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Saturday, August 13, 2016

La política de cuadros

La política de cuadros
agosto 11, 2016 3:43 am

Lawton, La Habana, Paulino Alfonso, (PD) Hace varias semanas, Gladys
Bejerano, Contralora General de la República, en un informe leído ante
el Consejo de Ministros, manifestó su preocupación por el crecimiento de
los delitos de corrupción, particularmente en la agricultura y la
gastronomía.

A pesar de que anualmente se hace una verificación fiscal nacional por
parte de la Contraloría General, siempre se detectan cientos de casos de
corrupción que en su mayoría no se hacen públicos por ser del dominio
exclusivo del Minint.

No obstante el secretismo oficial, a veces se han filtrado informaciones
de algunos casos bastante escandalosos, como la malversación millonaria
del jefe de Servicios Comunales del municipio Centro Habana y varios
incidentes detectados en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel que
involucraban a dirigentes cubanos e inversionistas extranjeros.

El origen de estos hechos de corrupción no está en "la inobservancia
continua de las normas de control", como aseguraba Gladys Bejerano en su
informe, sino en el método con que el régimen selecciona a sus
funcionarios mediante la llamada "política de cuadros del estado y del
gobierno".

Esta política establece que todos los cuadros tienen que ser militantes
del Partido o la Juventud Comunista y tener una educación de media
superior a superior. Piensan que con eso se garantiza la confiablidad.

Según datos oficiales, cerca del 25% de la población cubana entre 25 y
45 años tiene grados escolares entre nivel medio o superior. Muchos de
ellos –recordemos que hablamos del "hombre nuevo"- encuentran en el
Partido Comunista y su política de cuadros una vía rápida para el
enriquecimiento personal y luego, en cuanto tienen una oportunidad, se
van de Cuba, como ha quedado ampliamente demostrado.

Permítanme ponerles un ejemplo.

Hace unos meses, el mercado mayorista El Trigal fue cerrado por las
autoridades, según se dijo "temporalmente", por haberse detectado serias
irregularidades y hechos delictivos.

Hace casi un año escribí en Cubanet un artículo titulado "Sandokan, el
tigre de la falacia", donde narraba como fue que el primer administrador
de ese mercado se hizo con cerca de 300,000 dólares.

En aquel momento lo nombré Sandokan para protegerlo a él y su familia,
porque yo no estaba dispuesto a ayudar de ninguna forma a los miñones
del régimen. Hoy, como ya todos están en tierras de libertad, les
explicaré la historia hasta donde la prudencia dicta.

¿Cómo llegó Juan Carlos Castell, que es el nombre real de Sandokan, a
ese importante puesto? Muy fácil: de la misma forma que centenares de
administradores, con méritos "revolucionarios" tales como ser militante
del Partido Comunista, persona de confianza del Minint , cederista
destacado o por haber sido avalado por la Contraloría General de acuerdo
a su desempeño previo.

En el caso de Castell, demostró su "dedicado trabajo en el control de
los medios estatales", según consta en su expediente de cuadro del
Partido Comunista. Seguramente, sus sucesores al frente del Trigal
tenían méritos similares.
palfonso44es@gmail.com; Paulino Alfonso

Source: La política de cuadros | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/la-politica-de-cuadros/

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