, enfermera cubana, casi se le va la vida en esa selva,
donde se vio perdida hace unos meses junto a su esposo, su sobrina y su
hijo de 11 años.

Al cruzar un río se separaron del grupo. "Pasaron cuatro noches y cinco
días, no teníamos comida, los pies destrozados, mi esposo y yo llorando
porque se iba a morir nuestro hijo en la selva. Hasta que encontramos
unos indígenas que nos cruzaron en canoa y nos vendieron comida", relata
Sabates, de 51 años, entre sollozos.

Habían salido de Sapzurro en abril y allí están otra vez, porque aunque
lograron llegar a Panamá fueron devueltos a Colombia.

"Salimos de Cuba en 2015 porque mi esposo era periodista independiente y
presidía una asociación de ayuda a presos políticos. Como éramos
opositores a mi hijo en la escuela lo maltrataban y los otros niños no
jugaban con él", relata, asegurando que primero estuvieron varios meses
en Ecuador.

"No teníamos apuro de llegar a Estados Unidos en un día, sino que
nuestro hijo estuviera en un país donde se pudiera vivir y en Ecuador
pedimos refugio, pero cuando nos dijeron que no daban a cubanos
decidimos salir hacia aquí", cuenta.

La locura del Darién no piensa volver a vivirla, así que por ahora
espera respuesta a una solicitud de asilo, a ver si puede instalarse
junto a su familia en Bogotá, donde tienen un amigo cubano.

Mientras tanto, trabajan limpiando la playa o echando una mano en
restaurantes de Sapzurro, por donde ven pasar a diario a cientos que,
como ellos, probarán suerte en la selva.

Source: 'No queda otro recurso que echarnos a la selva': migrantes
cubanos en Turbo | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article94106752.html

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