Reparto Eléctrico: Asesinatos, asaltos y pornografía
La zona es tan insegura que no es aconsejable transitar por las calles
después de la medianoche, ni siquiera para sacar la basura
viernes, agosto 8, 2014 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba.- Hace aproximadamente dos años abrió sus puertas la
discoteca del Reparto Eléctrico. Los niveles de violencia en los
llamados "bailables populares", que antes se celebraban en un área
abierta aledaña, no han disminuido. Por el contrario, hasta la fecha, ya
suman tres las muertes de adolescentes en riñas y ajustes de cuenta,
relacionados con el raro ambiente en el lugar.
No solo asesinatos, sino además asaltos y violaciones de mujeres se unen
a la relación de crímenes que mantienen preocupados a los vecinosde esta
localidad, considerada por la policía entre las zonas más violentas y
marginales de la capital.
A diario, pero sobre todo los fines de semana, jóvenes, muchos de ellos
menores de edad, de Mantilla, El Calvario, La Güinera, Párraga, Las
Guásimas y de otras barriadas cercanas, se reúnen en el local que antes
fuera un cine, abandonado años atrás primero por la ausencia de
programaciones fílmicas atractivas, para una población de muy bajo nivel
cultural, y luego clausurado por el deterioro del edificio, cuyos
alrededores, siempre provisto de timbiriches para la venta de cigarros,
rones y cervezas a granel, son el paraíso para vagos y borrachos.
Desde finales de la tarde hasta bien entrada la madrugada, la discoteca
se convierte en una zona de tolerancia al delito, donde el expendio de
bebidas alcohólicas a niños es uno de peores males. Oscuros alrededores,
desolados pasillos de edificios, matorrales y callejones cercanos, las
hileras de garajes improvisados que se alzan tras los inmuebles, más la
ausencia de control por agentes del orden, han propiciado el crecimiento
de verdaderas "cofradías" de delincuentes que actúan sin ningún tipo de
contención.
El lugar es conocido por ser el sitio donde cualquiera puede adquirir
todo tipo de fármacos y drogas; también se ha convertido en un punto de
distribución e intercambio de pornografía infantil y juvenil producida
en el propio Reparto Eléctrico, fenómeno que ha desatado una ola de
violencia entre las personas implicadas, al punto de que se presume que,
no hace apenas un par de meses, haya sido el móvil de un asesinato: a la
salida de la discoteca, el de un joven de 19 años y, días después, el de
otro de 21, a pesar de que ambos casos en principio fueron confundidos
con asaltos.
Imágenes de "amigos" en los móviles
Testigo de uno de los hechos, Joan Linares González, de 27 años, afirma
que pudo ver cómo la primera de las víctimas discutía con otro joven
porque lo había visto distribuir un video pornográfico donde aparecía la
novia.
Quien suscribe estas líneas pudo presenciar, en los bajos de su
edificio, muy próximo a la discoteca, una riña con armas blancas entre
dos muchachos de apenas veinte años que discutían a raíz de haber
descubierto que uno de ellos distribuía entre amigos una filmación privada.
Según nos comenta Lieny Sanabria, una joven de 17 años, que asiste con
frecuencia a la discoteca, en varias ocasiones se le han acercado para
que participe en las películas; le han propuesto dinero. También ha
podido reconocer a varios de sus amigos de escuela en imágenes que
algunos portan en sus celulares.
Yoeldis García, de 25 años, describe el modo en que cualquiera puede
obtener estos materiales:
-Fácil: entras y cuando veas a cualquiera que venda discos en blanco, lo
llamas y ya. Son diez fulas. Por veinte te llevas a la jevita. Olvídate
que adentro está la comida.
La indiferencia de las autoridades esconde, sin lugar a dudas, un alto
grado de complicidad con la delincuencia. Esto ha disparado otros
delitos como robos con fuerza en casas y apartamentos y hasta golpizas a
personas que pasan casualmente por el lugar cuando retornan del trabajo
a altas horas de la noche. La zona se ha vuelto tan insegura que no es
aconsejable transitar por las calles después de la medianoche, ni
siquiera para sacar la basura ni asomarse a los pasillos de los
edificios, donde los delincuentes esconden las armas blancas en los
jardines o en los basurales.
Durante las peleas callejeras, pocas veces interviene la policía o llega
demasiado tarde, cuando los médicos o enfermeras del policlínico cercano
se ven obligados a llamarlos por un hecho de sangre de consecuencias
fatales. Sin embargo, a pesar de los cientos de testigos de cualquiera
de los sucesos que van convirtiéndose en costumbre, muy pocos se
arriesgan a testificar, previendo represalias. También porque se va
tornando proverbial la ineficacia de las autoridades.
Source: Reparto Eléctrico: Asesinatos, asaltos y pornografía | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/reparto-electrico-asesinatos-asaltos-y-pornografia/
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