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Wednesday, August 24, 2016

La mala entraña

La mala entraña
El actor Willy Toledo logra no caer en el olvido gracias a los dislates.
Ahora llama "gusano" y "pobre hombre" al medallista olímpico Orlando Ortega.
MAITE RICO
24 AGO 2016 - 14:04 CEST

En 2013, el atleta Orlando Ortega decidió poner fin a su relación con el
régimen cubano. Desertó en el Mundial de Moscú y vino a España. Ese
mismo año, el actor Willy Toledo anunció que abandonaba España, la
antítesis de la democracia, y se marchaba a Cuba, cuya revolución "la
gente de izquierdas está obligada a apoyar sin fisuras".

Orlando Ortega llegó a España con 22 años y lo puesto. Recaló en
Valencia y lo pasó mal. "Echaba de menos a sus padres y se pasaba el día
durmiendo", ha recordado Dolores. Su esposo, Vicente Revert,
expresidente de la Federación Valenciana de Atletismo, adoptó a Orlando,
le abrió las puertas del CAVA Ontinyent y le ayudó a conseguir los papeles.

Toledo llegó a La Habana con los parabienes de la dictadura. Ignoro si,
tal y como se ha publicado, lo instalaron en una casa de protocolo, con
servicio y chófer, como hacen con todos los visitantes ilustres. En todo
caso, no es difícil imaginar que no conoció la cartilla de
racionamiento, ni los problemas de transporte, ni el desabastecimiento
que sufre el cubano de a pie. Seguramente tampoco sobrevivió con el
sueldo medio, equivalente a 15 euros al mes. Qué aportó Toledo a la
revolución cubana es algo que ignoramos. En cambio, el mundo entero sabe
qué ha aportado Ortega a su país de acogida: unos momentos de emoción
colectiva y la alegría de una medalla olímpica en 110 metros valla, que
celebró abrazando la bandera de España.

Y eso no le ha gustado nada a Toledo, que ha arremetido brutalmente
contra el atleta. "Gusano", lo ha llamado en Facebook. Y "pobre hombre".
Luego, el augurio: "Roma no paga a traidores, cosa que todo cubano
debería tener siempre presente". Y ante la avalancha de reacciones, ha
vuelto a la carga: "Me cago siete veces en vuestra medalla, fruto del
compromiso de la revolución cubana con el ser humano, y comprada con
vuestro sucio dinero robado al pueblo trabajador español, y le deseo de
corazón al señor atleta que sobreviva de la mejor manera posible al
olvido y, de nuevo, a la pobreza".

¿Por qué tendría que acabar pobre y olvidado? ¿Por ser negro? No se
entiende a qué viene ese tono de conmiseración: con 25 años, Ortega ha
destacado ya mucho más en su profesión que Toledo en la suya, y eso que
le dobla la edad. El actor logra no caer en el olvido básicamente
gracias a los dislates que dice y escribe, pero esa verborragia
enajenada no puede disculpar su crueldad. En 2010, insultó a otro
Orlando, también cubano y también negro. Era el disidente Orlando
Zapata, preso de conciencia de Amnistía Internacional, que acababa de
morir en una celda después de tres meses de huelga de hambre. Toledo
dijo que se trataba de un vulgar delincuente. Así se las gasta. En
Latinoamérica a eso se le llama mala entraña.

Facebook ha decidido clausurar el perfil del actor durante un mes, ante
lo cual ya brama contra la censura. Estoy de acuerdo. Que le devuelvan
su albañal. Convertido, como está, en una caricatura, es el peor
publicista de la dictadura castrista. Es más, tiene un alter ego en
Twitter que les recomiendo vivamente: Willy Tolerdo, @WillyTolerdoo. Es
mucho más divertido que el original y tiene 10.000 seguidores más. Ni en
eso.

Source: Willy Toledo: La mala entraña | Opinión | EL PAÍS -
http://elpais.com/elpais/2016/08/23/opinion/1471976083_695929.html

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